Un decreto firmado esta semana por Vladimir Putin, que ordena la deportación de ucranianos residentes en los territorios ocupados que no se acojan a la nacionalidad rusa, viola el derecho internacional, dijo el viernes 21 de marzo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Kiev, Heorhii Tykhyi.
"Hacemos hincapié en que estas deportaciones y las persecuciones son parte del genocidio político contra el pueblo ucraniano", dijo Tykhyi, citado por el medio The Kyiv Independent.
De acuerdo con el decreto de Moscú, los ciudadanos ucranianos que residen en Rusia y los territorios ucranianos ocupados deben abandonarlos antes del 10 de septiembre de 2025 o "regular su estatus legal".
El decreto intensifica los esfuerzos de Moscú para rusificar las áreas conquistadas presionando a los ucranianos para que acepten pasaportes rusos o forzándolos a salir, mientras se alienta a los ciudadanos rusos a mudarse a esas zonas anexadas por la fuerza.
El decreto de Putin también ordena que todos los "ciudadanos extranjeros y apátridas" que residan en los territorios ocupados deben someterse a exámenes médicos para detectar el uso de drogas y enfermedades infecciosas antes del 10 de junio.
Tykhyi denunció el decreto como nulo y sin efecto, calificándolo como un paso más en la campaña rusa de discriminación, persecución y desplazamiento forzado de ciudadanos ucranianos.
El portavoz también dijo que la decisión contradice las afirmaciones de Moscú de que está listo para una solución pacífica, y socava las iniciativas para establecer la paz.
"El Kremlin está demostrando una vez más que su verdadero objetivo es destruir al Estado ucraniano y perseguir a sus ciudadanos", dijo el funcionario.
Dado que Rusia continúa ocupando aproximadamente una quinta parte del territorio de Ucrania, se espera que el destino de estas regiones sea un tema importante en las negociaciones de paz impulsadas por Donald Trump.
Por su lado, Volodímir Zelenski ha dicho que las cuestiones territoriales estarán entre los aspectos más difíciles de cualquier negociación y reiteró que Ucrania no reconocerá el dominio ruso sobre su tierra.
Desde 2014, las denuncias de abusos, torturas y represión en los territorios ucranianos ocupados por Rusia han aumentado, escalando después de la invasión a gran escala, en 2022.
