Desde el 28 de julio Edmundo González es el nuevo presidente electo en Venezuela y Maduro el líder de la oposición que, para no transferir el poder, recurre a la violencia y la intervención extranjera —militar y política— con el propósito de confiscar la soberanía popular que fue expresada en las urnas. Es esencial que los jefes de Estado y cancilleres que discuten el caso venezolano no olviden ese dato.
Repasemos los hechos.
- La aplastante mayoría del pueblo de Venezuela ha rechazado la dictadura de Nicolás Maduro y votado por un cambio democrático. Lo hizo bajo reglas electorales completamente desiguales impuestas por ese régimen autocrático y venció por una diferencia cercana al 40% que no deja margen de duda o error. Para desesperación del dictador no se pudo legitimar el fraude y los vencedores han podido documentar su aplastante victoria.
- Maduro anunció que si no se alzaba con la victoria electoral habría un baño de sangre y ya lo está implementando, contra un electorado cuya única arma han sido las boletas.
- Lo que ocurre en Venezuela ha emplazado a la autodenominada izquierda regional —sean partidos o gobiernos— a clarificar sin nuevos juegos de palabras de qué lado de la ecuación política finalmente se ubican: con la democracia o con la dictadura. No todos aprueban este examen.
- Las últimas declaraciones y propuestas de los presidentes Lula Da Silva, Gustavo Petro y Andrés Manuel López Obrador no dejan lugar a duda que están dirigidas a hegemonizar las iniciativas diplomáticas para promover falsas soluciones negociadas que contribuyan a sostener a Maduro y con él la agonía del pueblo venezolano por otra década. La lección es que a los que hasta ahora han tenido relaciones complacientes o próximas al régimen de Maduro no se les debe confiar el liderazgo de las gestiones internacionales sobre la actual coyuntura en Venezuela.
- La única negociación que puede ofrecérsele a Maduro, como ha expresado María Corina Machado, es la de una transición pacífica y ordenada del poder al presidente electo Edmundo González. Como ella misma ha expresado, no es posible considerar la realización de nuevas elecciones ni la cohabitación de los demócratas electos con la sangrienta narcodictadura de Maduro. Eso sería un ultraje a los millones de venezolanos que votaron por el cambio y hoy arriesgan sus vidas por defender el resultado de la elección. La única negociación win-win entre los ganadores y los perdedores de estas elecciones es cómo abandonan el poder los segundos. No puede haber trato equitativo desde ninguna perspectiva porque no son iguales los representantes de una dictadura derrotada en las urnas y los representantes del cambio democrático electos por el 67% de la población.
Ante esos hechos las fuerzas democráticas pudieran considerar las siguientes líneas de acción.
- Los países democráticos de la región deben enterrar cuanto antes las maniobras por hegemonizar las gestiones negociadoras internacionales reemplazando al mencionado triunvirato por una coalición voluntaria de gobiernos democráticos que —actuando por fuera de la OEA y de la ONU— apoye sin cortapisas la soberanía popular que se expresó en las urnas venezolanas el pasado 28 de julio. Hay precedentes de situaciones similares en que ello se hizo imprescindible.
- Negociar con el jefe de un narcoestado, como antes lo fue Noriega, para que abandone el poder supone no solo presentarle incentivos positivos referidos a su futura vida, libertad y fortuna. Hay que hacer visible —además de inequívocamente creíble— que de forma paralela a los "incentivos positivos" también existen "incentivos negativos" orientados a que el dictador y su entorno no tengan seguridad para su vida, libertad y fortuna si se resisten por la violencia a una transición pactada.
- En ese sentido es responsabilidad primordial de los países democráticos concertar su acción de inmediato —al margen de los organismos internacionales paralizados por las autocracias aliadas de Maduro-—para comenzar a hacerle sentir al dictador y sus aliados que los incentivos negativos también existen: órdenes de captura contra el dictador y su entorno, congelamiento de cuentas bancarias, confiscación de activos robados y otras acciones. El mensaje para ser eficaz debe llegar de inmediato, alto y claro, a Maduro y su entorno.
- Al mismo tiempo debe hacérsele saber de forma categórica a los militares y funcionarios civiles que existe un sólido compromiso para exonerarlos de las medidas punitivas antes mencionadas si respetan los resultados de las pasadas elecciones y cesan toda acción represiva contra la población.
