Tras las acusaciones del Gobierno de Israel sobre el presunto involucramiento de funcionarios de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (UNRWA, por sus siglas en inglés) en los ataques de Hamás del 7 de octubre contra territorio israelí, casi una decena de países anunciaron la suspensión del financiamiento a esa entidad.
El sábado, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Italia, Países Bajos, Australia y Finlandia anunciaron que suspenderán su financiación al organismo de la ONU, por lo que el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, les agradeció.
Estados Unidos, Australia y Canadá fueron los primeros en anunciar la medida, lo que supone un duro golpe a la agencia, fuente fundamental de apoyo para la población de Gaza. En reacción, UNRWA declaró el viernes que abrió una investigación a varios empleados y cortó los lazos con esas personas.
Estados Unidos ha sido el mayor donante por un amplio margen, proporcionando a la agencia varios cientos de millones de dólares en 2023 y 340 millones de dólares en 2022. Australia, Gran Bretaña, Canadá y Finlandia contribuyeron juntos con alrededor de 66 millones de dólares ese año, según la agencia.
Katz alentó más suspensiones de donantes y dijo que la entidad debería ser reemplazada una vez que los combates en el enclave amainen, dados sus presuntos vínculos con militantes islamistas en Gaza.
En el pasado, la UNRWA siempre rechazó acusaciones similares y sostuvo que solo es una agencia de ayuda humanitaria.
Por su parte el Ministerio de Relaciones Exteriores palestino criticó lo que describió como una campaña israelí contra la agencia, y Hamas condenó la rescisión de contratos de empleados "basada en información procedente del enemigo sionista".
La UNRWA se creó para ayudar a los refugiados de la guerra de 1948 tras la fundación de Israel y proporciona servicios humanitarios, de educación y salud a los palestinos de Gaza, Cisjordania, Jordania, Siria y Líbano. Ayuda a cerca de dos tercios de los 2,3 millones de habitantes de Gaza y está desempeñando un papel fundamental durante la guerra que Israel lanzó para eliminar a Hamas tras los atentados del 7 de octubre, indicó Reuters.
Al anunciar la investigación, el comisario general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, dijo el viernes que decidió rescindir los contratos de algunos miembros del personal para proteger la capacidad de la agencia para prestar asistencia humanitaria.
Lazzarini no reveló el número de empleados presuntamente implicados en los ataques, ni la naturaleza de su supuesta participación. Dijo, sin embargo, que "cualquier empleado de la UNRWA que estuviera implicado en actos de terrorismo" sería responsabilizado, incluso mediante acciones penales.
Poco después, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, emitió un comunicado en el que indicó que ya estaba al tanto de acusaciones "extremadamente graves" y se declaró "horrorizado por la noticia".
El Departamento de Estado estadounidense aseguró que 12 empleados de la UNRWA "podrían haber estado involucrados" en el asalto de Hamás.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania, otro de los principales donantes de la UNRWA, dio la bienvenida a la investigación, mostrando su profunda preocupación por las acusaciones formuladas contra los empleados de la agencia. "Esperamos que Lazzarini deje claro dentro de la plantilla de la UNRWA que todas las formas de odio y violencia son totalmente inaceptables y no serán toleradas", indicó en X.
Las relaciones entre Israel y la UNRWA empeoraron después de que la agencia de la ONU atribuyera el miércoles a tanques israelíes los disparos contra uno de sus centros de acogida de desplazados en Jan Yunis, en el sur de Gaza.
Al menos 13 personas murieron y 56 resultaron heridas en ese ataque, según la agencia, que denunció una "flagrante violación de las reglas fundamentales de la guerra".
El Ejército israelí indicó que realizaría una "investigación exhaustiva" de sus operaciones en la zona, pero no descartó la responsabilidad de Hamás en el ataque. El Ejército israelí es la única fuerza que tiene desplegados tanques en Gaza.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, se mostró prudente. Aunque reconoció que la agencia desempeña un "papel vital" en Gaza, afirmó que esperaba "total transparencia" y "medidas inmediatas" antes de tomar una decisión.
Suiza se rehusó también a tomar partido y pidió "más informaciones" antes de aprobar su presupuesto de 2024.
Johann Soufi, abogado internacional y exdirector de la oficina jurídica de la UNRWA en Gaza, aseguró a la AFP que la agencia tenía una "política de tolerancia cero frente a la violencia y la incitación al odio".
"Sancionar a la UNRWA (...) por la supuesta responsabilidad de unos pocos empleados equivale a castigar colectivamente a la población gazatí, que vive en condiciones humanitarias catastróficas", defendió.
En cuanto se crea una “agencia” para resolver un problema y se monta una burocracia asalariada para administrarla, podemos dar por seguro que el “problema” por la que se creó y mantiene nunca se resolverá.
Y ahora qué, Guterrez, estás horrorizadito? Y la responsabilidad? Eres un mierda.