El presidente de Argentina, Javier Milei, a menos de dos semanas de haber asumido el poder se juega el futuro de su gobierno de cuatro años. Su proyecto de refundar al Estado argentino con principios liberales, que en la práctica implica modificar o derogar 300 leyes, pondrá a prueba su capacidad de hacer frente al poder peronista enquistado en las instituciones públicas y gremios.
Comunicacionalmente, el nuevo Gobierno separó las medidas de ajuste fiscal, anunciadas por el ministro Luis Caputo este 12 de diciembre, del paquete de reformas diversas en prácticamente todos los ámbitos del Estado argentino bajo la figura del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), una figura legal en Argentina que permite al Ejecutivo decretar leyes, pero que usualmente se ha aplicado en casos donde se agota la posibilidad de acuerdos en el Legislativo.
Para analistas como Claudio Jacquelin, el megadecreto anunciado por el propio Milei este 20 de diciembre no solo está a tono con la propuesta y visión liberal del nuevo presidente argentino, sino que debe verse también como una apuesta política para medir fuerzas con el peronismo y otros factores políticos establecidos, lo que en su campaña Milei bautizó como "la casta".
El DNU se debatirá en el Congreso, donde el nuevo Gobierno depende de otras fuerzas políticas, especialmente los diputados alineados con el expresidente Mauricio Macri (2015-2019), quien respaldó el anuncio de Milei de inmediato, así como con la ministra de Seguridad tanto del Gobierno de Macri como del actual, la excandidata Patricia Bullrich.
En el seno del Legislativo vivirá una prueba de fuego el naciente Gobierno de Milei. El presidente, a través de su ministro del Interior, Guillermo Francos, ha tendido puentes con gobernadores del peronismo y del radicalismo, buscando gobernabilidad y votos de los legisladores más alineados con los poderes regionales. Las direcciones legislativas de peronistas y radicales, desde Buenos Aires, ya han anunciado rechazo al DNU.
El DNU, como las medidas de recorte fiscal anunciadas por Caputo, por otro lado, han encendido una temprana ola de protestas, que si bien no son multitudinarias en estos días navideños, dejan en evidencia que el nuevo Gobierno no tendrá lo que se suele llamar "la luna de miel" de los primeros 100 días de gestión.
Bullrich ha abierto otro frente de confrontación con el peronismo y con las organizaciones de derechos humanos con medidas que limitan y sancionan la protesta en las calles.
Con una pobreza que subió al 40% en el último año y una inflación anual de 160% en noviembre último, antes de que asumiera Milei, la ausencia de protestas en las calles en contra de la difícil situación económica que se profundizó con Sergio Massa, candidato y ministro de Economía del Gobierno de Alberto Fernández, es para los observadores una muestra clara de la dependencia que tienen los gremios y sindicatos del peronismo y de su vertiente del kirchnerismo.
En su mensaje televisado del 12 de diciembre, el ministro Caputo, como antes lo había hecho Milei, enfatizó la necesidad de reducir el gasto público y de eliminar controles sobre la economía. El presidente Milei insistió en su discurso de investidura en la necesidad de un programa de shock en vista de la magnitud de la crisis que heredó su Gobierno.
Caputo anunció la devaluación de la moneda, la reducción del Gabinete de Gobierno (de 18 a nueve ministerios), la no adjudicación de nuevas obras de infraestructura, la eliminación por un año de la publicidad oficial en los medios de comunicación, así como la reducción de subsidios a la energía y al transporte, afectando al transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires, entre otras.
El conjunto de diez medidas está destinado a reducir el déficit fiscal de Argentina, que según el nuevo Gobierno es el causante de la alta inflación y la pobreza que padece el país.
Este 20 de diciembre, el mensaje público lo encabezó Milei e insistió en la necesidad de reemplazar el modelo heredado por el peronismo. "El Producto Interno Bruto per cápita es 15% inferior al del 2011, un tercio de los trabajadores formales son pobres, tenemos una tasa de desempleo baja pero que se explica con empleo precario y salarios reales miserables, y seis de cada diez chicos entre cero y 14 años son pobres", dijo el mandatario.
