Las autoridades de Irán ejecutaron en público el lunes a un segundo detenido condenado por su participación en las protestas que sacuden el país, a pesar de la ola de críticas internacionales tras el ahorcamiento de un primer manifestante la semana pasada.
Majid Reza Rahnavard, de 23 años, fue ahorcado en público en la ciudad santa de Mashad después de que fuese sentenciado a muerte por el asesinato de dos agentes de seguridad, informó la agencia Mizan, del Poder Judicial, según reportó EFE.
"Fue sentenciado a muerte por 'guerra contra dios' por acuchillar hasta la muerte a dos miembros de las fuerzas de seguridad", explicó Mizan, que añadió que además hirió supuestamente a otras cuatro personas.
El joven fue arrestado el 19 de noviembre, acusado el 24 y su juicio se celebró el 29, mismo día en el que fue condenado a muerte, después de supuestamente confesar sus crímenes, según Mizan.
Otros nueve presos han sido condenados a muerte por las protestas y según Amnistía Internacional al menos 28 acusados podrían ser llevados a la horca.
La ejecución de Rahnavard se produce cuatro días después del primer ahorcamiento de un preso condenado por participar en las protesta desatadas por la muerte de Mahsa Amini a mediados de septiembre.
Hasta el momento, ambos ejecutados fueron condenados por haber apuñalado a basiji, milicianos islámicos que reprimen a los manifestantes usando la violencia y de los que según algunas organizaciones, han muerto casi un centenar desde septiembre. En cambio, la cifra reportada de manifestantes muertos estaría cerca de los 500.
El alto comisionado para los derechos humanos de la ONU, Volker Türk, consideró que la ejecución del joven tenía como objetivo asustar a los manifestantes.
"Claramente esto tiene el propósito de crear temor para el resto de los manifestantes", sostuvo el viernes en una rueda de prensa.
A pesar de ello la ejecución ha provocado nuevas protestas en el país, como las del sábado, cuando se celebraron marchas en silencio y con velas en numerosas ciudades de la nación persa para condenar el ahorcamiento.
Las revueltas comenzaron por la muerte de la joven kurda de 22 años tras ser detenida por la Policía de la moral por no llevar bien colocado el velo, pero han evolucionado y ahora los manifestantes piden el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.
En los casi tres meses de protestas han muerto más de 400 personas y al menos hay 15.000 detenidos, según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo.
Irán es uno de los principales países del mundo en la aplicación de la pena de muerte, con 314 ejecuciones llevadas a cabo en 2022, según Amnistía Internacional.
Que empiecen a darle candela a los palacios y edificios de los Ayatolás y que no paren hasta reducir a cenizas a cada uno de éstos fundamentalistas asesinos. Plan antorcha !!!!
En Cuba no se quedan atrás,públicamente Fidel Castro expresó que los tres jóvenes fusilados por el secuestro de la la Lancha de Regla en el 2003 fue como un escarmiento por las salidas ilegales del país.
El que a hierro mata, a hierro muere. La foto es prueba incuestionable de lo miserable y repulsivo que son las teocracias. Abusadores de mierda! Cuando les toque a los ayatolás, no se me vayan a quejar.
El Gran Inquisidor Tomás de Torquemada, en vida se hubiese quedado anodadado al ver como los persas han modernizado tanto la ejecución a través de la horca.
El "Che" Guevara hubiera estado muy de acuerdo. Recuerden lo que dijo en la ONU en 1964: "Hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario."