Back to top
Brasil

En medio de una purga de las Fuerzas Armadas, Lula da Silva nombra a un nuevo comandante del Ejército

La 'limpieza' que lleva adelante el mandatario coloca ahora como prioridad la relación entre la Presidencia y el poder castrense en Brasil.

Brasilia
Tomás Miguel Miné Ribeiro Paiva, nuevo comandante de las Fuerzas Armadas de Brasil.
Tomás Miguel Miné Ribeiro Paiva, nuevo comandante de las Fuerzas Armadas de Brasil. Metrópoles

Inicialmente el tema militar parecía importante pero no urgente para el nuevo Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil. Sin embargo, tras el ataque a los poderes públicos en Brasilia por seguidores extremos del expresidente Jair Bolsonaro, y de aflorar presunta complicidad de militares con estos sucesos, el líder de izquierda ha puesto en marcha una purga en los órganos de seguridad.

Los sucesos violentos, que le dieron la vuelta al mundo, mostraron a centenares de seguidores de Bolsonaro, un capitán retirado que le dio mucha beligerancia política a las Fuerzas Armadas durante su gestión de cuatro años (2019-2022), destruyendo y tomando las sedes de los poderes públicos.

Al menos en las imágenes iniciales no se percibió una reacción contundente de los órganos de seguridad e incluso algunos de los edificios públicos lucían desolados ese 8 de enero.

En las dos semanas siguientes a estos episodios sin precedentes en la historia democrática de Brasil, Lula da Silva también inició una purga inédita en las Fuerzas Armadas y en los organismos de seguridad, también bajo control de figuras militares.

Alrededor de 100 uniformados de mediano y alto rango han sido destituidos en un proceso que tuvo su punto clímax este 21 de enero con la destitución del comandante del Ejército, la principal rama de las Fuerzas Armadas brasileñas y en las cuales Bolsonaro se hizo capitán.

El general Tomás Miguel Miné Ribeiro Paiva, comandante militar del Sudeste, fue anunciado este 21 de enero como nuevo comandante del Ejército brasileño, en sustitución del general Júlio César de Arruda, quien duró escasas semanas en el cargo.

En los días finales de 2022, siguiendo la rotación por antigüedad, De Arruda ascendió a la comandancia y por un trámite de rutina fue ratificado una vez que Lula da Silva se juramentó como presidente el 1 de enero de 2023.

En rueda de prensa junto a Ribeiro Paiva, el ministro de Defensa, José Múcio, afirmó que "evidentemente, después de estos últimos episodios, la cuestión del 8 de enero, las relaciones principalmente en el mando del Ejército, sufrieron una fractura en el nivel de confianza".

Días atrás, siendo aún comandante militar del Sudeste, Ribeiro Paiva dio un discurso a las tropas en las que sostuvo que los militares debían respetar los resultados electorales y estando en democracia, plegarse al poder civil.

Es un tema álgido, ya que precisamente Bolsonaro alborotó a los cuarteles, con discursos encendidos, y designó a militares en cargos ministeriales distintos al Ministerio de Defensa.

"Creo que, dadas las circunstancias, el general Ribeiro Paiva fue la mejor elección que pudo hacer el presidente Lula da Silva en este momento, precisamente por su perfil, dado que trabajó durante muchos años como asistente del expresidente Fernando Henrique Cardoso. En el pasado, fue jefe del Batallón de la Guardia Presidencial, unidad que estuvo en el centro de los sucesos del 8 de enero", apuntó Adriana Aparecida Marques, profesora de Defensa y Gestión Estratégica Internacional de la Universidad Federal de Río de Janeiro.

Por otro lado, la crisis desencadenada tras los sucesos del 8 de enero pondrá a prueba la decisión de Lula da Silva de nombrar a Múcio al frente del Ministerio de Defensa, siendo este nombramiento el más sorpresivo de su Gabinete, según un analista consultado por DIARIO DE CUBA.

