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Opinión

¿Se puede ser anticapitalista?

Los jóvenes así autotitulados se sienten más modernos que sus ancestros. No quieren saber nada de lo viejo: del capitalismo, la derecha, de ningún gobierno que no sea 'revolucionario'.

Los Ángeles
Protestas en Santiago de Chile.
Protestas en Santiago de Chile. NYT

En los últimos años se han vuelto cosa común en Occidente las manifestaciones callejeras violentas de jóvenes, y no tan jóvenes, que se autoproclaman anticapitalistas, antisistema, antineoliberales o antiglobalización.

Son protestas primas hermanas de las que se producen últimamente en  países de Sudamérica contra gobiernos no aliados de La Habana y Caracas. Con el estandarte del rechazo al "neoliberalismo" en buena medida estas revueltas son organizadas  o estimuladas por el largo brazo movilizador y desestabilizador del castrismo —el non plus ultra del anticapitalismo en las Américas—, ahora con la contribución monetaria del narcotráfico aportada por Caracas.

Pero no son esas protestas en Latinoamérica, todas anticapitalistas, las que trataré de desmenuzar aquí, sino la irracionalidad de declararse anticapitalista. Los jóvenes así autotitulados se sienten más modernos que sus ancestros "tan equivocados",  y en mejor sintonía con el siglo XXI. No quieren saber nada de lo viejo: del capitalismo, la derecha, de ningún gobierno que no sea "revolucionario".

Por ignorancia desconocen tres cosas primordiales: 1) que ellos no son modernos sino anticuados, pues constituyen una nueva versión del anarquismo, una de las más aberrantes corrientes políticas del siglo XIX y principios del XX;  2) que, de lo contrario, son comunistas ortodoxos  de la vieja escuela incendiaria de Marx, Lenin, Trotski, Mao, las FARC y el "Che" Guevara;  y 3) que no se puede ser anticapitalista porque no hay forma de ser antieconomía o antinaturaleza humana.

Hay en todo esto un nudo semántico-ideológico que los académicos, o no han detectado, o no han querido abordarlo. Pues bien, en ese sinsentido se cae en todas partes sin que nadie se dé cuenta. Antes de Karl Marx había en el mundo un solo tipo de economía, que por supuesto no tenía apellidos. No hacía falta ponerle nombre porque era lo único conocido, lo natural, lo normal. Las clasificaciones de comunidad primitiva, esclavismo y feudalismo se hicieron todas posteriormente.  

Ningún miembro de una tribu en la Edad de Piedra sabía que vivía en la comunidad primitiva. Los siervos medievales en época de Carlomagno, o de Ricardo Corazón de León, no hablaban de feudalismo. Tampoco en  los tiempos del premier británico Benjamín Disraeli (1874-1880) nadie se refería a Inglaterra como un país capitalista, no tenía sentido.

Fue solo con el surgimiento del primer Estado comunista en Rusia, en 1917,  que surgieron y se acuñaron los apellidos económicos. Se dio por hecho que había en el mundo dos economías distintas, la capitalista y la socialista (comunista).
Sin embargo, luego de estar 74 años en el laboratorio de la vida práctica para supuestamente llevar a la humanidad al paraíso en la Tierra, aquel modelo económico diferente resultó un total fracaso. Fue declarado inservible por sus propios inventores y recibió sepultura en las murallas del Kremlin.

En Europa fue tirado a la basura, y en China y Vietnam si bien arriba siguieron con sus dictaduras del Partido Comunista, abajo adoptaron  la economía de mercado. Se percataron de que es la única que funciona. Solo las dictaduras jurásicas de Cuba y Corea del Norte siguen sin aceptar la realidad tal y como es.

Así, el marxismo-leninismo pasó a la historia como un experimento fallido. Pero la izquierda más radical insiste hoy en hablar peyorativamente de la economía capitalista cuando ya se sabe que no hay otra.

El supuesto relevo paradisíaco del capitalismo no cuajó por su condición contraria a la naturaleza humana. Por eso tampoco cuajaron los sueños de sociedades perfectas basadas en el colectivismo, desde Platón con su república ideal comunista, hasta Moro con su Utopía, y los de otros ilusos como Campanella, Saint-Simon, Owen, Fourier, Babeuf, Blanqui, hasta hoy, todos enemigos de la propiedad privada, que es el motor económico que mueve al mundo.

