La guerra entra Rusia y Ucrania, a partir de la invasión del primer país sobre el segundo, ha estado marcada no solo por las actuaciones bélicas en el campo de batalla. La propaganda, la desinformación y las alianzas estratégicas han tenido un papel preponderante, así como los ciberataques, llevados a cabo por ambos bandos. Así, en la noche de este 19 de diciembre el Kremlin lanzó "el mayor ciberataque externo de los últimos tiempos contra los registros estatales de Ucrania", informó el medio especializado Xataka.
"Como resultado de este ataque dirigido, el funcionamiento de los registros unificados y estatales, que están bajo la jurisdicción del Ministerio de Justicia de Ucrania, ha sido suspendido temporalmente", dijo Olha Stefanishyna, vice primera ministra de Ucrania.
La funcionaria agregó que "este ataque ha sido realizado por los rusos para interrumpir el funcionamiento de una infraestructura críticamente importante para nuestro país". El sistema atacado recopila información vital de buena parte de los ciudadanos ucranianos: nacimientos, defunciones, matrimonios o el registro de sus propiedades.
Aunque Kiev asegura que no se perdieron datos sensibles tras el ataque, las autoridades del país indicaron que restaurar la plena capacidad del sistema puede llevar hasta dos semanas. A pesar del éxito de la operación, Rusia no ha hecho comentarios sobre el tema.
"Después de completar la restauración se llevará a cabo un análisis exhaustivo del ataque para aumentar la protección contra amenazas similares en el futuro", dijo Stefanishyna. "En tiempos de paz este registro es esencial, pero durante una guerra la información que contiene es crítica", agregó.
Además, los servidores de respaldo de los registros unificados y estatales de Ucrania, ubicados en Polonia, también habrían sido atacados, aunque esta afirmación, hechas por el grupo de hackers "XakNet Team" en Telegram, no fue verificada por la vice primera ministra.
El ciberataque coincidió con un intenso bombardeo de misiles balísticos sobre Kiev, amplificando aún más su impacto. Las autoridades ucranianas creen que estas acciones son parte de una estrategia coordinada para sembrar pánico entre los ciudadanos y desestabilizar al Gobierno, como parte de la estrategia de guerra híbrida seguida por el Kremlin.
Los ciberataques, aunque no vayan dirigidos contra instancias estratégicas militarmente, como una central nuclear, la red eléctrica o un aeropuerto, demuestran la vulnerabilidad de la red de inteligencia del rival. "Todo parece indicar que Rusia quería alterar el funcionamiento de Ucrania de una forma inédita, y en cierto modo lo ha conseguido", destacó Xataka.
Este ataque es el más grande y el más reciente, pero, a lo largo de casi 34 meses de guerra, instituciones tanto ucranianas como rusas han sido objeto de graves ciberataques. Estos incluyen acciones tecnológicas contra la infraestructura energética y los sistemas financieros de Ucrania, así como un ataque masivo al proveedor de telefonía móvil ucraniano Kyivstar en diciembre de 2023 y una serie de ataques a ministerios rusos en junio pasado.
Los contactos entre Moscú y el régimen cubano sobre ciberseguridad han sido frecuentes, opacos y sostenidos en el tiempo, según una investigación de la revista independiente YucaByte publicada en 2023. Esta colaboración estuvo marcada, a partir de 2017, por los encuentros entre el coronel Alejandro Castro Espín, quien fue jefe de la Contrainteligencia cubana y de la Comisión de Defensa y Seguridad Nacional antes de pasar a un segundo plano luego de los supuestos ataques sónicos contra diplomáticos de EEUU en La Habana, y Nikolái Pátrushev, exagente de la KGB y entonces Secretario del Consejo de Seguridad de Rusia.
Es una guerra, no es un juego de marchicha