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Asia

El futuro de Taiwán, ¿en juego tras las elecciones?

El actual vicepresidente Lai Ching-te parte como favorito en los comicios del próximo sábado, mientras Pekín insiste en los tambores de guerra.

Madrid
Jornada preelectoral en Taiwán.
Jornada preelectoral en Taiwán. E-International Relations

Una posible invasión china y otra explosión de virus respiratorios —Covid-19 incluido— marcan el ambiente taiwanés en los albores de 2024. A nadie extraña que la campaña electoral haya estado dominada, discursivamente, por la incertidumbre sobre el futuro de la isla. Sin embargo, las mascarillas se han convertido en el merchandising predilecto en los actos callejeros, con los colores y rostros de los principales candidatos presidenciales.

A priori, se percibe normalidad y progreso en las ciudades de la isla. Destaca la amabilidad espontánea hacia los extranjeros, una integración oriente-occidente difícil de encontrar en sus vecinos de enfrente. Para ser un país bajo amenaza permanente, no hay presencia militar en las calles, y la policial es ciertamente mínima.

Pero tal escenografía está a punto de transformarse, de cara a los comicios del 13 de enero. En declaraciones a la radio pública, el Ministerio de Defensa dijo que el ejército taiwanés "mantiene un constante estado de alerta ante todo desplazamiento de la armada china, al mismo tiempo que ejecuta un riguroso monitoreo y observación del mar circundante y el espacio aéreo nacional".

En las últimas semanas, "cazas y navíos chinos han realizado recorridos diarios con afán intimidatorio alrededor de la isla". El movimiento defensivo se verá con fuerza en las horas previas y posteriores a las elecciones, cuando el ejército eleve su nivel de alerta y despliegue tropas.

Una cuestión de vida

La supervivencia como país es el monotema de Taiwán. Dicha preocupación domina totalmente el debate político, como evidenció el único debate presidencial televisado.

El actual vicepresidente William Lai (Lai Ching-te), del Partido Democrático Progresista (PDP) y favorito en las encuestas, afirmó que la soberanía y la independencia de Taiwán "pertenecen a sus 23 millones de habitantes, no a la República Popular China".

Lai acusó a su oponente, Hou Yu-Ih, del Kuomintang (KMT) de ser "pro Pekín". El KMT gobernó autoritariamente Taiwán entre 1950 y 1987, la mayor parte del tiempo bajo la dictadura de Chiang Kai-shek. Hou, en cambio, dice que se opone tanto a la independencia como al modelo de autonomía de "un país, dos sistemas" ofrecido por China.

"El Estrecho de Taiwán está al borde de la guerra. Por lo tanto, mantener vínculos con Estados Unidos y al mismo tiempo hacer la paz con China, es la solución al problema", dijo. 

El tercer grupo en disputa es el Partido Popular de Taiwán (TPP), liderado por Ko Wen-je.

Coincidiendo con la campaña, exiliados de Hong Kong recorren Taiwán para advertir sobre las consecuencias del comunismo chino, a partir de sus propias experiencias tras la salida del Reino Unido.

En un documento entregado a DIARIO DE CUBA en la ciudad de Tainán (suroeste), activistas del grupo Hong Kong Walk With Taiwán denuncian que Pekín "engañó con éxito a los británicos" y anuló las libertades en la antigua colonia. En ese sentido, se preguntan: "¿está Taiwán segura de no ser engañada?".

"Hemos huido del autocrático Hong Kong y estamos profundamente asustados y preocupados de que se repita en Taiwán lo que nos pasó. Las políticas de China para erosionar Hong Kong serán repetidas en Taiwán. Instamos a los taiwaneses a no creer en las mentiras de China de 'un país, dos sistemas'", alertaron los jóvenes exiliados.

Mensajes de Año Nuevo

Casi a la par de los fuegos artificiales en el icónico rascacielos Taipéi 101, los líderes a uno y otro lado del Estrecho insistían en sus posiciones.

En la capital taiwanesa, la presidenta Tsai Ing-wen dijo en su mensaje de Año Nuevo que el gobierno "ha mantenido su compromiso de mantener el statu quo y salvaguardar la democracia y la paz" en la nación. La mandataria saliente reivindicó el papel de Taiwán como vigésimo primera economía mundial y sexta en competitividad global.

En Pekín, en un evento similar, el gobernante Xi Jinping prometió que, "sin duda alguna", China "materializará la reunificación" con Taiwán, según la traducción distribuida por la Cancillería. No obstante, medios regionales revelaron que el mensaje original en chino mandarín hablaba de "reunificación inevitable".

