En una suerte de preámbulo de lo que se vislumbra como un reacomodo político, aunque plagado aún de incertidumbre de cara a las presidenciales de octubre venidero, el peronismo en el poder en Argentina ha perdido las elecciones en dos provincias en las que gobernó largamente, dando paso a nuevos gobernadores alineados con la coalición conservadora Juntos por el Cambio.
Aunque dos analistas políticos consultados por DIARIO DE CUBA sostienen que los resultados últimos en dos provincias pequeñas, San Juan y San Luis, no son extrapolables a las elecciones presidenciales venideras, los resultados empañan el tono victorioso que el peronismo pretende darle a su búsqueda de seguir ocupado la Casa Rosada, una vez que definió como candidato unitario a Sergio Massa, quien venía ocupando en los últimos meses una posición de superministro de Economía en el Gobierno saliente de Alberto Fernández (2019-2023).
Un aspecto positivo, resaltado por estudiosos de la dinámica política argentina, ha sido que en ambos casos en estas provincias se ha puesto punto final a través de los votos al poder que durante décadas ejercieron caudillos locales peronistas. Los nuevos gobernadores están alineados con la coalición que tiene como referente al expresidente conservador Mauricio Macri (2015-2019).
Juntos por el Cambio definirá el mes próximo, en unas primarias, la candidatura presidencial, en una acérrima lucha interna entre los principales aspirantes: el actual jefe de Gobierno de la capital argentina, Horacio Rodríguez Larreta, y Patricia Bullrich, quien fue ministra de Seguridad en el Gobierno conservador entre 2015-2019.
En San Juan, después de un mes de suspenso, ya que las votaciones debían realizarse el pasado 14 de mayo pero fueron impugnadas por opositores, se puso punto final a dos décadas de gobiernos peronistas. Este domingo, el diputado nacional Marcelo Orrego se impuso con 51% de los votos y pasó a ser el nuevo gobernador.
Ya en marzo pasado, en San Luis, en el centro del país, se acabó el dominio regional en el mejor estilo de caudillismo de los hermanos Rodríguez Saá, que se alternaron en el poder desde 1983.
No puede obviarse, sin embargo, que el peronismo mantiene el poder en 13 provincias, con seis de ellas todavía en juego con próximas elecciones. En lo que va del año, 13 de las 24 provincias argentinas han elegido nuevos gobernadores. Otras nueve lo harán de aquí a octubre, y dos, las de Corrientes y Santiago del Estero, renovarán sus autoridades en 2025.
"La realidad es que las elecciones provinciales no son extrapolables", matiza el académico Ignacio Labaqui al ser consultado por DIARIO DE CUBA, sobre el impacto que estos resultados provinciales podrían tener en las elecciones presidenciales.
Labaqui, quien es profesor en dos universidades en las áreas de Ciencias Sociales y relaciones internacionales, apunta a que dentro de Argentina hay señales con las elecciones ya realizadas y las próximas que se efectuarán, de posibilidad de alternancia así como de un crecimiento del voto opositor en dichas provincias. En su pronóstico, deberían ocurrir cambios en las gobernaciones de Chubut, Entre Ríos y Santa Fe.
A juicio de Labaqui, consejero académico del Centro para la Democracia y Apertura de América Latina (CADAL), teniendo cifras del índice de confianza en el Gobierno de la Universidad Di Tella, factores que perjudicarán al Massa candidato, habiendo sido parte del Gobierno peronista actual, es por un lado la alta inflación, superior al 100%, así como a la evaluación negativa del Gobierno de Alberto Fernández y de su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
De acuerdo con este indicador, ni siquiera suma 20% la evaluación positiva de la gestión gubernamental en el mes de mayo. Labaqui menciona que desde que existen registros de este índice, en enero de 2007, hay una relación entre el nivel de evaluación positiva y el respaldo electoral para quienes están ejerciendo el poder y buscan proseguir en la Presidencia.
Por su parte, Liliana de Riz, profesora consulta en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, saluda los resultados recientes en las provincias de Argentina: "Al menos son indicadores de vientos de cambio en provincias gobernadas por décadas con caudillos tradicionales aupados en recursos de coparticipación (del Gobierno federal) y no en la generación de ingresos propios, y en leyes electorales en muchos casos a la medida de sus conveniencias".
Sin embargo, al ser consultada por DIARIO DE CUBA, esta investigadora superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas cree que el panorama electoral argentino está envuelto en mucha incertidumbre y le resulta difícil realizar pronósticos sobre las elecciones presidenciales que tendrán lugar en algo más de tres meses.
Tras definirse los nombres que están postulando a la Presidencia, una encuesta de la firma CB indica que la coalición conservadora Juntos por el Cambio tiene una intención de voto del 33,8%, mientras que el peronismo unificado en Unión por la Patria reúne un 29,1% de adhesiones.
La gran sorpresa de este estudio, difundido el 1 de julio, es el bajón de popularidad que ha tenido el excéntrico liberal Javier Milei para ubicarse en un 17,2%.
De acuerdo con el columnista Joaquín Morales Solá, el carácter desequilibrado de Milei, quien es diputado nacional, "preocupa más al establishment económico que su extremismo ideológico" ultra liberal.
Finalmente, según este sondeo de CB, la exministra Patricia Bullrich tiene en este momento la primera opción para imponerse en las elecciones primarias de la coalición conservadora y de esa manera disputar con Massa y Milei la Presidencia el venidero 22 de octubre.
“Prepárate, que si ganas, te vas a llenar los bolsillos de plata como yo en Brasil” le está diciendo el ladrón Lula al otro aspirante a delincuente millonario como Cretina Kirchner.