"Esa es la tragedia que estamos viviendo producto de un modelo político y económico que atenta contra la libertad. Nada es más importante que revertir esa tendencia trágica que hipoteca nuestro futuro", sostuvo el presidente en la presentación que hizo, que se centró en un conjunto de 30 leyes que deben ser derogadas o modificadas, pero que fueron solo el abrebocas del documento completo de lo que pasó a conocerse como el megadecreto.
"Te mintieron durante 80 años, ayer te dijeron toda la verdad en diez minutos", escribió en sus redes sociales el fundador de Mercado Libre, Marcos Galperin, en evidente respaldo a Milei luego de su mensaje de este miércoles. Mercado Libre es una de las principales empresas privadas de Argentina.
Este jueves, en tanto, pronunciamientos de la Asociación Empresaria Argentina, la Unión Industrial Argentina y la Cámara Argentina de Comercio respaldaron al DNU que ha propuesto Milei para una reforma a fondo del Estado en este país sudamericano.
Entre las medidas más polémicas está la modernización del empleo, apuntando el DNU a reducir las indemnizaciones y ampliar el periodo de prueba de los trabajadores de tres a ocho meses. Además, permite el despido si el empleado bloquea o toma su establecimiento de trabajo. En materia de precios, Milei se propone liberar todas las restricciones de precios, afectando no solo a los alimentos, sino también a las tarifas de las empresas de medicina privada que son usadas por la clase media principalmente.
Con el DNU, por otra parte, se deroga la Ley de alquileres. Los contratos entre las partes serán libres, regidos por el código de comercio. Incluso se permitirá a los arrendadores cobrar en dólares, algo que ya ocurre en la práctica en Buenos Aires. Asimismo, con el megadecreto de Milei "queda prohibido prohibir las exportaciones", tal como dijo el mandatario. Su propuesta "reforma el código aduanero para facilitar el comercio internacional", señaló.
El DNU también transforma a todas las empresas estatales en sociedades anónimas "para su posterior privatización". Y junto a eso, deroga la ley que prohibía las privatizaciones. La propuesta de refundación del Estado del nuevo Gobierno deroga la Ley de tierras, una norma que ha limitado la concentración y la posesión de tierras en manos de extranjeros, en particular las rurales.
Si bien los poderes fácticos, tanto políticos, empresariales o sindicales, ya están posicionados a favor o en contra de lo que propone Milei, la gran interrogante gira en torno a si la sociedad, el argentino común, le dará respaldo o no a estas reformas tan amplias y diversas.
Milei justamente se hizo de la Presidencia logrando el voto de la gente, incluso de peronistas, con un mensaje en el cual claramente manifestó que habría cambios importantes en el país si él llegaba a la Presidencia. Lo que está en juego es si ese apoyo ciudadano se mantiene de forma mayoritaria cuando se vivan las primeras consecuencias de desmontar un Estado asistencialista, tal como promovió el peronismo.
En su investidura Milei dijo que vendrían meses duros para la población y que luego se vería el fruto de tal sacrificio. La interrogante que rodea los espacios de discusión y análisis es si habrá comprensión del ciudadano medio sobre las medidas que se están adoptando y, sobre todo, por cuánto tiempo antes de ver resultados favorables en su vida cotidiana.
Si Milei quiere un gobierno sin obstáculos, debe romper relaciones con Cuba.
El autor como socialiston de DDC le tira al Trump argentino, pues si no,los grants no le caen....
Ojalá las reformas del nuevo Presidente, elegido por su pueblo, puedan levantar aquél país que tuvo una super economía, el país de la carne de vacuno, del Tango y el Fútbol, aquella Argentina que en los 70's nos llenó de Chevys, Ford Falcon y Peugeot's (que Labana nunca pagó).........Buenos Aires, me contó mi tío, era cómo pasearse por NYC, el populismo que impulsó Perón condujo a Argentina a la ruina, populismo que derivó a la izquierda letrinoamericana, la cuna de verdaderos extremistas y ladrones.
Es una lástima, que el país que algún día fué, se fué por el tragante del inodoro.
El país que fue, se fue. Me gusta este juego de palabras. Se puede aplicar a Cuba.
Los mejores deseos para Milei y los argentinos. Viva la libertad, carajo!