¿Dinero del narcotráfico en la campaña de Petro?: otro escándalo estalla en Colombia

Los dos asesores más cercanos de Gustavo Petro, presidente de Colombia, Laura Sarabia y Armando Benedetti, salieron del Gobierno el viernes último poco antes de que se hicieran públicos audios del segundo, exembajador de Bogotá en Venezuela, que abrieron un escándalo político donde se pone en cuestión el financiamiento de la campaña presidencial del mandatario.

En los audios divulgados por la revista colombiana Semana el domingo, Benedetti hace graves afirmaciones acerca de la campaña presidencial de Petro en medio de una conversación con quien sería Laura Sarabia, exjefe de gabinete del Gobierno nacional.

Benedetti, quien aseguró luego que esos audios son manipulados, arremete en ellos contra el presidente y Sarabia, usando frases como "nos hundimos todos, nos acabamos todos, nos vamos presos, acabamos toda la hijueputa verga".

Tras el escándalo, la vicepresidenta Francia Márquez afirmó que "la derecha" está "manipulando" para mantenerse en el poder, mientras que Petro aseguró que desde su Gobierno no se han ordenado interceptaciones ilegales y que en su campaña nunca se manejó una cifra de 15.000 millones de pesos, de la que habla el exembajador en Venezuela.

El lunes, Márquez comentó que "era de esperarse que la derecha no se iba a quedar quieta mirando cómo gobernamos en favor del cambio para Colombia. Toda la vida manipularon y engañaron al pueblo para mantenerse en el poder. Ese es su modus operandi, así han funcionado siempre".

"Presidente Gustavo Petro, estamos firmes con usted y con Colombia. He tenido la oportunidad de ver durante estos meses de Gobierno cómo todas sus acciones se enfocan con honestidad y trasparencia en la justicia social, la paz y el bienestar para todas y todos los colombianos", aseguró en Twitter.

Por su lado, Petro dedicó varios tuits al tema. Entre otras cosas, aseguró que nadie de su Gobierno ha ordenado interceptaciones telefónicas ni allanamientos ilegales y tampoco "se han aceptado chantajes sobre cargos públicos o contratos", ni dinero proveniente del narcotráfico o manejado una cifra como 15.000 millones de pesos.

"Yo no acepto chantajes, ni veo la política como un espacio de favores personales", enfatizó.

Acusó también al Gobierno del expresidente Iván Duque de haber espiado ilegalmente sus reuniones virtuales durante su campaña presidencial y afirmó que las investigaciones sobre ello nunca avanzaron en la Fiscalía.

"Una agencia de inteligencia en el Gobierno Duque nos grabó ilegalmente todas las conversaciones hechas en Zoom durante todos los meses de mi campaña y fueron publicadas en Semana. Nunca pudieron publicar un minuto siquiera en donde yo dijera algo ilegal o irregular. La investigación sobre esas chuzadas nunca avanzó en la Fiscalía; no fue en ese momento escándalo que se nos chuzara", afirmó.

Posteriormente, Petro respondió a la exfiscal Vivian Morales, quien en su perfil de Twitter aseguró que el mandatario nacional está inhabilitado para presentar la terna de candidatos a fiscal general de la nación debido a que las revelaciones ponen de manifiesto un supuesto "conflicto de intereses".

"Frente a los gravísimos hechos que ha conocido el país y que tiene que investigar la Fiscalía, es inobjetable que el presidente Petro tiene un conflicto de intereses para integrar la terna que debe elegir al nuevo fiscal", tuiteó Morales.

A ello, Petro ripostó: "Esto es lo que buscan. Que no se pueda poner una terna contra la impunidad. Por aquí comienza todo".

Sobre los audios, el presidente defendió a su exjefa de gabinete y aseguró que Benedetti se equivoca al pensar que ella organizaba su agenda; "siempre lo hice y lo hago yo", afirmó. Además, aseguró que Benedetti sí ayudó a conseguir donaciones para su campaña, pero ninguna de estas tuvo una procedencia ilegal.

"En gerencia se rechazaron muchas donaciones y de acuerdo a los criterios de ley, se aceptaron otras. La mayor parte de la financiación de la campaña se realizó con préstamos de la banca comercial", aseguró.

