A buena parte de los más de 1.700.000 jubilados cubanos que a mediados de diciembre recibieron sus pensiones ya "incrementadas" para el arranque de la llamada "Tarea Ordenamiento", no le queda mucho con lo que empezar enero.
A la subida de las pensiones, que puso la mínima en 1.528 pesos (unos 64 dólares), la ha acompañado una subida de los precios en el mercado informal y otra (adelantada) de los precios de los productos "normados" distribuidos por el Estado.
Muchos jubilados ya sabían que el incremento de sus pensiones no aliviaría sus penurias frente a los nuevos precios fijados por el Gobierno para productos de primera necesidad y servicios como la electricidad, el gas y el agua. Sobrevivir continuará siendo un suplicio para aquellos que no tengan familiares que los asistan.
El pago de las pensiones, el pasado 17 de diciembre, pareció en Santiago de Cuba símbolo de lo que ocurrirá. Alrededor de 50.000 ancianos con bastones, en sillas de ruedas y ayudados por familiares y vecinos sobrellevaron las demoras, las aglomeraciones y las respuestas inapropiadas y hasta déspotas de funcionarios cuando expresaban sus insatisfacciones.
Muchos tuvieron que dormir frente a los bancos o personarse desde la madrugada, para toparse luego con errores en sus datos, el bloqueo de las tarjetas, y la avalancha de otros cubanos que recogían sus tarjetas en moneda libremente convertible, recibían transferencias desde el exterior, o intentaban que no les congelaran sus ahorros o se los cambiaran sin más a moneda nacional.
Ana Aurelia Caballero, de 67 años de edad, aseguró que solo recibió "1.223 pesos, cuando oficialmente el límite mínimo es 1.528".
Con la misma o mejor suerte, jubilados en el Cruce de los Baños, Mayarí Arriba, Baire, La Maya y otras demarcaciones expresaron el temor de iniciar el 2021 en franca desventaja para adquirir la canasta básica y pagar el consumo eléctrico, el gas y otros servicios cuyas tarifas se disparan.
"Parte el alma ver la cantidad de enfermos, embarazadas, inválidos y personas que rozan con la demencia enfrentarse a la insensibilidad de los funcionarios que les gritan: 'haga la cola; mire a su alrededor y verá que todos tienen problemas'", dijo Antonia Barrientos, maestra retirada, temiendo que lo vivido este diciembre se repita cuando vaya a cobrar su jubilación en enero.
Sin dinero, aturdidos y con una sola comida al día
A las quejas de los jubilados se han sumado las del resto de los santiagueros, ante la perspectiva de seguir viviendo sin dinero, aturdidos y con una sola comida al día.
Así lo expresaron ciudadanos en 600 cartas y unas 3.500 quejas sobre el incremento de de los precios por la "Tarea Ordenamiento".
Yudith Rodríguez Herrera, miembro del Buró Provincial del Partido Comunista, reconoció las cifras en una reunión en la que pidió discreción por tratarse de un tema sensible.
DIARIO DE CUBA tuvo acceso a un audio en el que la dirigente admitió que "la tendencia al rechazo es mayoritaria". Dijo que "para transformar la percepción que responsabiliza al Gobierno con precios abusivos y especulativos, se debe explicar la necesidad de quitarle el subsidio a productos y servicios que el pueblo recibía indebidamente y casi de forma gratuita".
De acuerdo con la funcionaria, Santiago de Cuba, junto a La Habana, Matanzas, Camagüey y Villa Clara son los territorios donde la población expresa su rechazo más abiertamente.
Cada día llegan más quejas a las oficinas de atención al pueblo de los nueve municipios de Santiago de Cuba, firmadas por "profesores universitarios, intelectuales, combatientes, líderes sindicales, profesionales de todos los sectores y hasta dirigentes del Gobierno y el Partido", dijo.
Según Rodríguez Herrera quienes rubrican las cartas "responsabilizan al Estado de la perplejidad y la insatisfacción con que los cubanos despedirán el 2020 e iniciarán el 2021".
2021: "Año del regreso del quinqué"
En una carta a la intendente de Santiago de Cuba, Raquel Moreno Salas, académica y contadora con más de 30 años de experiencia, opinó que "la reforma financiera parece concebida para extorsionar al pueblo y sacrificar el capital privado de la Isla".
"A todas luces la vida en Cuba será más difícil. Si coexistir con la dualidad monetaria fue considerado un mal necesario, dolarizar la economía tendrá consecuencias impredecibles porque no frenará la devaluación de la moneda nacional y mucho menos la depreciación de su función de atesoramiento", advirtió.
Los cubanos han expresado abiertamente en internet y en las calles su inconformidad. Algunos califican la nueva etapa como el "regreso del quinqué", por la subida del coste de la electricidad.
"Resulta ofensivo que el Gobierno se apropie de los dólares y los euros que llegan a las familias por concepto de remesas (...) Peor queda cuando exige que los depositemos en los bancos, le pone límites a la hora de entrarlos por la aduana, y al final nos congela las cuentas y utiliza nuestro dinero como si fuéramos idiotas", comentó Tamara en el Parque Céspedes
En la calle Enramadas, al referirse a la escala salarial, Isolda opinó que "se concibió para garantizar la obediencia en un país donde nadie quiere dirigir, ni puede ejercer un poder". Por su parte, Arquímedes señaló que la diferencia entre la primera escala y la jubilación mínima es tan grande que "es un tiro de gracia a los principios de igualdad, equidad y bienestar social".
Los ancianos son los que menos debian quejarse de la situacion ya que fuimos los que ayudamos a consolidar el esclavismo en la isla ,no solo lo permitimos ,sino que con nuestro trabajo mal pagado y voluntario contrtibuimos a lo que hay hoy ,los jovenes de hoy no tuvieron opcion ,pero nosotros si la tuvimos y no hicimos nada ,al dia de hoy lo unico que hacemos es quejarnos .CADA PUEBLO TIENE EL GOBIERNO QUE SE MERECE.
// Los ancianos y retirados, VÍCTIMAS MAYORES DEL CASTRISMO //
¡El castrismo embarcó a todos los trabajadores desde el principio por no permitirles tener un buen fondo de retiro, INVERTIDO EN ACTIVIDADES SÓLIDAS PRODUCTIVAS!
Todos han quedado enganchados y desamparados dependientes de que un régimen fallido y en bancarrota use sus fondos (??!!) para "cuidar de ellos en su vejez".
Pero... ¡eso es lo único que tenemos! SEGUIMOS SIN OCUPARNOS DE TRABAJAR EN DESARROLLAR EL REEMPLAZO PARA ESE CASTRISMO QUE PADECEMOS. Ni empezamos a HABLAR sobre cómo hacer esto, que ni es terriblemente difícil.
NOSOTROS somos tan culpables de la situación como el castrismo.
En este tema de los jubilados hay un importante vacio. No he visto por ningún lado en la Tarea de Ordenamiento el incremento del número de ataúdes.
Simple: no hay madera.