El Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) acordaron el lunes prolongar un día más los actuales Diálogos de Paz en Cuba, para proseguir la negociación sobre la prórroga del cese al fuego bilateral, que está en su última jornada, confirmaron a EFE fuentes de la mesa.
La decisión se tomó en La Habana, donde ambas partes negocian desde el 22 de enero en el sexto ciclo de conversaciones y con la prórroga del cese al fuego bilateral, nacional y temporal como prioridad.
La pausa de las hostilidades concluía el 29 de enero y se prorrogó por una semana, precisamente hasta el lunes 5 de febrero.
La clausura de la mesa del sexto ciclo de diálogos estaba prevista para las 10AM del lunes, hora local, pero acabó suspendiéndose.
Apenas unos minutos antes del inicio previsto de la clausura, el ELN difundió un breve comunicado en el que aseguró que se estaba trabajando para "resolver factores de crisis" y "agregar nuevos elementos de compromiso a cumplir por ambas partes" para prorrogar el cese al fuego "otros seis meses", reportó EFE.
La prórroga del cese al fuego es el punto fundamental de las actuales negociaciones de paz en Cuba. Ambas partes pusieron por escrito al término del quinto ciclo, celebrado en México, que tenían la "voluntad" de mantenerlo, pese a las diferencias entre las dos partes en cuanto a los detalles.
El ELN pedía "garantías" de que el cese cumpliera "su función principal", que desde su punto de vista es mejorar las condiciones de vida y los derechos humanos de la población civil en las zonas afectadas por el conflicto.
El Gobierno colombiano, por su parte, quería ampliar los términos y el conjunto de acciones violentas prohibidas incluidas en el cese de hostilidades.
El actual cese al fuego se limita a prohibir acciones ofensivas en contra de la otra parte y cualquier acción no permitida por el Derecho Internacional Humanitario (DIH), y el Gobierno quiere, en palabras de la jefa negociadora Vera Grabe, "que se incluyan más lo que se llaman acciones violatorias más allá del secuestro, aquellas que afectan a la población".
El cese al fuego, que entró en vigor el 3 de agosto, ha supuesto una reducción general de la violencia, aunque ha tenido altibajos que han generado incertidumbre sobre el conjunto del proceso de paz, como el secuestro por parte del ELN de Manuel Díaz, padre del futbolista Luis Díaz, del Liverpool.
El Gobierno del presidente Gustavo Petro, el primer mandatario izquierdista de Colombia, restableció la negociación con el ELN en 2022, como parte de sus esfuerzos por alcanzar una paz total para poner fin a un violento conflicto de seis décadas, que ha dejado más de 450.000 muertos.
El grupo rebelde aseguró que para respaldar los acuerdos se está considerando "convocar a donantes para construir un fondo que soporte el cumplimiento de estos", indicó Reuters.
El ELN, considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, cuenta en la actualidad con unos 5.850 integrantes, incluidos más de 3.000 combatientes, de acuerdo con fuentes de seguridad.
Las negociaciones de anteriores gobiernos con el ELN, acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, no avanzaron por las posiciones radicales del grupo, una cadena de mando difusa y disensos entre sus filas.
Hasta el momento, el Gobierno de Petro ha realizado seis ciclos de conversaciones de paz con el ELN, proceso que cuenta con el apoyo de México, Noruega, Venezuela, Cuba, Brasil y Chile, que participan como países garantes.
Petro también mantiene una negociación con el Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Sin embargo, todavía no logra iniciar un diálogo con la Segunda Marquetalia, otra disidencia de las FARC, mientras que a las bandas criminales como el Clan del Golfo les ofreció un sometimiento a la justicia a cambio de rebajas de penas, una propuesta que no han aceptado.