Pero la izquierda marxista preservó la costumbre de emplear la palabra capitalista como un estigma, pese a la muerte por causas naturales de la supuesta alternativa socialista. Y a fuer de ser repetida pasó al ADN de la cultura social y política modernas. No importa que se haya constatado que la única forma de economía que funciona, crea riquezas y hace posible el desarrollo social es la de libre mercado, basada en la propiedad privada.

Hablar de economía capitalista es una redundancia

Las leyes naturales que rigen las relaciones productivas entre los seres humanos, si no son asfixiadas por monarquías absolutas, regímenes comunistas, fascistas, populista-nacionalistas, y otros istas estatistas, conforman el único sistema económico natural y lógico.

La economía de mercado es como el pez en el agua. Es lo normal, pese a sus muchos defectos, insuficiencias, contrastes e injusticias, o lo que Alan Greenspan llama "la exuberancia del mercado", que generó la crisis económica de 2008. Por tanto, hablar de economía capitalista es una redundancia. Es como aclarar que alguien que tiene mucho dinero es rico. Eso sobra, una condición va implícita en la otra. Igualmente, el carácter capitalista es intrínseco a toda economía que funciona.

No tiene sentido seguir con los apellidos, y metidos en la trampa marxista. Es lo que le ocurre a quienes, sin saber de qué están hablando y sin proponer una alternativa viable, atacan al capitalismo y lo consideran el ogro causante de todos los males en el mundo. Y para colmo  todavía a estas alturas esos anticapitalistas llevan en el pecho la foto del "Che" Guevara, el fanático estalinista que por encargo de Fidel Castro montó en Cuba el modelo económico comunista que paró en seco el extraordinario avance que venía experimentado la economía cubana desde los años 40 y la hundió en la pobreza que ha hecho de Cuba otro Haití.  

Fue aquel  comandante argentino el artífice junto con Castro de la JUCEPLAN, las empresas consolidadas, el trabajo voluntario para formar el "hombre nuevo", el que sentía placer cuando asesinaba a alguien, según le confesó a su padre en una carta desde la Sierra Maestra. "Me gusta matar", le dijo en su misiva, luego de dispararle un tiro en la sien a Eutimio Guerra, un guía campesino que habían hecho prisionero.

Anarquistas y comunistas "vergonzantes"  

Los anticapitalistas y los anti-neoliberales que en Chile, Ecuador, Perú, Colombia, y ahora también en la Bolivia liberada de Evo Morales, queman, destruyen y siembran el pánico para desestabilizar los gobiernos no procastristas son anarquistas de nuevo cuño, o comunistas "vergonzantes" que rechazan ser llamados comunistas. Esa palabrita les suena a fracaso y está muy devaluada históricamente.

Como sostenía el filósofo y político anarquista francés Sébastien Faure (1858-1942) "cualquiera que niegue la autoridad y luche contra ella es un anarquista". El anarquismo original postulaba la abolición del Estado al considerarlo un monopolio de la fuerza, e implicaba el rechazo a todo gobierno y a toda autoridad impuesta sobre el individuo. El de ahora no se diferencia mucho.

Al final, los anticapitalistas de hoy propugnan el mismo caos de sus ancestros anarquistas, igualmente sin tener claro qué es lo que quieren, con excepción de los procastristas, que pretenden "cubanizar" toda la América Latina, para lo cual cuentan con la fabulosa penetración política e ideológica del castrismo en la región.

A todos los anticapitalistas hay que recomendarles que se pasen una temporadita en Cuba, y a capella, sin dólares en el bolsillo. En pocas semanas se irán espantados de la Isla. Sabrán que el anticapitalismo es un absurdo kafkiano, que la economía de mercado seguirá existiendo quieran ellos o no, y que posibles alternativas futuras, quizás en el siglo XXIII, habrá que ver si acaso funcionan.

