Al menos 244.243 migrantes han cruzado por la peligrosa selva del Darién, que comunica Colombia con Panamá, en lo que va de 2024, una disminución de 110.056 personas en comparación con el mismo periodo del año pasado, informó el Gobierno del Istmo.
Esa cifra supone un descenso del 31% interanual, señaló el lunes 9 de septiembre el Servicio Nacional de Migración de Panamá.
En una publicación en su perfil de X, la autoridad señaló que hasta el lunes han transitado por esa jungla, una de las vías más peligrosas del planeta, 244.243 migrantes. Para igual fecha de 2023 eran 354.299 los migrantes reportados.
La información destaca que la "mayoría de los migrantes son originarios de Venezuela, Ecuador, Colombia y China", aunque no precisa cifras.
En los primeros nueve días de septiembre, señala el reporte, por la ruta han cruzado 6.058 personas, todas con la intención de llegar a Estados Unidos.
El récord histórico de migrantes que usaron este arriesgado corredor migratorio se registró en 2023, cuando se contabilizaron 520.000 personas en tránsito.
Las autoridades panameñas consideran que la disminución se debe a las nuevas políticas de deportación en vuelos financiados por Estados Unidos, que comenzaron a ponerse en práctica a partir del pasado mes de agosto.
Hasta el momento, se han llevado a cabo cinco deportaciones de grupos de 30 personas aproximadamente hacia Colombia (tres), Ecuador (uno) y la India, este último con 130 migrantes. Algunas de estas personas tienen antecedentes penales y otras han sido devueltas por cruzar de manera ilegal.
Una de las medidas que implementó Panamá para reducir el tráfico de migrantes fue la instalación de "barreras perimetrales"; es decir, vallas de alambre con púas que cubren unos 4,7 kilómetros de terreno en el Darién y bloquean al acceso a algunas de las rutas más utilizadas, en especial los cinco pasos no autorizados, o trochas, que también emplean los contrabandistas de personas.