Dos coches bomba explotaron en la capital de Ecuador durante la noche del miércoles, con pocas horas de diferencia entre sí y sin herir a nadie, informó la policía el jueves. Esos hechos sirvieron para subrayar la frágil seguridad del país sudamericano.
La Policía Nacional de Ecuador informó que la primera bomba estalló el miércoles por la noche en una zona de Quito donde anteriormente se encontraba una oficina del sistema penitenciario del país, mientras que la segunda lo hizo fuera de la ubicación actual de la agencia, reportó Euronews.
Las explosiones ocurrieron tres semanas después del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en la misma ciudad, un suceso que sacudió a los ecuatorianos.
El general de la Policía Nacional de Ecuador, Pablo Ramírez, director nacional de investigaciones antidrogas, dijo a los periodistas el jueves que las explosiones estaban relacionadas con "varios traslados de reclusos" que tuvieron lugar esta semana.
El sistema penitenciario, conocido como Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad, perdió en los últimos años el control de grandes cárceles, que han sido escenario de violentos disturbios que resultaron en decenas de muertes, y ha optado por trasladar a los reclusos para gestionar las disputas entre pandillas.
Ramírez dijo que la Policía encontró cilindros de gas, combustible, mechas y bloques de dinamita entre los escombros de las explosiones. El primer vehículo que explotó fue un automóvil pequeño y el segundo una camioneta.
Posteriormente, el militar informó que seis personas, entre ellas un ciudadano colombiano, fueron detenidas durante la noche del miércoles por su presunta vinculación con uno de los coches bomba.
Ramírez indicó que algunos de los aprehendidos registran antecedentes como extorsión, robo y asesinato, y ahora se encuentran a la espera de pasar a disposición judicial, mientras la Fiscalía indicó el jueves que ha dispuesto la práctica de diligencias relacionadas al hecho, según reporte de EFE.
Detalló que tres de los ellos habían sido detenidos hace quince días por el robo de un camión y por secuestros extorsivos en diferentes partes de la ciudad, pero que fueron puestos en libertad condicional por la Justicia.
El general precisó que los seis detenidos fueron capturados mientras se trasladaban en un vehículo que se encontraba reportado como robado, al igual que el automóvil usado para el presunto atentado.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, dijo a la televisora Teleamazonas que espera "que la Justicia actúe con rapidez, honestidad y contundencia".
"No nos vamos a rendir. Que entre la ciudadanía prevalezca la paz, la tranquilidad y la seguridad", llamó Muñoz.
Las autoridades ecuatorianas atribuyen el aumento de la violencia en el país durante los últimos tres años a un vacío de poder provocado por el asesinato en 2020 de Jorge Zambrano, alias "Rasquiña" o "JL", líder de la pandilla local Los Choneros. Los miembros llevan a cabo asesinatos por contrato, operaciones de extorsión, mueven y venden drogas y gobiernan prisiones.
Grupos similares, vinculados a los cárteles mexicanos y colombianos, se pelean por las rutas del narcotráfico y el control del territorio, incluidos los centros de detención, donde al menos 400 reclusos han muerto desde 2021.
El candidato presidencial Fernando Villavicencio, quien tenía una postura notoriamente dura contra el crimen organizado y la corrupción, fue asesinado el 9 de agosto al final de un mitin político en Quito, a pesar de tener un destacamento de seguridad que incluía policías y guardaespaldas.
Este había acusado a Los Choneros y a su actual líder encarcelado, Adolfo Macías, alias "Fito", a quien vinculó con el cártel de Sinaloa de México, de amenazarlo a él y a su equipo de campaña días antes del asesinato.
La Policía Nacional del país contabilizó 3.568 muertes violentas en los primeros seis meses de este año, muchas más que las 2.042 reportadas durante el mismo periodo de 2022. Ese año terminó con 4.600 muertes violentas, la cifra más alta de la historia del país y el doble del total de 2021.
La ciudad portuaria de Guayaquil ha sido el epicentro de la violencia, pero Esmeraldas, una ciudad costera del Pacífico, también es considerada una de las más peligrosas del país. Allí, seis vehículos gubernamentales fueron incendiados a principios de esta semana, según las autoridades.