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Uruguay

Orsi y Delgado se muestran confiados mientras en Uruguay se proyecta un balotaje disputado

Dado que ningún candidato logró el 50% de los votos el pasado domingo, las leyes uruguayas obligan a un balotaje.

Buenos Aires
Álvaro Delgado, principal candidato de derecha en Uruguay.
Álvaro Delgado, principal candidato de derecha en Uruguay. AP

Hace cinco años escasos 37.000 votos le dieron la presidencia a Luis Lacalle Pou en Uruguay, en la segunda vuelta más reñida en la historia democrática de ese país. Sin prever que ocurra un escenario similar, para el balotaje del próximo 24 de noviembre se proyecta una votación disputada.

Tras una primera vuelta, dado que ningún candidato logró el 50% de los votos el pasado domingo, las leyes uruguayas obligan a un balotaje. En esta segunda vuelta la presidencia se la disputarán el exalcalde de izquierdas Yamandú Orsi, que es el aspirante del Frente Amplio, y Álvaro Delgado, un cercano colaborador de Lacalle Pou y candidato del Partido Nacional.

Aunque en el conglomerado conservador y liberal de Uruguay hubo varias candidaturas, tras definirse que Delgado pasó a balotaje y que hará frente a la coalición de izquierdas, rápidamente se reconstituyó un bloque de respaldo en torno al Partido Nacional, que incluye también al Partido Colorado, cuyo candidato Andrés Ojeda de forma sorpresiva (dado que las encuestas no lo preveían) obtuvo un 16% de los votos este domingo.

De acuerdo con los resultados oficiales, Orsi obtuvo 43,94% de los votos y Delgado el 26,77%. De entrada, no existe claridad sobre cómo el candidato izquierdista podría sumar más votos dado que todo el conglomerado de izquierdas le apoyó en la primera vuelta. Delgado, en cambio, comenzó a construir rápidamente una base amplia que sume a los otros partidos ubicados más en el espectro de centro y derecha, tal como hizo Lacalle Pou para la segunda vuelta hace cinco años.

Tras la primera vuelta, tanto Orsi como Delgado han dado discursos mostrándose confiados de obtener la Presidencia. En el caso del Frente Amplio, una coalición con largos años funcionando como tal, se prevé que más que sumar nuevas adhesiones haga un trabajo puertas adentro para ir a buscar a electores de izquierda que no acudieron a votar este 27 de octubre.

Delgado, en cambio, no solo se reunió con Ojeda y otros referentes, sino que también respondió públicamente a la demanda de mayor espacio que le hizo el candidato que quedó en tercer lugar y con un significativo 16%. Delgado respondió con buen talante la tesis de Ojeda de "cogobernar" a partir de 2025, al sostener que "todos van a cogobernar" en la coalición conservadora de llegar al poder, según la ponderación electoral de cada fuerza. Y junto a eso destacó el rol de los partidos minoritarios, que es una característica del sistema política uruguayo, altamente fragmentado. "Si necesitas un kilo, pero le faltan 50 gramos, no alcanzas el kilo", aseveró Delgado para destacar que todo aporte será determinante.

Además de reunirse con Ojeda, Delgado se encontró con Guido Manini Ríos, un general retirado y político uruguayo, fundador de Cabildo Abierto, quien ejerció el cargo de comandante en jefe del Ejército Nacional entre 2015 y 2019, y fue cesado en sus funciones por el entonces presidente de izquierdas Tabaré Vázquez. Su candidatura con Cabildo Abierto obtuvo 2,45% de los votos.

El candidato del Partido Nacional también obtuvo el respaldo del exsenador Pablo Mieres, cuya candidatura presidencial por el Partido Independiente obtuvo 1,71% de votos. Igualmente sumó al diputado Eduardo Lust, quien obtuvo 0,49% de los votos en la primera vuelta con su recién creado Partido Constitucional Ambientalista.

Sumando todos estos respaldos, que de forma natural se oponen a que la izquierda regrese al poder en Uruguay, Delgado obtendría hipotéticamente un 47,5% en la segunda vuelta.

Yamandú Orsi fue el candidato más votado en la elección del pasado domingo, pero la suma de todas las candidaturas de derechas supera en votos al Frente Amplio. Una incógnita está en el 4,93% de votos blancos o nulos, que como bien apuntó el experto electoral Daniel Zovatto, marcó un hito en las urnas de Uruguay este 27 de octubre. En un balotaje cerrado el 24 de noviembre, cualquier variación en este comportamiento podría inclinar la balanza en una u otra dirección.

Ni Delgado ni Orsi, entretanto, han mostrado intenciones de acercarse a Gustavo Salle, quien con 2,69% del total de votos quedó en cuarto lugar. Salle es un abogado penalista que en el pasado cobró notoriedad pública al haber realizado varias denuncias penales a integrantes de gobiernos del izquierdista Frente Amplio.

En esta campaña, sin embargo, Salle fue el candidato de la agrupación Identidad Soberana y mantuvo un discurso antisistema y antipolítica, atacando a todos los factores, sin distinguir derecha de izquierda. Salle, por otro lado, no ha dado señales públicas de qué mensaje les dará a sus votantes de cara al balotaje del 24 de noviembre.

Como sucedió en 2019, tal vez estos 64.000 votos de Identidad Soberana resulten determinantes para definir quién será el nuevo presidente de Uruguay a partir de marzo de 2025 y por un periodo de cinco años.

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