- A los gobiernos de los países que tienen fuerzas regulares o irregulares en Venezuela —en particular a los asesores cubanos, corresponsables durante años de la represión y las torturas a los detenidos— debe dárseles un plazo limitado para su evacuación por ser un elemento de intromisión e injerencia en los asuntos internos de ese país. Cumplido ese plazo, el Gobierno del nuevo presidente electo tiene la legítima potestad de hacer pleno uso de la fuerza para restablecer la soberanía sobre todo el territorio nacional y, de considerarlo necesario, solicitar a ese fin la ayuda de otros gobiernos democráticos de la región.
Decía José Martí: "Es la hora de los hornos, en que no se ha de ver más que la luz". ¡Que así sea!
Good job, JAB. Me gustó sobre todo el punto 4 de 'Hechos', que replico en las redes. Me ha indignado que Lula haya afirmado que en Vzla. no hay dictadura sino un "régimen desagradable". Give me a break. Hace muy bien MCM en rechazar la idea de repetir las elecciones, o de prestarse a un gobierno de coalición con el chavismo. Ahora bien, la solución a la crisis venezolana se obstaculiza a priori por el apoyo de los jefes militares al régimen de Maduro. Muy distinto sería si el Ejército (o parte de él) se rebelara. MCM creo que ha actuado con astucia y además con valentía y arrojo. La lucha es 'hasta el final', ha declarado la lideresa con firme convicción. Una huelga general, como algunos proponen, sería una opción, pero ojo, que una huelga general puede fracasar por causa de muchos factores. Yo creo que por lo pronto la oposición debe continuar con sus manifestaciones masivas a la vez que se granjea el apoyo internacional. Confío en la capacidad estratégica de MCM y en su liderazgo.
La entelequia de ilusos y necios es empeñarse en negar la historia al suponer que las tiranías comunistas autóctonas salen del poder con resoluciones, huelgas y manifestaciones de los desarmados e indefensos.
No confundan las sublevaciones de los satélites de la Europa del Este donde el comunismo había sido impuesto por los tanques soviéticos y se desvaneció por los cambios que los dueños de esos tanques habían emprendido.
En Venezuela, Maduro y sus narco generales saben que cuentan con el apoyo no solo de Brasil, Colombia, México, Nicaragua, Irán, Cuba y Rusia, también de EEUU y buena parte de Europa.
Sin ayuda internacional (intervención) no hay ninguna posibilidad de derrotar a los secuestradores y como esa opción de parte de la (im)potencia del Norte es menos probable que ver un T-Rex en la calle, los gánsteres seguirán en el poder.
Este es el nuevo mundo woke, globalista y anti civilización que está aniquilando a occidente, pero como soñar no cuesta nada, pues a seguir soñando.
Si no hay una huelga general indefinida aquello no tendra solucion pues como diria el rey de todos los tiranos (Stalin): ? y cuantas divisiones tienen Edmundo y Maria Corina ?
La lógica de Stalin era la lógica del Tzar de turno en la Rusia Vikinga, que imperaba, pero estamos en una época donde El clan de verdugos representado por Maduro no puede manipular la información, El apoyo internacional de Maduro se limita A tres presidentes que se representan a si mismos, NarcoAmlo, NarcoPetro, y Lula, tres piedras de la estufa de la izquierda fascistoide del continente, las divisiones con que cuenta La Machado, y Edmundo González son el pueblo que voto por ellos y que es la mayoría del pueblo venezolano.
Además Venezuela no es Cuba, Castro I de Biran logró la estabilización del Castrofascismo porque fue apoyado por una mayoría abrumadora que atomizo la oposición. cosa que no es, ni ha sido nunca la situación política del Fascismo Chavista.
Por lo tanto haga lo que haga Maduro y su trabuco inevitablemente saldrán del Poder.
Lleva usted razón. La historia del régimen cubano no es la del de Chávez-Maduro. En Cuba no solo se atomizó, como usted dice, la oposición, sino se prohibió por decretos y constitucionalmente después. No es el caso venezolano.
