Una denuncia por intento de espionaje que implica a miembros del Gobierno del expresidente Pedro Castillo ha provocado un terremoto político en Perú, luego de que se supiera que este habría ordenado la compra de equipos de inteligencia para recolectar información privada con el fin de usarla en contra de altos cargos de la Fiscalía de la Nación.
De acuerdo con una denuncia bajo investigación a la que tuvo acceso el diario El Comercio, se trataría de una red criminal que tendría como objeto "intimidar y atentar contra la integridad física de los funcionarios" del Ministerio Público y la Policía, así como de periodistas y colaboradores eficaces que brindaban información sobre los presuntos actos de corrupción del Gobierno de Pedro Castillo.
El Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción en el Poder detuvo de manera preliminar el martes a Jorge Hernández Fernández, alias "El Español", a quien se le imputa ser el coordinador de una presunta red criminal que buscaba espiar a la fiscal general, Patricia Benavides; la fiscal coordinadora de las Fiscalías contra la Corrupción del Poder, Marita Barreto, y el jefe del Equipo Especial, el coronel Harvey Colchado.
Según la investigación, Castillo habría coordinado con el empresario Hernández Fernández y con su exasesor de Inteligencia, Henry Shimabukuro Guevara, la compra de estos equipos.
Hernández está detenido, según el propio reporte, por presunta tentativa de homicidio contra Benavides, Barreto y Colchado. Las autoridades lo consideran como pieza clave en la investigación contra el expresidente, por liderar una organización criminal durante su período presidencial.
El objetivo del espionaje era "desacreditar tanto a la fiscal de la Nación como al coronel Harvey Colchado Huamaní" mediante "equipos electrónicos de alta tecnología que tengan la capacidad de obtener información de sus teléfonos celulares, de sus conversaciones, de sus chats, emails y otros. Y que debería hacerlo bajo el contexto de una operación especial de inteligencia", según un informe de las autoridades.
Esta red habría sido creada después que se abrieran varios expedientes de investigación contra Castillo, una de las razones por las que este habría intentado el autogolpe que dio al traste con su Presidencia.
A pesar de que el expresidente Pedro Castillo afirmaba colaborar con la Justicia peruana para aclarar las acusaciones por corrupción en su contra, en paralelo también urdía el plan para atacar a las personas que lo investigaban a él y su entorno más cercano.
Según el medio argentino Infobae, el exmandatario habría autorizado que Hernández Fernández y Shimabukuro Guevara se encargaran de crear un equipo de contrainteligencia para espiar las llamadas telefónicas, mensajes de texto y correos electrónicos de Benavides y Colchado.
Ambos habrían contactado luego con el exoficial de inteligencia naval y empresario de seguridad Carlos Barba Daza, quien asesoraba al congresista fujimorista Luis Cordero Jon Tay. A este le habrían ofrecido ser el nuevo jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), pero no aceptó.
"El presidente Castillo le propone (a Carlos Barba) hacerse cargo de la jefatura de la DINI con la finalidad de buscar la manera de cómo desacreditar tanto a la fiscal de la Nación como al coronel Harvey Colchado Huamaní y desacreditar toda aquella información que pueda entorpecer las acciones legales que viene enfrentando, así como a los opositores del Gobierno", declaró un informante de la Policía que se infiltró para recoger información.
Posteriormente, Castillo habría encargado a Barba adquirir el sistema de vigilancia electrónica Pegasus en Panamá. El empresario viajó al país centroamericano junto al legislador Cordero entre el 11 al 13 de octubre de 2022.
La investigación implica además a otros funcionarios de la Inteligencia de Perú.
Pedro Castillo cumple una sentencia de 18 meses de prisión preventiva por los delitos de rebelión y conspiración, tras haber intentado dar un autogolpe de Estado el 7 de diciembre pasado.
