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Uruguay

Los uruguayos definirán la Presidencia en balotaje entre la izquierda unida y los conservadores dispersos

Yamandú Orsi, del Frente Amplio, obtiene el mayor número de votos en las elecciones presidenciales, pero no logra evitar la segunda vuelta.

Buenos Aires
El candidato del Frente Amplio uruguayo, Yamandú Orsi.
El candidato del Frente Amplio uruguayo, Yamandú Orsi. Y. Orsi/Facebook

La fotografía de una polarizada elección que mostraban las encuestas no resultó tal en las urnas este domingo en Uruguay. El país sudamericano definirá su presidente para los próximos cinco años en un balotaje para el cual ya la izquierda está unida en el Frente Amplio, mientras que el voto conservador y liberal tiene el desafío de unificarse para ganar.

En relación con el votante de izquierdas no hubo ninguna sorpresa en Uruguay. El ex intendente de Canelones (el segundo municipio del país), Yamandú Orsi, obtuvo el 43,94% de los votos, con lo cual ganó pero no pudo evitar una segunda vuelta, ya que no logró el 50% de respaldo en las urnas. El porcentaje obtenido por el candidato del Frente Amplio es similar al que le otorgaban la mayoría de las encuestas.

La proyección que mostraron los sondeos, sin embargo, estuvo bastante distante de la realidad en relación con Álvaro Delgado, alfil del actual presidente Luis Lacalle Pou, quien sacó el 26,77%. En las encuestas previas, varias firmas mostraron una situación muy disputada entre el candidato del Partido Nacional y varias organizaciones conservadoras, y el aspirante presidencial del Frente Amplio.

Delgado, quien en su campaña habló del voto oculto para transmitir la tesis de que incluso podría superar en votos a Orsi, resultó víctima de sus palabras, ya que sí hubo un voto oculto, pero lo desfavoreció por completo y lo obligará a formar una coalición antes del 24 de noviembre, cuando debe realizarse el balotaje.

La gran sorpresa de esta primera vuelta resultó ser Andrés Ojeda, del Partido Colorado, con el 16%, quien se apalancó en las redes sociales con un discurso más disruptivo, que buscaba conectar con la figura liberal del presidente de Argentina, Javier Milei.

Las encuestas no lograron mostrar ni una carrera a tres bandas ni un porcentaje tan alto para Ojeda que, si bien no va al balotaje, será un factor determinante en este para que Delgado alcance o no la Presidencia. En el pasado, estas dos formaciones política, Nacional y Colorado, lograron tejer alianzas.

Otra sorpresa, aunque en menor escala, ha sido el 2,69% que obtuvo el abogado penalista Gustavo Salle, quien en el pasado cobró notoriedad pública al haber realizado varias denuncias penales a integrantes de gobiernos del izquierdista Frente Amplio. En tanto, Guido Manini, con posturas consideradas de extrema derecha, obtuvo el 2,45% un porcentaje similar al que obtuvo cuando se presentó hace cinco años.

En las primeras lecturas de estos resultados, lo que ocurra el 24 de noviembre dependerá de la capacidad negociadora de Delgado, quien fue estrecho colaborador del presidente Lacalle Pou y se presenta como el candidato de la continuidad.

El candidato del Partido Nacional necesitaría los votos de Ojeda, Salle y Manini para poder imponerse en las urnas en la segunda vuelta y asumir la Presidencia en marzo de 2025.

Aunque el candidato del Frente Amplio, Orsi, ganó en las elecciones de este domingo, no se prevé que pueda tejer alianzas con los candidatos que llegaron en tercero, cuarto y quinto lugar, y por tanto parece difícil que pueda crecer de forma notable el porcentaje de votos que ya obtuvo en esta oportunidad.

El experto en temas electorales Daniel Zovatto alertó sobre el porcentaje de 4,93% de votos en blanco y anulados, un nivel que está bastante por encima de la media histórica en Uruguay, un país con votantes informados y acogidos al sistema electoral.

Este porcentaje podría ser indicativo de un descontento ciudadano con las opciones presentadas en la carrera electoral y con el propio sistema democrático, y debe ser analizado con cuidado por las fuerzas políticas, a juicio de Zovatto, quien fue director para América Latina del Instituto Idea international, un think tank especializado en democracia y elecciones.

Entretanto, con los resultados de este domingo se conforma un parlamento a tres bandas sin que ninguna fuerza política por sí sola haga mayoría. Quien sea que gane la Presidencia el 24 de noviembre, deberá necesariamente tejer acuerdos en el seno del legislativo con otras bancadas para poder gobernar y llevar adelante sus proyectos gubermanetales.

De acuerdo con la proyección del diario El País, de Montevideo, el izquierdista Frente Amplio tendrá 48 legisladores, de un total de 99. Por su parte, el Partido Nacional quedará con 28 y el Partido Colorado con 17. Estos dos partidos, históricamente, encabezaron la política uruguaya en el siglo XX, hasta que se conformó el Frente Amplio, un variopinto núcleo de izquierdas, que durante 20 años ha tenido el poder, con distintos mandatos, desde que regresó la democracia a este país a mediados de los años 80.

Cinco puestos legislativos estarán en manos de partidos minoritarios en la próxima legislatura uruguaya.

En el Senado, entretanto, el Frente Amplio sí alcanzó mayoría, con 16 bancadas sobre un total de 30. El Partido Nacional tendrá nueve senadores y el Colorado cinco.

Finalmente, este domingo, además de votar por presidente y parlamentarios, en Uruguay se votaron dos plebiscitos, pero ninguno alcanzó los votos necesarios para reformar leyes nacionales.

Ni la consulta encaminada a reformar la Seguridad Social (sistema jubilatorio) ni otra para suprimir los allanamientos policiales nocturnos alcanzaron más del 50% necesarios.

Durante este año, según la firma Factum, la principal preocupación de la ciudadanía en Uruguay pasó a ser la violencia asociada al tráfico de drogas. Un 53% de los consultados lo consideran la principal prioridad a la que debe hacer frente el Gobierno, un cambio importante porque cifras de la misma empresa en 2023 le otorgaba un 37%.

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