Un cubano que resultó lesionado en el incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas y permanecía hospitalizado falleció este domingo 2 de septiembre, con lo que el número de víctimas mortales provocadas por el siniestro ascendió a 17, según el más reciente reporte del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Aunque el informe del MINSAP no ofrece detalles sobre el fallecido, publicaciones en redes sociales revelaron que se trataba de Omar Ravelo Quesada, de 63 años y chofer de un camión cisterna de la Unidad de Construcciones Militares de Bauta, en la provincia de Artemisa, donde se le rindió honores este lunes 3 de septiembre.
"Hoy 3 de octubre en el Municipio Bauta Artemisa se le rindió honores a Omar Ravelo Quesada uno de los héroes del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas. Partió al Olimpo de los mártires de la Historia. Recibió ofrenda floral del general de Ejército y del presidente de la República", informa una publicación en la página de Facebook Continuidad Artemiseña.
En otra publicación en la misma red social, el usuario Hanry Levya, quien habría sido yerno del fallecido, criticó que Ravelo Quesada fue "sin condiciones y con una pipa de agua" y "sin pensarlo" a apagar la explosión que estalló el 5 de agosto.
Ravelo Quesada se encontraba ingresado en el Hospital Calixto García, de La Habana, y habría fallecido a causa de un paro cardiaco, del que los médicos no consiguieron sacarlo, de acuerdo a declaraciones ofrecidas por un trabajador del centro hospitalario al medio independiente 14 y medio.
La misma fuente aseguró que el paciente ya presentaba "una falla importante de varios órganos, incluyendo riñón, sistema digestivo y respuesta inmune, que puede pasar en casos así".
La opinión ofrecida a DIARIO DE CUBA por un experto, tras el incendio, apuntaba a que los trabajadores enviados a enfrentar el incendio fueron en realidad víctimas y varias de las muertes pudieron ser evitadas.
Amauris Betharte Chapeaux, ex inspector de Seguridad Química, opinó que uno de los mayores fallos del siniestro radicó en "las respuestas de emergencia".
El experto explicó que, según las normas estándares internacionales, en este tipo de instalaciones deben haber al menos dos bombas, una de agua y otra de espuma, y al menos una se debe activar automáticamente.
El otro factor decisivo para Betharte Chapeaux es "la preparación del personal", ya que "instalaciones como esta deben contar con un equipo de bomberos propio", puesto que deben estar muy bien preparados y "mostrar un grado de especialización para atender este tipo de situaciones". Algo que obviamente no se cumplió en esta tragedia, ya que se encontraban prestando labores jóvenes reclutas sin la suficiente preparación. Lo que "ha causado la mayor cantidad de víctimas".
"Si se hubieran tenido los equipos y toda la técnica contra incendios necesaria, ellos no hubieran estado allí cuando la segunda explosión, e incluso se pudo haber evitado esa segunda explosión", opinó.
"Los mandaron a un suicidio", señaló Betharte Chapeaux, quien recalcó que era imposible apagar el incendio con mangueras de agua, como las que se han visto en las imágenes difundidas en los medios oficiales.
Poco más diez días antes de la muerte de Ravelo Quesada, la esposa de otro chofer herido en el incendio denunció que se habían olvidado de él. Se trata de Yasmani Villalonga Villalonga, quien permanece reportado de grave en el Hospital Hermanos Ameijeiras con quemaduras de tercer grado, informó la emisora de radio local Radio 26.
El reporte de la periodista oficial Yunielis Moliner Isasi explicó que Noemí (la esposa del lesionado), "nota la ausencia de esas llamadas sanadoras, del detalle y de la acción de quienes deberían estar más atentos por la evolución y situación de su familia."
Moliner Isasi consideró que Noemí "no tiene pelos en la lengua para decir que siente que Matanzas se ha olvidado de Yasmani Villalonga Villalonga".
Las condecoraciones a los fallecidos en el incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas fueron las últimas noticias oficiales que trascendieron relacionadas con el siniestro. A más de un mes y medio del desastre, el Gobierno cubano no ha publicado ningún informe de daños, o probables causas que hayan condicionado el desenlace del mayor incendio de la historia de Cuba.
La falta de una explicación oficial sobre los detalles que rondan a accidentes como este es una prueba de la desprotección que sufre el cubano ante la imagen impoluta que se empeña en mantener el régimen, a pesar del caos que reina en la Isla.
De acuerdo al citado reporte del MINSAP, del total de 146 de personas lesionadas el incendio, 17 fallecieron, 123 pacientes se encuentran de alta médica y seis, todas de sexo masculino, continúan hospitalizadas. Tres son reportadas como graves y otras tres están de cuidado.