Una encuesta reciente de la Fundación Taiwanesa de Opinión Pública revela que el 48,9% de los habitantes de la isla desea la independencia, el 11,8% la reunificación con China y el 26,9%, mantener el statu quo.

Más allá del Estrecho

Para analistas y expertos, el resultado del conflicto es trascendental para la democracia global, pero también para la economía y el comercio, en medio de guerras en Ucrania y Medio Oriente, y después de una destructiva pandemia.

"A ningún pueblo se le debería dar la insostenible opción de elegir entre el sometimiento y la aniquilación. Y si forzamos tales opciones en pueblos libres (…), aumentamos la probabilidad de que otros regímenes tiránicos lleguen a la conclusión de que es posible coaccionar, aterrorizar y someter a sus vecinos", consideró Jean-Michel Cole, asesor del Instituto Republicano Internacional, en un análisis del Centro para la Apertura Democrática en América Latina (CADAL).

En el plano tecnológico, Taiwán lidera la producción de los semiconductores más avanzados del mundo (90%). Christopher Miller, profesor de Historia Internacional en Tufts University (Massachusetts, EEUU), considera que sería "catastrófico" si China invade la isla y obstaculiza la cadena de suministros de chips.

"El impacto en las cadenas de suministro manufactureras mundiales causaría interrupciones en categorías de bienes, desde automóviles hasta dispositivos médicos en todas las regiones del mundo", advirtió el autor del libro La guerra de los chips. La gran lucha por el dominio mundial.

En declaraciones a DIARIO DE CUBA, Miller dijo que el aviso de graves consecuencias económicas podría no ser una barrera eficaz para evitar la guerra: "Durante mucho tiempo, los líderes chinos parecían motivados, principalmente por el crecimiento económico, pero hoy Xi Jinping está más impulsado por el nacionalismo y factores ideológicos, lo que aumenta el riesgo de que el costo de la guerra no sea suficiente para disuadirlo".

Si hay guerra, todos pierden

Un estudio del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, EEUU) desarrolló recientemente 24 posibles escenarios de una invasión a Taiwán. En la mayoría de los casos simulados, Estados Unidos, Taiwán y Japón derrotarían a China y mantendrían la autonomía de la isla.

Sin embargo, la acción defensiva tendría "un alto coste". Según las simulaciones del laboratorio de ideas, Estados Unidos y sus aliados perderían decenas de barcos, cientos de aviones y decenas de miles de militares. Taiwán vería devastada su economía y las elevadas pérdidas dañarían la posición global de Estados Unidos durante años. China, el agresor, también perdería mucho: el hecho de no ocupar Taiwán podría desestabilizar el Gobierno del Partido Comunista.

"Por tanto, la victoria no es suficiente. Estados Unidos necesita fortalecer la disuasión de inmediato", advierte el informe.

En línea similar se pronuncia Francisco Pérez Expósito, profesor emérito de la Universidad de Tamkang (Taiwán): hay que enfrentar el conflicto con el "fomento de los factores de disuasión", "medidas de confianza entre las partes" y "más contactos y cooperación".

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3 comentarios

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Profile picture for user JCAleman

Rusia, China, Iran, Venezuela y Cuba, entre otras tiranias anti occidente, saben que las instituciones de casi todos los gobiernos europeos y de EEUU han sido tomadas por los comunistas y que en Washington son los que mandan al anciano senil que aparece como presidente saludando al aire y caminando sin rumbo.

Esos gansteres socialistas, fascistas y fundamentalistas no son tontos, y estan conscientes que de aquella potencia respetada y temible no queda nada.

Asi que despues de regalarle 84 billones de dolares a los Talibanes en una huida vergonzosa, empantanarse en Ucrania despues de haber asegurado que Putin no invadiria, contemplar globos espias cruzando de costa a costa, abrir las fronteras, permitir bases militares a 90 millas y que les dejaran sordos a decenas de diplomaticos; a pocos les deberia quedar duda que China invadira Taiwan y que la degradacion desde adentro de las democracias occidentales parece irreversible.

"...Rusia, China, Iran, Venezuela y Cuba, entre otras tiranias anti occidente, saben que las instituciones de casi todos los gobiernos europeos y de EEUU han sido tomadas por los comunistas..." Así es sr, pero AMBAS ADMINISTRACIONES son responsables de esta situación, democ-RATAS y republic-ANOS, o me equivoco?.

Profile picture for user padre Ignacio

Es muy facil, llevan mas de año cuquiando a OBaiden, en Ucrania, ha demostrado ser un yema lo cual indica que este año los narras se van a jamar Taiwan, vivir por ver. Si fuera taiwanes ponía pies en polvorosa.