En su momento, el diario El País apuntó que el nuevo ministro tiene amistad y trato fluido con Bolsonaro, quien exacerbó una politización de las Fuerzas Armadas, un fenómeno inédito tras la última dictadura militar (1964-1985).

Sobre la designación de Múcio, el profesor Thiago Rodrigues explicó a DIARIO DE CUBA que se trata de "un hombre alineado con el conservadurismo en Brasil, apareció en la vida política en la época de la dictadura. Se le puede ubicar en centroderecha, y no es experto en temas de defensa".

Dado que, según Rodrigues, "no es un civil que tenga conocimiento en temas de defensa, ni es cercano a los mandos militares", el rol de Múcio estará ahora bajo escrutinio.

Y, además, los sucesos del 8 de enero y la purga que lleva adelante el septuagenario presidente en las Fuerzas Armadas, colocan ahora como prioridad la relación entre la Presidencia de izquierdas y el poder castrense. Antes de que asumiera Lula da Silva, los analistas proyectaban a este como un tema importante pero que sería abordado con calma y cautela, dándole prioridad a la política social.

Durante sus dos gobiernos, entre 2003 y 2011, el septuagenario referente de la izquierda latinoamericana tuvo una relación tranquila y de bajo perfil con las Fuerzas Armadas. El siguiente Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula da Silva, sí tuvo una relación de tensión con el mundo castrense.

La entonces presidenta Dilma Rousseff (2011-2016), presa política durante los años de la dictadura militar, promovió una Comisión de la Verdad que crispó las relaciones de su Gobierno con los uniformados en Brasil.

Más información

5 comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.

Hay que tener mucho cuidado con la palabra "cambio". A Lula hay que darle la misma medicina que le dieron a Castillo: meterlo preso. Ese viejo tiene malas intenciones. No cabe duda, él quiere perpetuarse en el poder a toda costa.

Profile picture for user PicadillodeSoya

Ese libreto no falla,cuando las intenciones son atornillarse en el poder lo primero que tenemos que hacer es poner el Ejército a nuestro servicio una vez logrado el objetivo lo siguiente es caerle a las otras instituciones para ponerlas todas al servicio del interesado,la “Izquierda” Latinoamericana le da tubo y raya a los que sueñan con democracias en Latinoamérica.

Profile picture for user Nico

Al mismo tiempo, Lula refuerza sus relaciones militares con el régimen iraní. Dos buques de guerra del régimen de Irán llegan a Brasil este lunes 23 de enero, según informa 'Infobae'.

Sea lo que sea que paso el pasado dia 8, los izquierdistas lo estan aprovechando para limpiar la casa. No falla. Escuela cubana 100%; te das un autogolpe y luego aprovechas para quitarte del medio a todo el que estorba.
Muy raro que el intento de tomar el poder el dia 8 fue un domingo y lula no estaba en brasilia. Muy probable que la supuesta sublevacion pasada fuera dirigida por el mismo Lula.
Preparense brarileros, los cogio el hambre.

Profile picture for user JCAleman

¿Y alguien pensaba que esta segunda oportunidad de imponer una agenda socialista por el corrupto sindicalista millonario seria desaprovechada?

Aqui en Diario de Cuba hace unos meses un par de periodistas y comentaristas hablaban o mas bien soñaban con que el ejercito y el congreso serian barreras a las pretensiones de este gangster de consolidarse en el poder, desconociendo lo que han traido las primeras y segundas oportunidades a este tipo de caudillos.

Algunos aseguraban que como el 50% de la poblacion esta en contra de Lula, entonces seria imposible imponerse por la dura. Parecen olvidar que bastan dos perros para controlar un rebaño de 100 ovejas o que no es precisamente la mayoria lo que necesitan los comunistas para hacer triunfar el totalitarismo.

La historia de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Honduras y otros no es suficiente para que los intelectuales entiendan la naturaleza de estos bandoleros y de sus regimenes