Sheinbaum establece récord de popularidad al acercarse a su primer trimestre en la presidencia de México

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, marcó un récord al tener el nivel de popularidad más alto para un mandatario mexicano en su primer trimestre de gestión en las últimas cuatro décadas, colocándose incluso por encima de su padrino político, el ahora ex jefe de Estado Andrés Manuel López Obrador.

La mandataria de 62 años, según observadores políticos, tiene un discurso más abiertamente izquierdista que López Obrador, quien por lo general reivindicó banderas de corte nacionalista junto a tesis de izquierda. De acuerdo con un sondeo encargado por la edición mexicana de El País, Sheinbaum alcanzó una aprobación récord de 76%, en un estudio de opinión pública difundido este 19 de diciembre, a escasos 12 días de que cumpla su primer trimestre en el poder.

La popularidad de la presidenta mexicana "se mantiene en niveles altísimos", indicó El País y destacó que, en ese 76% de la población que aprueba su gestión, no se evidenciaron diferencias significativas por edad, sexo o nivel de estudios.

Si se le compara con estudios similares, la popularidad de Sheinbaum incluso supera a quien tenía hasta ahora el récord. El conservador Vicente Fox, quien en 2000 puso fin a décadas del control político del Partido de la Revolución Institucional (PRI) tuvo 70% de aprobación al cumplir su primer trimestre en el poder.

Simbólicamente, aquel Gobierno marcaba un cambio de época y tuvo también un apoyo alto, más allá de los que votaron por Fox. Tal cosa ocurre ahora con la primera presidenta en la historia de México.

Luego de Sheinbaum y Fox, el presidente con más alta popularidad en los primeros meses de gestión ha sido justamente el padrino político de la actual jefa de Estado. López Obrador tenía un 67% de aprobación en su primer trimestre, según informó en su momento el diario El Economista.

Tal como indicó Publimetro, desde que triunfó en las elecciones presidenciales, a mediados de este 2024, México, pero en particular la Ciudad de México, está envuelto en una suerte de "Sheinbaumanía". La ahora mandataría ejerció como jefa de Gobierno de la capital mexicana entre 2018 y 2023.

Contar con un 76% de aprobación en sus primeros tres meses de gestión le otorga a Sheinbaum una legitimidad y especialmente un liderazgo propio, ya que su popularidad supera a la de López Obrador, de quien inicialmente dependió. Analistas creen que ya la presidenta ha ganado su voz y espacio, aunque ha sido cuidadosa de presentarse como garante del legado de su antecesor en la presidencia.

Asimismo, la aprobación de Sheinbaum, está muy por encima de la que tuvieron presidentes electos democráticamente como Enrique Peña Nieto (2012-2018), Ernesto Zedillo (1994-2000) o Felipe Calderón (2006-2012). El primero tenía, en similar lapso, un 53% mientras que el segundo contaba con 42% y el tercero con 59%.

De acuerdo con la lectura de este sondeo realizada por el experto Alejandro Moreno, profesor de ciencias políticas en el Instituto Tecnológico Autónomo de México, si bien el apoyo a Sheinbaum es bastante uniforme, su alza en popularidad una vez que asumió el poder ha sido más pronunciado entre el segmento de jóvenes.

Según Moreno, el respaldo a la naciente gestión de la presidenta ha estado más remarcado entre las mujeres y entre los mexicanos que solo cuentan con educación básica y media (no universitarios).

El posicionamiento de Sheinbaum como gran referente de la política mexicana tiene lugar no solo gracias a sus propias virtudes, según observadores, sino a la propia situación de debilidad, desorientación y falta de consensos en el campo opositor. Una oposición derrotada en las elecciones de mediados de año y sin capacidad de plantar cara al nuevo Gobierno ha terminado por allanar el camino a Claudia Sheinbaum para que esta logre copar la discusión pública en México.

Además, mientras era publicada esta encuesta, Sheinbaum afianzó sus lazos con lo que definió como el movimiento progresista de América Latina, dentro del cual incluyó a los regímenes de Cuba y Venezuela, un aspecto que levantó polémica.

En la construcción de una agenda de izquierdas para contraponerse a Donald Trump, de acuerdo con la lectura que hacen analistas, Sheinbaum lanzó la tesis de que debería firmarse un acuerdo de libre comercio entre los países de la región, en un esquema similar al que México tiene con EEUU y Canadá, el histórico TLC que entró en vigor el 1 de junio de 2020.

En su propuesta, la mandataria no distinguió entre países bajo la egida progresista o no para ser parte de la iniciativa, pero remarcó la cercanía que siente por figuras como Gustavo Petro (Colombia), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) o Gabriel Boric (Chile).