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Guatemala

El Gobierno de Arévalo tendrá como desafío una alta expectativa en Guatemala

El recién elegido presidente tendrá que lidiar con los poderes establecidos que lo adversan.

Caracas
Bernardo Arévalo de León, celebrando su triunfo electoral.
Bernardo Arévalo de León, celebrando su triunfo electoral. AFP

Faltan en realidad cinco largos meses para que el cambio prometido por el izquierdista moderado Bernardo Arévalo de León pueda ponerse en marcha en Guatemala. Votado de forma amplia este domingo 20 de agosto, el presidente electo tomará posesión a mediados de 2024, y sus principales desafíos estarán en la capacidad que tenga para darle respuesta a las altas expectativas que ha generado su inédito triunfo, y en cómo lidiará con los poderes establecidos que le adversan.

El triunfo de Arévalo de León ha estado cargado de simbolismo y abre, sin duda alguna, una nueva etapa política en el país centroamericano, gobernado largamente por políticos conservadores que en la última década además tuvieron endosados casos de corrupción, uso arbitrario del poder e impunidad. De 64 años, sociólogo y exdiplomático, el nuevo presidente electo, del Movimiento Semilla, obtuvo el 58% de los votos frente al 37% de la ex primera dama Sandra Torres.

Hijo del expresidente reformista Juan José Arévalo (1945-1951), Arévalo de León resultó la gran sorpresa en la primera vuelta, el pasado 25 de junio. No aparecía en ninguna encuesta entre los cuatro candidatos favoritos. Sin que nadie lo esperara, se metió en el balotaje con Torres, muy aliada a los sectores conservadores y tres veces derrotada en sus aspiraciones presidenciales.

En Ciudad de Guatemala, más que el triunfo de Semilla se celebra la posibilidad del cambio que se abre con esta figura que saltó a la palestra pública con las protestas ciudadanas de 2015.

Haciendo un símil con el pasado que protagonizó su padre, Arévalo de León ha llamado a su propuesta política como "el Gobierno de la nueva primavera", que está cargado de simbolismo. Los guatemaltecos guardan en su memoria los diez años de reformas sociales democráticas bajo dos presidentes: Juan José Arévalo (1945-1950) y Jacobo Arbenz (1950-1954), este último derrocado y dando paso luego a un periodo de gobiernos militares apoyados por EEUU.

De acuerdo con el portal de periodismo No Ficción, la primavera democrática que tratará de promover Arévalo de León a partir de 2024 se confrontará con "un invierno no democrático", ya que en Guatemala la falta de contrapesos entre el Ejecutivo, Legislativo y Judicial han creado una especie de "dictadura corporativa".

"Una dictadura que tiene capturado todo el sistema de justicia, con arbitrariedades en la persecución penal que se han alineado para procurar impunidad", sostiene No Ficción.

A juicio de la periodista Evelyn Blanck, el proceso para reinstitucionalizar a Guatemala será complicado. Por un lado, ella recuerda al ser consultada por DIARIO DE CUBA, que al partido del presidente electo le esperan varios procesos legales que se activarán en este largo periodo antes de que Arévalo de León asuma la Presidencia.

Por otro lado, Blanck sostiene que durante el actual gobierno del presidente Alejandro Giammattei se estableció un "Pacto de Corruptos" y este domina tanto al Congreso, como a las Cortes y al propio Ministerio Público. A su juicio, es grande el desafío de recuperar la institucionalidad democrática en este país centroamericano.

Blanck, quien es coordinadora del Centro Civitas, ha recordado que los jóvenes urbanos activados por las redes sociales resultaron determinantes para la irrupción victoriosa de Arévalo de León. Empero, en este sector etario hay muchas expectativas y urgencias del cambio que pueda llevar adelante el nuevo presidente y esto podría terminar siendo un bumerán político, especialmente por el impacto de estos jóvenes en las redes sociales.

Arévalo de León se muestra confiado en que tomará posesión el 14 de enero de 2024, tal como lo señala la Constitución, pero no es ingenuo de las dificultades a las que hará frente: "Sabemos que hay una persecución política en curso, que se lleva a cabo por medio de las instituciones, las fiscalías y los jueces que han estado cooptados corruptamente".

Después de la primera vuelta, y cuando la clase política tradicional se recuperó del inesperado triunfo de Semilla, nueve partidos lograron que la Corte de Constitucionalidad suspendiera los resultados electorales.

Luego, el mismo día en que el Tribunal Supremo Electoral oficializó el balotaje entre Arévalo y Torres, el juez penal Fredy Orellana, quien está sancionado por el Departamento de Estado de EEUU, solicitó suspender la personería jurídica de Semilla a través de la Fiscalía Especial contra la Impunidad, una instancia del Ministerio Público que encabeza María Consuelo Porras, igualmente sancionada por Washington.

Le siguieron allanamientos tanto en el Tribunal Supremo Electoral como en la sede del partido Semilla. Varias figuras que participaron de la fundación de esta agrupación, registrada legalmente en 2018, decidieron salir al exilio por el temor a terminar encarceladas. La Fiscalía aduce que el registro hace cinco años fue fraudulento porque se habrían falsificado miles de firmas.

Luego de su indiscutido triunfo electoral, Arévalo de León ha terminado por posicionarse positivamente entre los guatemaltecos, cansados de una clase política tradicional inmersa en hechos de corrupción y signada por la impunidad, en particular durante las gestiones presidenciales del excomediante Jimmy Morales (2016-2020) y del actual mandatario Giammattei (2020-2024).

Arévalo de León es percibido como no corrupto, inspira confianza y representa el cambio, esas fueron las razones principales que indicaron los consultados por un estudio de la firma ProDatos, antes de la votación.

El nuevo mandatario se define como progresista y es considerado por analistas como una figura de izquierda moderada. Su llegada al poder simboliza, sin duda, un cambio de época en Guatemala, donde por décadas han predominado los gobiernos conservadores.

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2 comentarios

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El pendulo de la historia esta hacia el lado izquierdo del ajedrez politico mundial. Hay que aceptar eso. Veremos cuando regrese hacia donde oscilará, muy probable que bien a la derecha.
Ya lo dije por otros lares; hay izquierda en el poder para rato en america latina y sur america.

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Los izquierdistas moderados son como las hienas vegetarianas, no existen.