El contexto del escándalo

BBC Mundo recordó que Armando Benedetti tiene una carrera política de 30 años, trabajando para gobiernos como el de Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe, y que ya ha sido investigado, aunque no condenado, por corrupción. Durante la campaña de Petro, habría sido su mano derecha.

Mientras, Laura Sarabia, funcionaria del Ejército colombiano que hace siete años se convirtió en la secretaria de Benedetti, llegó a Petro a través del exembajador y funcionó como puente entre ambos. Tras la victoria electoral del exguerrillero, la joven habría conseguido convertirse en una de las funcionarias con más influencia sobre el presidente.

En el conflicto entra además Marelbys Meza, una niñera que trabajó primero con Benedetti, quien la despidió por un supuesto robo, y luego con Sarabia, quien tuvo un embarazo y dio a luz durante la campaña. Hace una semana, Meza acusó a Sarabia de secuestrarla e interceptarle el teléfono debido a otro supuesto robo.

Según los reportes, en enero pasado Meza se convirtió en la principal sospechosa de una investigación sobre la desaparición de 7.000 dólares en efectivo de la casa de Sarabia. Funcionarios de la Policía y la Fiscalía la hicieron someterse al polígrafo, una prueba en la que se sintió "secuestrada y amenazada" en la misma sede de la Presidencia, el Palacio de Nariño, denunció a la propia revista Semana.

Cuando Meza ya había sido despedida por Sarabia, Benedetti la recontrató para que cuidase a sus hijos en Caracas, ciudad a la que llegó en un avión privado, según reportó el periodista colombiano Daniel Coronell.

El miércoles pasado, el fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, quien fue nombrado por el Gobierno de Iván Duque, de quien es cercano, denunció en una rueda de prensa que la investigación de este caso generó un sistema judicial paralelo, que la interrogación a Meza fue ilegal y que las escuchas clandestinas estaban de vuelta en un país traumatizado por la violación de los derechos políticos.

Petro entonces anunció la salida de Sarabia y Benedetti y aseguró: "Este Gobierno no intercepta ilegalmente comunicaciones de magistrados, de jueces, de periodistas, de opositores. A los opositores los cuidamos, no les puede pasar nada porque están bajo nuestra responsabilidad".

El domingo, la revista Semana publicó los acalorados audios en los que Benedetti parece reclamarle a Sarabia que lo hayan aislado y la amenaza con dar a conocer detalles de una supuesta financiación ilícita de la campaña presidencial.

Las consecuencias para Petro

El lunes, el presidente de la Cámara de Representantes de Colombia, David Racero, anunció que se congela la discusión de las reformas del Gobierno que están en trámite en el Congreso, pese a que el Legislativo está en sus semanas finales antes de su cierre el próximo 20 de junio.

"La reforma de la salud no será estudiada mañana. El Pacto no le teme a ese debate, si los que llevamos décadas en él vemos que alguien que se acerca y aprovecha para intentar hacer de las suyas será rechazado al nivel político y judicial. Queda congelado el debate en la Cámara de Representantes", afirmó Racero ante los medios, según el diario El Tiempo.

La situación tendrá consecuencias, puesto que Petro ya no tiene la presidencia del Senado ni una coalición clara, mientras que las negociaciones de paz con la guerrilla del ELN en Cuba y los intercambios con otros grupos armados se han ido debilitando.

"El escándalo desorganiza la coalición y complica la agenda", aseguró Yann Basset, politólogo de la Universidad del Rosario. "Pero además concentra la atención en Petro, en lugar de en los congresistas o la clase política".

"El peligro evidente para el Gobierno es que tenga que dedicar su energía en responder y defenderse del escándalo y no pueda dedicarla a la agenda de reformas, y eso despierta el espectro de un Gobierno paralizado", añadió.

Silvia Otero, también politóloga, agregó: "Aunque todavía no haya una sola prueba de financiación irregular, sí hay un escándalo político y con eso probablemente, sobre todo con este fiscal (opositor), se abra una investigación en el Congreso, donde Petro no tiene mayoría".

"Entonces, lo que viene es control de daños: el Gobierno dedicado a controlar las consecuencias de estas declaraciones de Benedetti y eso, por supuesto, le quita maniobrabilidad", advirtió.