Brasil parece estar de forma permanente en campaña electoral. Todavía restan más de dos años para las próximas elecciones presidenciales, pero ya comienzan a develarse las apuestas. Mientras que un septuagenario Luiz Inácio Lula da Silva desliza la idea de que podría presentarse de nuevo en 2026, sectores conservadores urgen al exmandatario Jair Bolsonaro a que designe a su sucesor.
Lula Da Silva ha sido candidato presidencial en otras seis ocasiones. Como candidato fracasó en 1989, 1994 y 1998; mientras que ganó la Presidencia en 2002, 2006 y 2022. En las próximas elecciones presidenciales tendrá 81 años, pero parece estar negado a retirarse de la vida política y todo apunta a que peleará por un cuarto mandato al frente del país más poblado de América Latina y la octava economía del mundo.
Según el mandatario, él buscaría un cuarto mandato para "impedir que los trogloditas vuelvan a gobernar" en el país. Si bien, en el actual Gobierno de Lula da Silva tiene un peso central Fernando Haddad, como ministro de Hacienda Pública, y muchos analistas le ven como el natural candidato para 2026, el histórico referente de la izquierda brasileña y latinoamericana ha terminado por sorprender al dejar en claro que no piensa retirarse y que evalúa ser de nuevo candidato.
Con 61 años, en tanto, Haddad ya fungió como candidato sustituto del Partido de los Trabajadores (PT) en 2018. En aquel momento, Lula da Silva fue encarcelado en medio de los escándalos de corrupción que le rodearon, así como a la gestión de su sucesora Dilma Rousseff (destituida por el Congreso en 2016), y esto le impidió competir contra el militar retirado y conservador Jair Bolsonaro, como era su plan.
"No permitiré que este país vuelva a ser gobernado por un fascista, no permitiré que este país vuelva a ser gobernador por un negacionista, como ya lo hicimos", sostuvo Lula da Silva en una entrevista con la emisora de radio CBN, este 18 de junio.
Lula da Silva matizó su postura al sostener que "mucha gente buena" podría presentarse en los comicios de 2026 en vez de él. El mandatario izquierdista sostuvo que buscar la reelección no es su "primera hipótesis", pero recalcó que si es necesario se desdecirá de las palabras que pronunció en la última campaña electoral, cuando aseguró que no se volvería a presentar para aspirar a la Presidencia si vencía a Jair Bolsonaro, tal como ocurrió en 2022.
Hace un mes, por primera vez una encuesta encargada por el diario O'Globo abordó el tema de la carrera presidencial de 2026, que para muchos ciudadanos es un tema prematuro. La actual presidencia de Lula da Silva cumple año y medio, apenas, de un total de cuatro.
Este sondeo de la empresa Genial/Quaest indica que el 55% de los encuestados cree que el presidente Lula da Silva no merece una nueva oportunidad en las urnas. Sin embargo, no hay otro contendiente con más popularidad.
Un 45% de los encuestados dijo que votaría por la reelección del líder histórico del PT dentro de dos años. Un 32% votaría por el ministro Haddad, y un 10% votaría por la presidenta del partido, Gleisi Hoffmann.
Después de Lula da Silva, el expresidente Jair Bolsonaro aparece como el segundo nombre que tiene numéricamente más posibilidades de conseguir votos en 2026: el 39% de los encuestados votaría por él. Empero más del 50% de los brasileños están negados a que Bolsonaro regrese a la Presidencia. Sobre el exmandatario, además, pesa una inhabilitación que le prohibirá aspirar a cargos públicos por un lapso de ocho años, contados a partir de 2023.
De esa forma, en 2026 el líder conservador que gobernó a Brasil entre 2019 y 2022, no podrá presentarse como candidato.
Este hecho ha llevado a que se genere un debate en el cual ha terciado, aunque parezca contradictorio, un exministro de Lula da Silva quien ha urgido a Bolsonaro a ungir a un sucesor para se presente como candidato presidencial en 2026.
Roberto Mangabeira Unger, un destacado académico brasileño en Harvard y quien fue ministro de Asuntos Estratégicos de Lula da Silva entre 2007 y 2008, urgió a Bolsonaro a pensar en una figura política que pueda sucederle y presentarse en las elecciones de 2026.
