En una muestra inédita a la fecha de alineación, Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y Reino Unido lanzaron en simultáneo sanciones contra el régimen venezolano este mismo 10 de enero, en respuesta diplomática al acto de juramentación de Nicolás Maduro como gobernante de Venezuela para el período 2025-2031.
Se trata de sanciones individuales contra altos jerarcas de un régimen ya previamente sancionado por Occidente, pero analistas destacaron el carácter orquestado de las medidas, que podría ser el primer paso de una política concertada entre Washington, Ottawa, Bruselas y Londres para hacer frente a la decisión de Maduro de perpetuarse en el poder pese a no tener el respaldo popular.
Junto a sus colegas de Cuba y Nicaragua, Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega, Maduro se juramentó este viernes como gobernante pese a que no pudo mostrar resultados desagregados y verificables de las elecciones presidenciales, en las que, como quedó en evidencia el 28 de julio pasado, según las actas electorales que recabó la oposición, se registró un triunfo del exdiplomático Edmundo González Urrutia.
Desoyendo diversas advertencias de países occidentales y solicitudes de países que otrora fueron aliados, como Brasil y Colombia, Maduro siguió adelante en los últimos meses teniendo como norte juramentarse este 10 de enero, fecha pautada por la Constitución. Se apoyó para ello en el control que tiene su Gobierno sobre el resto de instituciones públicas y el respaldo, hasta ahora irrestricto, que le han dado los uniformados (militares y policías).
Los anuncios de nuevas sanciones sobre los jerarcas del régimen venezolano no despertaron entusiasmo entre la ciudadanía, al menos en la red social X, donde abundaron comentarios señalando que ya el grupo que controla el poder en Venezuela "se ha acostumbrado a vivir con sanciones".
Las medidas, que incluyen limitaciones para viajes, manejo de cuentas bancarias y otras restricciones, afectan a un grupo de 15 funcionarios del chavismo, incluidos miembros del Consejo Nacional Electoral y de las fuerzas de seguridad.
El Gobierno de Canadá, que había puesto en pausa esta política, dijo al imponer nuevas sanciones que "demuestran un mensaje de solidaridad con el pueblo venezolano. También contribuyen a los esfuerzos internacionales en curso para defender los derechos humanos en Venezuela y mantener la presión sobre el régimen de Maduro".
Por su parte, Bradley Smith, subsecretario interino del Tesoro de Estados Unidos, afirmó en un comunicado que "Estados Unidos, junto con nuestros socios afines, se solidariza con el voto del pueblo venezolano por un nuevo liderazgo y rechaza el reclamo fraudulento de victoria de Maduro".
En coordinación con Londres, Washington y Ottawa, en Bruselas, la Unión Europea se adelantó algunas horas y fue el primero en anunciar sanciones este 9 de enero.
El Consejo de la Unión Europea se basó en el Reglamento de Ejecución (UE 2025/44), mediante el cual amplía su lista de sanciones contra funcionarios que avalaron irregularidades en la elección presidencial del 28 de julio pasado, que "han socavado la democracia y el Estado de Derecho" en este país sudamericano.
El periodista Ewald Scharfenberg, director del portal Armando.Info, por su parte, destacó como hecho notable —además de la coordinación— el carácter demócrata del Gobierno de Estados Unidos y la condición laborista de la administración británica, que usualmente habían puesto en duda la efectividad de las sanciones para restablecer la democracia en Venezuela.
"Aunque se fantasee con una acción armada, la verdad es que existen muy pocas herramientas diplomáticas para hacer frente desde la comunidad democrática internacional a un gobierno que apuesta por perpetuarse en el poder, sin importarle que el pueblo le haya votado en contra", sintetizó con frustración un veterano diplomático sudamericano radicado en Caracas desde hace muchos años.
Washington, además de coordinar acciones con sus pares en el marco de las sanciones individuales, dobló su apuesta y llevó a su tope las sumas ofrecidas como recompensa para la captura de Nicolás Maduro, así como de sus ministros Diosdado Cabello (Interior) y Vladimir Padrino López (Defensa).
Este 10 de enero, el Gobierno de EEUU aumentó a 25 millones de dólares la recompensa por información sobre Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, y anunció una recompensa de 15 millones de dólares por información que lleve al arresto del ministro de defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López.
DIARIO DE CUBA tuvo conocimiento de que en las conversaciones secretas que el chavismo sostuvo con el Gobierno de Joe Biden a lo largo de 2023, una de sus exigencias fue que se retiraran este tipo de anuncios, que coloca a los señalados cual delincuentes. Si bien Washington nunca deshizo esto, lo había dejado en segundo plano y este 10 de enero decidió potenciarlo como parte de su estrategia.
Por otro lado, los sucesos que precedieron al 10 de enero, como fue la detención y posterior liberación de la líder opositora María Corina Machado, tuvieron impacto en Estados Unidos, llevando a un giro importante en la posición que sostenía el presidente electo Donald Trump sobre la deriva autoritaria en Venezuela.
Esa detención y posterior liberación de María Corina Machado, más allá de cómo el chavismo construya su narrativa para justificar lo que pasó, terminó por empujar una decisión en Estados Unidos que cambia el tablero internacional para Nicolás Maduro, por más que se juramente este viernes sin haber podido hasta ahora demostrar que ganó el 28J.
Trump, quien había evadido referirse a Venezuela tanto en la campaña como en los dos meses que han transcurrido tras su elección en noviembre de 2024, finalmente habló, empujado por la errada decisión que se tomó en el seno del chavismo de detener a Machado.
Su reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela y su respaldo tanto a este como a la propia Machado, exigiendo además respeto a su vida y su integridad física, resultaron un notable espaldarazo del actor político y diplomático de mayor poder global a partir del 20 de enero.
"La gran comunidad venezolana-estadounidense en Estados Unidos apoya abrumadoramente una Venezuela libre, y yo los apoyo firmemente". Tal frase en boca del presidente electo podría tener consecuencias en decisiones del nuevo Gobierno, según observadores. Trump impulso en 2019 una política de presión máxima contra Maduro, que además de las restricciones individuales incluyó sanciones financieras y operativas contra la estatal Petróleos de Venezuela, así como contra el banco central del país y otras empresas del Estado del sector minero.
Si no hay intervención militar para un cambio de régimen, todo es pura PAJA ...