Las diferencias públicas, expresadas por la dirigente opositora María Corina Machado, deslindándose del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, ahondan la crisis que vive la oposición democrática en Venezuela, sin que se perciba una estrategia clara y de consenso.
El 19 de agosto pasado, Guaidó llamó a un nuevo pacto unitario y emplazó públicamente a diversos líderes políticos, incluso en el exilio como es el caso de Antonio Ledezma (exiliado en Madrid). Dijo que en un plazo de diez días se estaría anunciando una hoja de ruta consensuada. Este 30 de agosto, Guaidó habló de nuevo, pero sin tener el respaldo explícito de los otros dirigentes opositores.
El acercamiento de Guaidó a Machado terminó en lo que se ha catalogado de cortocircuito. Machado y Guaidó se reunieron el 29 de agosto. De forma inmediata, la líder del movimiento Vente Venezuela emitió una categórica carta pública.
Machado le dijo a Guaidó en su carta que "mi deber es enfrentar cualquier agenda de distracción disfrazada de unidad". Machado también se refiere al nombramiento de Guaidó como presidente interino que, según considera, tenía como fin desalojar al chavismo del poder: "El país te dio una tarea que no has podido o querido cumplir", le cuestionó Machado a Guaidó, reconocido como presidente interino por casi 60 países.
Un asunto crucial que se debate en estos días es la agenda política en torno a las elecciones parlamentarias, que pese a diversas irregularidades se estarían celebrando el 6 de diciembre venidero. Guaidó ha dicho que no avalará una "farsa", con lo cual se da por descontado que se llamará a la abstención.
"Abstenerse no basta", indicó por su parte semanas atrás la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en un inédito llamado público a los actores de oposición. Para los obispos católicos es necesario que el liderazgo político trace una estrategia y convoque a la ciudadanía en torno a las votaciones que organiza el régimen.
Tácitamente, Machado sigue apostando a la posibilidad de una intervención extranjera. Su voz tiene bastante fuerza en las redes sociales, pero en términos de opinión pública general su aceptación no alcanza el 10%.
Guaidó, en tanto, luce bastante negativo en las redes sociales, en particular en Twitter, en donde recibe mensajes de descrédito tanto de la oposición radical, que comulga con Machado, como del chavismo. Sin embargo, en los sondeos el presidente del Parlamento sigue siendo la principal referencia como referente político opositor.
El profesor Guillermo Tell Aveledo, al ser consultado por DIARIO DE CUBA, sostuvo que la carta de María Corina Machado "legitima/racionaliza una aspiración de liderazgo propia", y cierra la puerta a la opción de "continuidad administrativa", que se ha ventilado como una estrategia para que Guaidó siga al frente de la Asamblea Nacional después de las elecciones del 6 de diciembre, en las que no participará.
En una respuesta indirecta a Machado, el encargado de negocios de EEUU, James Story, dijo a El Diario, un día después de que se divulgara la carta, que "hay personas que solo piensan en el plan B, que piensan solo en que va a llegar el momento mágico de una intervención militar (…) y esto es muy dañino. Hay muchas personas que lanzan bombas desde el banquillo o al margen de las cosas, con sus ideas fantásticas mientras que el presidente Guaidó sigue construyendo un movimiento cívico, social, político".
Story enfatizó que EEUU y los países de Occidente que respaldan una transición en Venezuela siguen nucleados en torno al liderazgo de Guaidó.
Entretanto, otra papa caliente que le ha lanzado el chavismo a los actores de oposición es la excarcelación de presos políticos, entre los cuales se incluye a una veintena de diputados presos, exiliados o perseguidos judicialmente. Según el régimen de Nicolás Maduro se les ha concedido un indulto.
Todo esto tendrá repercusiones en las fuerzas de oposición, ya que se presume que el líder opositor Henrique Capriles Radonski, dos veces candidato presidencial, estaría negociando esta masiva liberación de presos políticos (un centenar, según los voceros oficiales) como condición previa para inscribir candidatos propios en los comicios del 6 de diciembre.
"El tablero sin duda se está moviendo. Queda claro que el chavismo se ha dado cuenta de que unas elecciones sin opositores reales participando no les serán de utilidad. Habrá que ver hasta dónde se llega y si la Unión Europea, que ha estado presionando por negociaciones, avala las votaciones", comentó a DIARIO DE CUBA un veterano diplomático sudamericano radicado en Caracas.
¡¡Jamás una dictadura totalitaria de derecha o de izquierda suelta el Poder!! ¡¡Hay que sacarlos!!
A plomo limpio Mike.
Este Guaido puede que sea un agenton de los castro. Recuerden que ellos siempre crearon oposicion y disidencia a su manera. El tipo no ha hecho ni va a hacer nada que se salga del libreto que le dieron los de la habana.
Sigan pensando que con elecciones van a sacar a maduro y los cubanos de venezuela.
Si la oposición no se presenta a las elecciones va a pasar lo que ya sucedió estando Chavez: el oficialismo gana el 100% de la Asamblea, y todos los opositores para su casa. Se acabó la "presidencia interina" de Guaido sin "dispararle un hollejo". Todo lo que quiere Maduro.
¡¿ Oposición...?! ¡Já! Protagonismo personal y -en muchos casos- dinero USA o quizás ORO de Maduro.
En Cuba es igual, los opositores quieren protagonismo personal antes que union para tener fuerza y derrotar al régimen. Hace falta unión física, luego derrotar a los regímenes y después cada cual escoge su línea política y la desarrolla.