El canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, solicitó formalmente este viernes al Gobierno cubano la entrega de Víctor Orlando Cubides, alias "Pablo Tejada" o "Aureliano Carbonell", e Israel Ramírez Pineda, alias "Pablo Beltrán", informó El Espectador.
Los dos comandantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) participaron en la mesa de negociación con el Gobierno y aún se encuentran alojados en la Isla.
La petición se realizó a través de la embajada de Colombia en La Habana, y responde a la solicitud del Juzgado Cuarto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Antioquia, "ya que los requiere para que paguen una condena en su contra de 40 años de prisión por los delitos de rebelión, terrorismo, homicidio simple, múltiple y lesiones personales múltiples", expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Se trata de otro llamado más que hace Bogotá a La Habana para que entregue "a la mayor brevedad a las autoridades colombianas a los miembros de la organización criminal", afirmó Trujillo.
En julio y septiembre el canciller reiteró esa solicitud, incluso esperando una respuesta de las autoridades de la Isla. Días antes de la Asamblea General de la ONU, el Ejecutivo colombiano afirmó que en el marco de ese evento denunciaría al Gobierno cubano por no entregar a los dos prófugos de la justicia.
Luego, durante el encuentro mundial de mandatarios, las tensiones entre ambos Estados en torno a este tema se evidenciaron nuevamente cuando Trujillo se reunió con Bruno Rodríguez, su homólogo.
"Quedaron en evidencia nuevamente las profundas diferencias que tenemos sobre muchos temas que interesan a Colombia. Volví a fijar la posición en relación con Venezuela, con la crisis migratoria, con el esfuerzo que continuará haciendo Colombia para crear condiciones que permitan que el hermano pueblo de Venezuela vuelva a vivir en democracia y libertad", aseguró el canciller.
Desde Miami, EEUU, el presidente Iván Duque lanzó casi un ulttimátum diplomático a La Habana, a raíz de su silencio, pese a los múltiples llamados colombianos.
"Cuba tiene que preguntarse qué prefiere, la relación con Colombia o la relación con los criminales. Yo espero que si en algo se valora una relación con Colombia, se proceda con la extradición de los delincuentes", dijo en conversación con el periodista argentino Andrés Oppenheimer.
Al mismo tiempo, la solicitud de extradición, por parte del Ejecutivo, de los delegados de paz del ELN ha sido motivo de críticas, pues desconoce los protocolos firmados entre la insurgencia, el Estado colombiano y los países garantes, para poner en marcha la mesa de diálogos de paz en la Isla desde 2018.
Colombia tiene muchísimas razones legitimas para romper relaciones diplomáticas con Cuba. Pero la entrega de los negociadores no es una de ellas. El gobierno colombiano facilito la salida de esos negociadores y estableció unos protocolos para saber qué hacer si las negociaciones se rompían. Cuba, que históricamente ha funcionado como auxiliadora de la guerrilla, esta vez fue invitado por el gobierno colombiano cómo garante. Es decir, alguien que da garantías para el cumplimiento de acuerdos. El ELN no mostró voluntad de paz y la negociación se rompió. Estaba previsto. El atentado a la escuela de policía fue el pretexto. Los motivos eran muchos. El gobierno colombiano estaba comprometido a garantizar el regreso de los guerrilleros a su selva. No cumplió. Cuba no los puede entregar sin faltar a su palabra de garante. El presidente Duque no espera que los entreguen, solo quiere mostrar dureza con la guerrilla para la política doméstica. Que rompan o continúen relaciones es irrelevante.
También vienen detrás comentarios confusos como, "la solicitud de extradición, ha sido motivo de críticas, pues desconoce los protocolos firmados entre la insurgencia, el Estado colombiano y los países garantes"
Eso quiere decir que el ELN, como es especial, se puede literal y públicamente defecar en esos protocolos, que incluian deponer armar y detener narcotráfico, pero el estado colombiano tiene que seguir haciendo de estupido políticamente avergonzado y cumplir a rajatabla.
El que escribe este final ¿está con los indios o con los cowboys?
Los protocolos de ruptura no incluían deponer las armas ni desmontar el narcotrafico, lealos y verá. Se negociaba la deposición de las armas y todo lo demás, se negociaba, el único acuerdo era negociar y eso no llegó a ningún lugar, en parte porque el ELN no ha mostrado una voluntad clara. Nunca una negociación con el ELN ha tenido resultados positivos aunque lo han intentado muchas veces. Pero ese es otro cuento.
Que alguien me ayude si me equivoco, pero creo que los ultimátums colombianos van por tres. Y eso no va con el concepto del término. Es uno solo o no es. Vamos a llamarlos mejor "advertencias" o regañinas.
Yo me pregunto cuál es el problema de no romper relaciones con la Habana y continuar en el paño tibio y lo "políticamente correcto". Al duque le siembran 80 segurosos cubanos desde Venezuela y le viran la tortilla como al Lenin. Lo mejor es que acaben de hacer algo contundente contra Raúl y pararle las patas.
Me sigo preguntando cuál es la ganancia de Colombia al mantener relaciones con Raúl para seguir enviando 3, 6, 10 y 25 "ultimátums"