Faltan dos semanas para unas elecciones presidenciales en México que marcarán un hito histórico. Aunque los opositores matizan los pronósticos que ofrecen las encuestas, donde aparece como favorita Claudia Sheinbaum, apalancada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para los analistas la principal batalla está ahora en cómo quedará conformado el Congreso.
El domingo 2 de junio se celebrarán las elecciones. La candidata que parece enrumbarse a la Presidencia es Sheinbaum, ex jefa de Gobierno de la capital mexicana y apadrinada por AMLO (el acrónimo del presidente con el cual se le suele llamar), pero incluso si ganara la senadora opositora Xóchitl Gálvez, México estaría escribiendo un nuevo capítulo de su historia política: el país que décadas atrás se solía identificar con el machismo, tendrá una mujer al frente de la nación.
El diario El País elaboró este 9 de mayo un nuevo promedio de encuestas, con una muestra amplia y diversa de sondeos, y tal como ocurrió el mes pasado la ex jefa de Gobierno capitalino aparece el frente. Claudia Sheinbaum figura como principal candidata a ganar la Presidencia de México, con el 56% del voto estimado, por delante de Xóchitl Gálvez (36%) y Jorge Álvarez Máynez (7%).
Álvarez Máynez es candidato del partido Movimiento Ciudadano y en redes sociales abundan los señalamientos en su contra por no plegarse a la candidatura de la senadora Gálvez, apoyada por los históricos Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Partido Acción Nacional (PAN), del cual ella es senadora. Sheinbaum es la abanderada del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Con una diferencia de 20% de votos, según este promedio de encuestas de El País, una brecha bastante similar a la que el mismo estudio demoscópico arrojó en abril pasado, Sheinbaum es, sin duda la favorita.
Sin embargo, analistas como el periodista y conferencista Homero Campa, recuerdan las interrogantes que han planteado las voces opositoras en relación a la fiabilidad de los sondeos en un clima de crispación política.
En México, "la oposición considera que existe una especie de 'voto oculto' de personas que públicamente no dice realmente por quién va a votar. Esto, en teoría, para no contradecir de manera abierta la estridente narrativa oficial del Gobierno de AMLO", precisa Campa, señalando además de que este "voto oculto" también ha llevado a las encuestadoras a fallar en sus pronósticos en elecciones en otras partes del mundo.
Al ser consultado por DIARIO DE CUBA, Campa responde desde la Ciudad de México que "es muy poco probable que Sheinbaum alcance el máximo de votos que obtuvo AMLO en las elecciones presidenciales de 2018". En aquel momento, López Obrador se hizo con 30,1 millones de votos que representaban el 53% del total de votos. Se estima, en este 2024, que más bien la votación de la ex jefa de Gobierno capitalino debería estar por debajo.
En México, como en cualquier país latinoamericano en campaña electoral, parecen existir encuestas para todos los gustos. Este 16 de mayo, por ejemplo, la encuestadora Massive Caller, quien anuncia "una innovadora y confiable herramienta para medir la opinión pública", que incluye también la emotividad en las redes sociales, sostuvo que la senadora Xóchitl Gálvez obtenía un 41,3% de las preferencias.
Aunque los datos de esta encuestadora están distantes de la media mostrada por otras empresas en México, de cara al 2 de junio, coincide en este punto: el 11,6% aún no se decide. Es una cifra alta de indecisos en una campaña que ha sido prolongada, con alta exposición mediática, recorridos por el país y debates presidenciales.
A los indecisos habría que agregar los "decepcionados", según Campa. Se trata de personas que votaron y respaldaron a AMLO, pero "que en el camino se han decepcionado por diferentes razones: por su política de militarización, por sus intentos de eliminar a los organismos autónomos que le hacen contrapeso a su poder, porque han aparecido actos de corrupción entre personas de su entorno, por sus ataques a periodistas y medios de comunicación, por su fracaso en la política de seguridad, etcétera".
En opinión del periodista, quien ocupó altas responsabilidades editoriales en la revista Proceso, este universo de "decepcionados" incluye a profesionales, periodistas, activistas sociales y pequeños empresarios. Precisa que no es un universo amplio, pero sí podría tener peso en un resultado que eventualmente sea cerrado.
En México no existe la segunda vuelta en las elecciones presidenciales, por lo que todo se definirá este 2 de junio. Los períodos de gobierno son de seis años, sin derecho a la relección presidencial.
Sin embargo, tanto Campa como otros analistas, ponen sobre la mesa que una batalla relevante en esta recta final de la campaña está en los votos que definirán la composición del nuevo Congreso mexicano.
"AMLO y Sheinbaum pretenden que Morena y sus dos partidos aliados, el Partido del Trabajo y el Partido Verde, obtengan la mayoría calificada (tres cuartas partes de los asientos del Congreso) que les permita llevar a cabo reformas constitucionales", indica Campa. Sheinbaum se ha comprometido a continuar con las políticas de AMLO bautizada como la Cuarta Transformación de México.
Por su parte, la alianza opositora (PAN, PRI y PRD), nucleada en torno a la candidatura de Gálvez "intenta evitar que Morena obtenga dicha mayoría calificada y así poder frenar algunas reformas constitucionales y ser un contrapeso real al poder presidencial de Morena", sostiene Campa.
Si Sheinbaum tiene mayoría calificada en el Congreso, se instrumentaría un paquete de reformas amplias en la vida pública, que incluyen reformas a la ley electoral, reformas en el poder judicial, desaparición de órganos autónomos. "Se trata del desmantelamiento del modelo democrático que se ha constituido en México paulatinamente a partir de los 2000", resume Hugo Sánchez Gudiño, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Finalmente, en materia de opinión pública la etapa final del Gobierno de López Obrador mantiene al mandatario en una posición bastante similar al porcentaje de votos que obtuvo en 2018, cuando fue electo. Según el sondeo de la empresa Mitofsky, la valoración positiva de AMLO sumaba 53,9% al 17 de mayo, en comparación con 53,2% que tenía al 17 de abril.
MEXICANO, SALVA TU PAÍS, VOTA POR XÓCHITL. CLAUDIA SERÍA LA DESGRACIA DE MÉXICO. Que los mexicanos no tengan que decir MÉXICO LINDO Y HERIDO.
Andres debe estar feliz con la consolidacion del socialismo en Mexico, por eso le resulta imposible usar la misma (im)parcialidad con Milei, Bukele, Lacalle y todos los que el considera ultras.