Hacía "tres o cuatro" años que Kelvis Ochoa no se presentaba en Madrid. La ciudad es uno de sus hogares. Vivió aquí 14 años, durante su etapa con la banda Habana Abierta, cuando la promoción de la película Habana Blues, y también hizo una parte de su carrera en solitario. Echa de menos al jamón ibérico. Y su lugar preferido de la ciudad es el Gregorio Marañón, donde nació su hija.
Se ha rencontrado con el público que tiene de este lado del Atlántico y lo ha hecho con tres conciertos en el espacio Recoletos Jazz Madrid.
"Estoy bien contento. Reencontrarme con la ciudad, con el país que me dio muchísimo, con el público que tengo. Aquí fui muy feliz, con los españoles, con los cubanos, con los africanos. Regresar tiene que ver con eso, con el ejercicio de cantar, de compartir mis canciones, de presentar nuevas producciones, ir abriendo espacios e ir enseñando a la gente el material nuevo y confrontándolo con ellos. Y por supuesto, tiene que ver conmigo. Tengo una hija madrileña y entonces tiene que ver mucho con la familia. Para mí, España es mi familia", dice en entrevista con DIARIO DE CUBA.
Hace "un año y medio, casi dos" que Ochoa vive en Miami, otra ciudad con la que ha tenido una relación de trabajo por dos décadas. Dice que allí también se siente en casa. Comparte espacio con su madre, familiares, amigos, público. En Miami tiene su discográfica y un espacio donde "compone tranquilamente".
"Yo salí de Cuba en los 90, y aunque no tenga una carrera de canción política, sí son temas sociales donde todo converge, el amor, el pan, la falta de pan, la falta de aceite, la lejanía, la diáspora, el gorrión, el mar, el regreso, la naturaleza, la familia. Mi obra es un conjunto de sentimientos y el más grande que puedes encontrar es el amor. 'Arenas de soledad', por ejemplo, es una canción de separación de una familia, no es una canción política aunque realmente una sentimientos y sensibilidades al respecto. No tengo una carrera política esencialmente hablando, a pesar de que como cantautor haya hecho temas como 'Hace calor en La Habana' o 'Basta que lo digas tú'.
Su decisión de asentarse en la ciudad estadounidense coincide con la crisis migratoria que vive Cuba. En 2023 llegaron a EEUU 153.660 cubanos, un promedio de 420 al día. No son pocos los artistas que han decidido abandonar el país y que hacen estadística en esta ola migratoria.
"Mi residencia en Miami no tiene nada que ver con el contexto sociopolítico. Yo existo a pesar de todo. Yo estoy loco por presentarme en Cuba. En cualquier momento iré y haré mis conciertos, es también mi casa. Mi generación aprendió a hacer su casa allá donde fuere".
La decadencia que sufre Cuba, una de las principales causas de la enorme ola migratoria, ha puesto en debate público la manera en que los artista enfrentan esta situación. ¿Presentarse en Cuba? ¿Visitar a la familia? ¿Enviar remesas? ¿Alojarse en hoteles del Gobierno?
"Antes que nada, me parece que es la responsabilidad de otras personas. Los artistas tampoco somos responsables de esa situación. Los artistas que no quieran vincularse a ese tipo de expresiones también son libres. No lo veo como para emitir una opinión y decir, está mal que vayas a tocar. Bastante mal está la situación como para que encima estemos en eso", considera Ochoa.
El respeto al derecho ajeno es la paz, hasta que los cubanos no nos metamos eso en el cerebro no aprenderemos a ser realmente seres humanos, este señor (artista o no) tiene todo el derecho a decidir con su vida lo que le de la gana y nadie tiene derecho a cuestionarlo, cuanto daño ha hecho Otaola y la banda de subnormales que lo siguen, con todos esos cerebros faltos de carburación.
A ver Menita___ Sus consideraciones morales y éticas son sólo validas para los boy scouts. Después de 65 años de dictadura es una cuestión de solidaridad con los que han sido reprimido y encarcelados en Cuba un poco máa de consciencia. Hombre, usted puede decir lo que le venga en gana que para eso vivimos en democracias y países libres, pero una acititud más digna se ha de esperar de una artista.
Otaola no es mi café, pero ¿que daño es el que ha hecho?
El síndrome de Estocolmo, estos sujetos son más HP que los Marranos marrero y compañia Roma los usa pero los desprecia no tienen decoro ni vergüenza.
Este Ochoa es otro de los zombies de la película del castrismo. La amoralidad de personajes como estos „artistas económicos“, (para no hablar de dignidad que es una categoría superior que desconocen) nos revelan lo que el règimen ha convertido a los cubanos: en marionetas parlantes. Despreciable.
O sea, según dice este señor no parece tener compromiso político o social alguno con nada, sino con sí mismo y su familia, algo así como que “tengo un pie aquí y otro allá, y si hace falta pongo el pie en un tercer lugar. Como artista, no tengo que estar ocupándome de otra cosa que no sea mi creación……” Ay, Cuba!
El esclavo obediente está emocionado por regresar a complacer a los amos que lo desprecian.
🥱😴