Mangabeira Unger, una figura de centroderecha, quien fue entrevistado este 15 de junio por BBC Brasil, sostiene que su país debe superar política y electoralmente la diatriba Lula-Bolsonaro, y para pensar en el bien de la sociedad el expresidente conservador "debería designar a alguien distinto de su entorno íntimo".
Tal como lo señaló un reporte de DIARIO DE CUBA, por la importancia política que ha adquirido la identidad religiosa evangélica, Mangabeira Unger pronostica que el peso electoral de la población evangélica en Brasil será el fiel de la balanza en las elecciones presidenciales venideras.
La revista Americas Quarterly, por su parte, ha sostenido que en la venidera elección para la alcaldía de megalópolis São Paulo tal vez se esté configurando la carrera presidencial de 2026. El mandatario le ha dado un amplio respaldo a Guilherme Boulos, un activista social de izquierda sin experiencia en gestión pública, a quien no pocos ven hasta parecido físico con el joven e impetuoso Lula da Silva de hace décadas.
Boulos se enfrentará al actual alcalde, Ricardo Nunes, en lo que la prensa brasileña califica de una carrera cabeza a cabeza. Nunes es el candidato de Bolsonaro.
Para pensar que el activista del Movimiento Sin Tierras pueda aspirar a la PResidencia en Brasil, en el futuro, según Americas Quarterly, "probablemente tendrá que completar su transición y dejar de ser un activista polarizante de izquierda para convertirse en un político del establishment, tal como hizo Lula da Silva a principio de la década de 2000".
Ese es el legado de la izquierda latinoamericana: Cómo mantenerse en el poder a como dé lugar.
Brasil necesita un Cambio real, un giro a la centro derecha, que saque a Lula y a Bolsonaro, del camino, Lula un típico izquierdista ladrón y demagogo, envejecido e inepto sin capacidad desarrollar en una dirección constructiva el potencial del país. Y a Bolsonaro, un personaje bruto, como político, e inepto para ver las realidades de Brasil. Este país necesita a toda prisa, un Milei de factura nacional, que sea capaz de identificar e interpretar fuera de los intereses de clases y partidos políticos, el devenir de los tiempos, para el país como potencia económica, que no se logra con desbordar el Folklore y hacer cada vez más maravilloso el Carnaval de Río, aderezado con cachaza y la samba eléctrica de mulatas únicas, las protagonistas sin discusión de la orgia pública, que se desborda de sexo, alcohol y belleza...y buen gusto...
La solución: un Milei, un Bukele, o aunque algunos discrepen, Bolsonaro.
A retirarse de la buena vida? Hay que matarlo! Si se postula de nuevo, habrá hecho tantas barrabasadas tanto en lo económico como en lo social que va a perder a pesar de las manipulaciones de las elecciones a su favor!
Proxima Pelicula, "Artistas y bandidos"
----------LULA Y SUS SECUACES SON LA DESGRACIA DE BRASIL-----------Ese viejo debe pasar los 2 telediarios que le quedan en un asilo de ancianos, o mejor todavía, en la cárcel por corrupto y ladrón. Los brasileros se están mudando a Portugal porque Brasil es hoy un país invivible y unos de los países más violentos del mundo, pero Portugal no tiene espacio para albergar a todos los brasileros y tiene sus propios problemas económicos. Si Lula sigue en el poder los brasileros tendrán que suicidarse o mudarse al planeta Marte.
Lula Lalona es un gran desvergonzado, hace años debió desaparecer por corrupto y ladrón, Brazil es una República Bananera con muy poca memoria, el populismo, el izquierdismo y la homosexualidad generalizada ha ido menguando el desarrollo económico que prometía en los años 60’s, Brazil se ha quedado sin futuro, sólo prosperan los ladrones y algún que otro futbolista, Lula regresó a darle la última estocada; tendrían que regresar los Escuadrones de la Muerte para poner las cosas en su lugar y desaparecer la Sodoma y Gomorra, en que se convirtió el que un día pretendió ser “o mais grande do mundo”