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14 comentarios

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En Europa se les llama a estos "anticapitalistas" realmente antisistema, algunos se declaran antifacistas abiertos o "Antifa", y lo común en todos ellos es la movilización activa y violenta contra lo que ellos denominan "derecha reaccionaria" ó "extrema derecha"...Son jóvenes anarquistas, de países capitalistas casi siempre desarrollados, sin clara definición ideológica que no sea luchar contra la autoridad del Estado...Después de que se conocieran los crímenes del comunismo luego de la caída del muro de Berlín, está claro que no se identifican con esa ideología, pero defienden por ignorancia ó por revancha y complejos heredados de sus padres a las degeneradas dictaduras de izquierda, sobre todo las de Latinoamérica...Estoy de acuerdo con la conclusión del artículo, en Cuba no aguantarían ni un mes si no disponen de ingresos en moneda fuerte y conectividad en todas partes...Hipócritas, ignorantes y prepotentes es lo que son esos "anticapitalistas" ó "antisistema"...!

Lo comico de estos llamados anti sistemas es que salen de esas protestas y se van a comer a un mc donalds or burguer king. Y tienen los ultimos modelos de Iphone. Mancha de hipocritas.
Por otro lado, quien rayos le pidio al regimen de la habana que expandiera su funesto sistema por todo el continente? Ya es hora de abrir los ojos y ver el peligro que ese regimen representa para toda america.

Profile picture for user Pavelglez

Que buen articulo

Profile picture for user cubano libre

N/A

Profile picture for user Ares I

@ cubano libre: Hay mucho de realidad en todo esto. Si ves el articulo se habla de modo generalista, no de chile.
Hay un librito genial, que te amplia mucho mas estas ideas : "Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano" de Plinio Apuleyo, Mario Vargas Llosa y Alberto Montaner. Se lo recomiendo: muy profundo, mordaz y con un lenguaje muy fresco e ironico, desmontan todas estas maximas de la izquierda. Incluyendo este tema de la economia.

Es tan universal que en muchos websites te lo bajas gratis. Vale la lectura, de veras.

No entiendo porque dices que el articulo es mierdero. El articulo tiene muy buen punto. El comentario tuyo es que no dice nada.

Profile picture for user Ares I

Un punto que se deja Roberto en el tintero es el siguiente: ese discurso de "novedad politica" es el mismo que nos enseñaron en las clases de marxismo desde los años 60. Luego en USA, sigo viendo ese discurso comunistoide en las universidades como algo muy fresco y cool, a la moda actual, pero es el mismo teque que nos dieron hace 60 años.
La genialidad está en cómo la izquierda lo vende, y montones de mentes jóvenes lo asimilan.
Ahí le ganan a la derecha y a toda esta explicación teórica, muy sensata -y con la que yo mismo comulgo completamente- pero por alguna jodida razón no es "cool", y esos tontos jóvenes no la asimilan....

Profile picture for user Ricardo E. Trelles

// Nunca hablo de "capitalismo" ni de ecomía "de mercado" //
Siempre digo que una sociedad moderna y próspera necesita que su economía funcione con *libertad de empresa*, que, como todas las libertades en la sociedad, deben serguir reglas constructivas y provechosas para todos.
Y de "socialismo" ni hablo. Solo pregunto "¿quéeee es "socialismo"?

Profile picture for user pim-pam-pum

¿Y esos "anticapitalistas" ya dejaron de utilizar móvil? Y supongo que ellos mismos se confeccionarán sus ropas y zapatos. Hay que ser anticapitalista con todas las consecuencias, no conectado a Internet y utilizando "marcas".

Profile picture for user Amadeus

EL anticapitalismo es un fenómeno siempre juvenil. Reside en el hemisferio sur, especialmente en Latinoamérica. No hay anticapitalistas como movimiento en África, China o en Rusia. En Europa están los cuatro iluminados de siempre vendiendo humo embotellado que ellos mismo ni compran, pero que el comunismo y la izquierda cómplice utilizan y manipulan para llegar al poder y cuando llegan nada cambia, porque el establishment no funciona sin la economía de mercado y la libre empresa. La serpiente se muerde la cola.

Profile picture for user Ares I

Amadeus, he escuchado una especie de dicharacho de las universidades venezolanas: " si en primer año (de la carrera) no eres socialista, entonces no tienes corazon. Pero si en quinto año, aun eres socialista, no tienes cerebro"
Claro que es algo de hormonas y juventud....