La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) no habría podido certificar adónde fueron a parar unos 40 equipos de protección personal (PPE) para bomberos que envió al Gobierno cubano tras el devastador incendio de la base de supertanqueros de Matanzas, publicó El Nuevo Herald.
"La USAID no respondió preguntas sobre adónde fueron los uniformes o cuál era su destino final en Cuba. La agencia simplemente no lo sabe", dijo un asistente del Congreso al diario miamense.
"También existe una preocupación en el Congreso de que esta es una desviación radical de la práctica bipartidista por décadas de no canalizar la asistencia humanitaria de Estados Unidos a través del régimen cubano, sino a través de ONG independientes u organizaciones humanitarias", añadió.
La USAID decidió enviar los PPE tras responder positivamente a una solicitud del Gobierno de La Habana, de acuerdo con una actualización sobre la coordinación entre ambos gobiernos respecto al devastador incendio de agosto en los depósitos de combustible de Matanzas, enviada por el Departamento de Estado al Congreso estadounidense a mediados de septiembre. Un asesor demócrata la facilitó a DIARIO DE CUBA entonces.
Durante un encuentro virtual que tuvo lugar el pasado 24 de agosto y que fue descrito como productivo en el mensaje del Departamento de Estado, los expertos cubanos hicieron una presentación detallada de la información conocida hasta el momento sobre la catástrofe y terminaron con una lista de preguntas y peticiones sobre saneamiento, manejo de desechos, muestreo medioambiental, evaluación de los impactos en la salud humana y gestión de riesgos.
En respuesta a la petición del Gobierno cubano de ayuda para conseguir equipo de protección personal de bomberos, trascendió entonces que la USAID estaba en el proceso de conseguir y proporcionar 100 juegos de abrigos, pantalones, guantes, botas y cascos resistentes al fuego para los bomberos de la Isla.
El Departamento de Estado y la USAID transfirieron 43 juegos de equipo de protección personal para la brigada de bomberos cubanos el 13 de septiembre y planeaban entregar los 57 juegos restantes cuando estuvieran disponibles.
El régimen suele acusar de mercenarismo a los periodistas independientes y activistas que reciben financiamiento de la USAID, a la que los medios subordinados al Estado cubano acusan de ser una tapadera de la CIA y de promover la desestabilización en la Isla.
Ahora, el régimen también recurre a la agencia que canaliza parte de la ayuda internacional estadounidense y es la mayor donante a nivel mundial, para que los bomberos cubanos estén mejor protegidos al enfrentar un incendio como el que ocurrió el 5 de agosto en Matanzas y en el que murieron 17 personas, entre ellos varios jóvenes que pasaban el Servicio Militar obligatorio.
Aunque el Gobierno cubano no parece tener reparos en recibir ayuda de la USAID, hasta el momento no ha transcendido ninguna información al respecto en los medios estatales.
Los están vendiendo en Ebay.
O los han triturado y vendido como material para reciclar.
Todo antes que aprovecharlos para salvar "vidas patriotas", esas mismas que las de los inexpertos soldados de reemplazo perdieron.