Un cubano presuntamente capturado por los ucranianos: 'No sabíamos que teníamos que ir a la guerra'

El testimonio de un cubano enrolado en el Ejército de Rusia, presuntamente capturado por tropas ucranianas en la zona de Marinka, en la región de Donetsk, ha sido publicado por un canal de Telegram vinculado con el Ejército de Kiev. El relato es una evidencia más de la contratación de mano de obra extranjera en la invasión rusa.

El prisionero, que se identificó en un interrogatorio como Frank Darío (apellidos incomprensibles), nacido el 6 de septiembre de 1989 en Guantánamo, dijo que había firmado un contrato para trabajar en labores de construcción, a cambio de la ciudadanía rusa y un salario mensual de unos 250.000 rublos, equivalente a más de 2.500 dólares al cambio actual.

Los primeros pasos desde Cuba fueron desde un grupo de Facebook. Un contacto virtual gestionó toda la documentación (incluido pasaporte) para viajar a Rusia. Al llegar al territorio ruso a inicios de este año, pese a no contar con entrenamiento militar en la Isla, según dijo, lo incluyeron en una misión para transportar paneles solares portátiles de energía en una zona blanco de bombardeos.

"En ningún momento nosotros sabíamos que teníamos que ir para la guerra. Veníamos a hacer labores de albañilería. Nos hicieron un contrato en ruso, que nosotros no entendíamos… Cuando te vienes a dar cuenta, estás en un búnker tirando tiros", dijo el cubano.

Según el testimonio, nunca le dijeron claramente cuál era la misión y le hablaban en ruso sin traducción. En la unidad en la que él terminó había 35 cubanos, dijo.

Antes de caer en manos de las tropas ucranianas, estuvo en un bombardeo en la zona adonde fue enviado con otros dos cubanos y tres rusos. Se dispersaron y Frank Darío acabó perdido en un bosque hasta toparse con un soldado ucraniano a quien decidió entregarse sin resistencia.

El relato de Frank Darío es otro testimonio que apunta al reclutamiento engañoso de cubanos y otros extranjeros para el ejército ruso. En el interrogatorio, el cubano dijo que escuchó casos de golpizas a sus compatriotas negados a acatar alguna orden, aunque él no sufrió maltratos de este tipo. En la misión que terminó con su captura recibió un chaleco antibalas, un fusil AKM sin munición y ningún casco de protección.

Este nuevo relato coincide con el modus operandi que denunciaron los jóvenes cubanos Andorf Velázquez García y Alex Vegas Díaz, el caso que destapó la red de captación de carne de cañón en la Isla.

Un reciente análisis publicado en DIARIO DE CUBA, que expone el tráfico desde Rusia con la miseria de los trabajadores y emigrantes de la Isla, advierte que tras la actual avidez de fuerza de trabajo en ese país se ocultaría un ardid para llevar nuevos reclutas a la invasión de Ucrania.

A finales de enero el régimen cubano excarceló a dos de los ciudadanos implicados en una red de reclutamiento de mercenarios para la guerra de Rusia en Ucrania, parte de un grupo de 17 personas detenidas en septiembre de 2023 y bajo investigación. La maniobra fue vendida por el régimen como una acción para neutralizar los alistamientos de decenas de cubanos en las tropas rusas.

El 12 de enero el joven cubano Raibel Palacio Herrera murió a raíz del ataque de un dron en una zona ocupada por Rusia en el este de Ucrania. Natural del municipio santiaguero Songo La Maya y con solo 21 años, Palacio fue reclutado por la parte rusa en noviembre de 2023, según reportó el canal de televisión estadounidense Univision 23 Miami.

Palacio no es la primera vida cubana que se pierde en la cruzada rusa contra Ucrania. Poco antes trascendió que un joven cubano llamado Yansiel Morejón Díaz murió en Ucrania, donde habría estado peleando también en el bando ruso.