El presidente Xi Jinping prometió el martes impedir que nadie "separe a Taiwán de China de ninguna manera", informó la agencia oficial de noticias Xinhua, citada por Reuters, a poco más de dos semanas de que Taiwán elija un nuevo líder.
China considera a Taiwán, gobernado democráticamente, como territorio propio, a pesar de las firmes objeciones del Gobierno de Taipéi, y ha intensificado la presión militar y política para hacer valer sus reivindicaciones de soberanía.
Taiwán celebra elecciones presidenciales y parlamentarias el 13 de enero, y la forma en que la isla gestiona las relaciones con China es uno de los principales puntos de discordia en la campaña electoral.
Xi participó este martes en un simposio conmemorativo del 130 aniversario del nacimiento del comunista chino Mao Zedong, quien en 1949 derrotó en una guerra civil al Gobierno de la República de China, que huyó entonces a Taiwán. Xi afirmó que "la reunificación completa de la madre patria es una tendencia irresistible".
"La madre patria debe reunificarse, e inevitablemente se reunificará", dijo Xi a altos cargos del Partido Comunista.
China debe profundizar en la integración entre ambas partes, promover el desarrollo pacífico de las relaciones a través del estrecho de Taiwán e "impedir con determinación que nadie separe a Taiwán de China de ninguna manera", afirmó.
La información de Xinhua no mencionó el uso de la fuerza contra Taiwán, aunque China nunca ha renunciado a esa posibilidad. Tampoco mencionó las próximas elecciones.
China afirma que las elecciones de Taiwán son un asunto interno chino, pero que el pueblo de la isla se enfrenta a la disyuntiva entre la guerra y la paz, y que cualquier intento de independencia de Taiwán significa la guerra.
El Gobierno chino ha denunciado repetidamente al favorito para ser el próximo presidente de Taiwán, Lai Ching-te (William Lai), del gobernante Partido Democrático Progresista (PDP), como un peligroso separatista y ha rechazado sus llamamientos al diálogo.
Este miércoles, Pekín arremetió contra Lai, a quien acusó de "empujar" a Taiwán "al borde de la guerra".
Chen Binhua, portavoz de la Oficina para Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado, se pronunció así en respuesta a declaraciones de Lai, quien dijo que si es elegido presidente en las elecciones de enero próximo, las posibilidades de que se declare una guerra entre los dos lados del Estrecho de Formosa son mínimas, reportó EFE.
"La búsqueda de la 'independencia de Taiwán' implica guerra", dijo Chen en una conferencia de prensa citada por la agencia oficial Xinhua.
Según el portavoz, las autoridades del gobernante Partido Democrático Progresista (PDP) de Taiwán "se adhieren obstinadamente a la postura de la independencia, escalando las tensiones y la volátil situación en el Estrecho, y empujando a Taiwán al borde de la guerra".
Agregó que el principio de "una sola China" goza del consenso de la comunidad internacional y que lo correcto es oponerse a la independencia de Taiwán y salvaguardar la paz.
El resultado de las elecciones presidenciales de enero marcará el curso de la política de Taiwán respecto a China, en un momento de crecientes tensiones entre Taipéi y Pekín.
El candidato del PDP encabeza las encuestas, con un apoyo que se mantiene estable en torno al 30% frente a las formaciones opositoras Kuomintang (KMT), y Partido Popular de Taiwán (TPP), que inicialmente iban a concurrir a los comicios como frente unido, pero no lograron ponerse de acuerdo sobre su candidato a la presidencia.
El PDP acusa a Pekín de querer interferir en el resultado de las votaciones mediante presiones tanto militares como económicas.
En octubre de 2022 Xi Jinping afirmó que no descartaba la opción de la lucha armada para conseguir la unificación de Taiwán con China.
"Perseguiremos una reunificación pacífica, pero nunca prometeremos renunciar al uso de la fuerza como opción", agregó el secretario del Partido Comunista Chino antes de definir a China como potencia que promoverá la paz mundial y que "nunca buscará la hegemonía" ni el "expansionismo".
Lo menos que podría hacer la ONU es reconocer a Taiwán como país independiente, pero hoy la ONU es una jungla de comunistas.