Pienso que hay dos vías que deben accionarse en Venezuela de consuno, la interna con movilizaciones y una huelga general; y la externa, aprovechando el repudio internacional que existe, aun con todos sus matices. Pienso que el autor lleva razón en lo relacionado con la posición de Lula-Petro. En cuanto a las propuestas del autor, ojalá y algo como eso estuviera en juego en estos momentos por parte de tres o cuatro gobiernos regionales, porque como suele ocurrir cuando se entra en negociaciones, no dejan de ser (como alguien me dijo) un máximo, para alcanzar un mínimo.
Confío en la inteligencia y habilidad que demostró la oposición para ganarse a la mayoría de la población venezolana y a la opinión internacional.
Estimada Ana:
De hecho ahora mismo están en la calle, lo que tienen que quedarse en ella y llamar a una huelga general. El problema se resuelve con los Venezolanos.. y forzar una negociación es el objetivo, pero negociación directa sin los Narcos presidentes y el Lula.
Una intervención militar internacional sería la última opción razonable como alternativa a que Maduro abandone el poder.
Nuevas elecciones son ideas de NarcoPetro, NarcoAmlo y Lula es la opción de Maduro y no es aceptable para nadie, porque de hecho desestima y quita legitimidad a la reclamación de la oposición.
Una operación Militar Internacional, dirigida por los Estados Unidos es una entelequia impracticable e irrealista que no tiene bases lógicas ni políticas
que ha sido abandonada, como práctica por Estados Unidos a menos que amenace su seguridad militar, esa opción es la del letrino Granma que desde sus páginas pregonaba que Estados Unidos intervenía militarmente en América mientras Castro I entrenaba guerrillas y las introducía en todos los países de Latinoamérica donde robaban bancos para financiar la subversión.
La opción viable y lógica es que la Oposición venezolana está obligada a convocar una huelga general cuya duración sería hasta la salida de Maduro.
Varias veces no coincido con usted. Pero en este escrito como en otros les sobran razones. No estamos en los años 60-70 que EEUU no tenía contrincantes serios. La oposición venezolana es la que tiene que actuar firme. Los que piden 82 división, están muy lejos de Venezuela, no morirían en una invasión.
Líneas de acción:
1- Intervención armada en una coalición internacional dirigida por la (im)potencia del Norte. Única vía efectiva para en 48 horas sacar a los narco tiranos y llevarlos a la justicia.
Probabilidad de ejecución: 0
2- Negociaciones y diálogos para lograr la liberación de algunos presos políticos y algún control del tráfico de personas (no de drogas ni armas) a cambio de más inversiones que faciliten exportaciones de petróleo estables hacia el Norte. Única opción que se llevará a cabo para ganar tiempo, entretener a los descontentos y fortalecer a los colegas ideológicos.
Probabilidad de ejecución: 100%
Todo lo demás son buenas intenciones, deseos, sueños, o sea, sonidos de violín.
Esto es lo mejor, más exacto, práctico y útil que he leido sobre la actual crisis en Venezuela.
Per-capita; ¿cuál es el país que más VOLUNTARIOS tiene en el mundo?
La línea de los caza F-35.
(¿Hace falta ahora?): la oposición venezolana (vía un nonprofit-venezolano) en la Florida puede conseguir un descuento grande (significativo) para comprar miles de sellos postales e inundar con cartas Doral mediante el correo postal de los Estados Unidos. 33122, 33166, 33172, 33178. ¿Mensaje?
Durante la toma de posesión de Abinader en Dominicana para su segundo mandato, un grupo de 20 países hizo una declaración sobre la crisis venezolana. La declaración, aunque oportuna y distante de la propuesta de Lula y Petro de volver a hacer elecciones, está pasada por agua si se le compara con estos puntos que el autor detalla con precisión. Lo que al parecer era una intervención de gobiernos de la región convocada por Panamá aprovechando su presencia en RD, hasta el momento no parece trascender esta declaración. Bien que pudieran seguir estos puntos aquí descritos. No obstante, en su discurso al tomar posesión, Abinader fue enfático al exigir las actas de las elecciones, al denunciar el golpe a la democracia por parte de Maduro y al exigir que se respete la voluntad del pueblo de Venezuela en las urnas. El rechazo a la posición de Maduro ha sido mayoritario en la región, lo que ameritaría acciones más allá de discursos y declaraciones.
Con el mayor respeto, Juan Antonio: eso es wishful thinking.