La Organización Mundial de la Salud (OMS) lamentó la "definición demasiado restrictiva" que tiene China de lo que es "morir por Covid" y admitió que la información pública sobre la actual oleada de enfermos que sufre el gigante asiático "no refleja la realidad".
La OMS sostiene que la actual forma de las autoridades chinas de contabilizar solamente las muertes por enfermedades respiratorias ligada al coronavirus no muestra, ni mucho menos, la situación que atraviesa el país asiático.
Tedros Ghebreyesus, director general de la organización, fue muy crítico con el proceder de Pekín a lo largo de estos días.
"Seguimos pidiendo a China datos más rápidos, regulares y fiables sobre hospitalizaciones y muertes, así como una secuenciación vírica en tiempo real más completa", dijo el funcionario, quien confesó que la organización está "realmente preocupada por el actual panorama epidemiológico de Covid-19, con una transmisión intensa en varias partes del mundo y una variante recombinante que se propaga rápidamente", citó Euronews.
Desde que el Gobierno de Xi Jinping decidiera relajar sus restricciones de la política cero Covid, China está experimentando una rápida propagación del virus. La intensa transmisión ha desatado la alarma internacional, con numerosos países aplicando controles en sus aeropuertos a los viajeros de este país.
El jueves, China pidió a sus ciudadanos que cumplan con los requisitos impuestos por otros países para viajar, en referencia a la exigencia de presentar pruebas negativas para entrar en otros territorios.
"En respuesta a las restricciones impuestas por países como Japón para los viajeros procedentes de China, y a las sugerencias de la Unión Europea de hacer lo propio entre sus países miembros, China recuerda a sus ciudadanos que den cuenta de su estado de salud antes de partir y que sigan los requerimientos de otros países", indicó en rueda de prensa la portavoz de Exteriores, Mao Ning.
El país asiático anunció a finales de diciembre que reabrirá sus fronteras el próximo 8 de enero, por primera vez desde marzo de 2020, lo que ha provocado la respuesta de varios países.
También a partir del 8 de enero, el Covid dejará de ser una enfermedad de categoría A en China, el nivel de máximo peligro y para cuya contención se exigen las medidas más severas, para convertirse en una de categoría B, que contempla un control más laxo.