Con los pies destrozados: cubanos sin zapatos para trabajar

Durante décadas, la escasez de zapatos (o de comida, viviendas, medicamentos y ETCÉTERA) nunca ha sido resuelta en ese país. Las historias individuales pueden ser muchas y diversas, desde zapatos remendados, prestados, más chicos o más grandes que la talla de la persona, soportar un clavo que se salió de un tacón de tantas veces que se intentó solucionar, hasta colas interminables para adquirir un par si se tenía suerte de que no se acabaran a mitad de la cola. Esa situación no es comparable con la de ningún país, porque si es necesario hasta en una tienda de segunda mano se pueden encontrar zapatos adecuados, o se regalan en centros de caridad. Para no hablar de hongos u otras afecciones porque los medicamentos existen, su curación solo depende de las posibilidades y sobre todo la voluntad de los individuos de utilizar las vías donde se adquieren o procuran.

Vamos a ver: Si es por hablar de pies, aquí en Miami los hay igual o peores que los de esa imagen con onicomicosis, onicogrifosis y epidermofitosis. Es más, hasta con mal perforante plantar rodeado de moscas se pueden ver.
A las mismas manifestaciones en contra del régimen de la Habana que se realizan en el Versalles llegan esos pies. Eso sí, van con una chancleta Tommy Hilfiger o Nautica, que es lo que realmente hace la diferencia.

Yo iba al Instituto con los zapatos que me dejó una amiga de mi madre, ella tenía el pie un poco más pequeño que yo, pero no había otra opción, en esa época por la libreta vendían un par de zapatos al año y en una adolescente que aún estaba creciendo eso era muy poco, años después mi sobrina clavaba todas las noches los zapatos que tenía para ir a clases, y veo que la historia sigue e incluso ha ido a peor. Como dijo el comentarista anterior, China hace zapatos baratos ¿Por qué el gobierno no se gasta un dinero y les compra zapatos?

-----------ESCLAVITUD COMO EN EL SIGLO XII.------------El régimen no puede proveer de zapatos chinos que cuestan solo $4 el par. Bueno, nunca se ha visto que a los esclavos les den zapatos.

Son historias que nos han tocado a todos y las razones por las que fuimos reprimidos, castigados y terminamos felizmente en el exilio. Hay poco que agregar después de 60 años.