El tiempo ha pasado y las preguntas no han sido respondidas. El avión con bandera de Venezuela, tripulado por iraníes y que viajaba con una tripulación llamativamente numerosa para ser un vuelo de carga, cumplió este 8 de agosto dos meses retenido en el principal aeropuerto argentino, Ezeiza, que sirve a Buenos Aires, sin que se haya producido avances en la investigación judicial.
Aunque la Fiscalía de Argentina optó por imputar al piloto de la aeronave para determinar si tiene relaciones con el terrorismo, de forma contradictoria el juez que lleva la causa liberó la mercancía que transportaba la aeronave y también permitió que 12 de los 19 tripulantes salieran del país, con el compromiso que mensualmente se presentasen ante las embajadas de Argentina en Caracas y Teherán.
Quedaron detenidos, confinados a un hotel mientras avanzan las investigaciones, cuatro iraníes y tres venezolanos. En el centro de la investigación está el piloto Gholamreza Ghasemi Abbas, perteneciente a la Guardia Revolucionaria Iraní y director de otra aerolínea iraní también con sanciones de EEUU, por presuntas vinculaciones a actividades terroristas.
El único que parece haber reparado en la fecha ha sido Nicolás Maduro, quien, tras mantener un prudente silencio en torno al caso, explotó este lunes con un discurso incendiario dirigido al peronismo argentino y a los movimientos sociales de filiación kirchnerista. El mandatario venezolano fijo estar "muy arrecho" (muy molesto, en lenguaje popular venezolano) y aseveró que dará la batalla en todos los terrenos para recuperar la aeronave.
En algo sí ha tenido razón Maduro, nadie parece hacer nada con este tema. La propia prensa de Buenos Aires, tan dada a los escándalos, se ha dedicado otros temas con un país en medio de tribulaciones económica y crisis política, mientras que el avión retenido ha pasado a ser parte de la cotidianeidad en Ezeiza. Los tripulantes retenidos permanecen en un hotel en Buenos Aires que es pagado en efectivo, según reseñas de prensa, por delegados de la empresa Emtrasur, filial de carga de la aerolínea bandera de Venezuela, Conviasa.
A inicios de agosto, mientras se permitía la liberación de gran parte de la tripulación, EEUU pidió oficialmente a Argentina la incautación del Boeing 747 retenido en su territorio, señalando que "se violaron las leyes" cuando el avión fue vendido por la aerolínea iraní Mahan Air, que se halla bajo sanciones, a Venezuela.
El avión de carga llegó el 8 de junio procedente de México, con un cargamento de autopartes tras haber intentado sin éxito entrar en Uruguay. Ya había estado previamente en Ezeiza y pudo salir sin problema del aeropuerto de Buenos Aires, al ser impedido de aterrizar en Montevideo, y estar de nuevo en Argentina fue que, finalmente, se encendieron las señales de alarma.
De acuerdo con el periodista de investigación, Hugo Alconada, este caso desnudó las "flaquezas" del sistema de seguridad aérea de Argentina, y resulta llamativo por varias razones, entre estas la presencia de 19 tripulantes en una aeronave que solo requiere de cinco personas.
La fiscal Cecilia Incardona imputó hace mes y medio al piloto iraní y activó una investigación criminal para determinar si voló al país sudamericano con fines comerciales o para actividades ilícitas. Antes de que el Gobierno de Argentina optara por el mutismo sobre el caso, el propio ministro del Interior, Aníbal Fernández, confirmó la presencia de Gholamreza Ghasemi Abbas y de su vinculación con Al Quds de la Guardia Revolucionaria del régimen iraní.
En el ínterin, mientras avanza sin saberse detalles la investigación judicial, el pasado 18 de julio en Buenos Aires se recordaron los 28 años del atentado ocurrido en 1994 contra la sede de la mutual judía en Buenos Aires, AMIA. En este atentado terrorista fallecieron 85 personas y sigue siendo una herida abierta para la sociedad argentina. La comunidad judía señala a Al Quds de responsabilidad en este hecho, mientras que EEUU le tiene en su listado de organizaciones terroristas.
¿Qué hace Gholamreza Ghasemi Abbas en Buenos Aires, a bordo de un avión de carga venezolano? ¿Por qué una aeronave que necesita cinco tripulantes transportaba a 19? Preguntas de este tenor la ha formulado públicamente la Dirección de las Asociaciones Israelitas Argentinas, que de forma insistente ha pedido a la Justicia investigar la aeronave, su carga y tripulación.
Asimismo, se ha destacado lo siguiente. El avión transportaba autopartes. Sin embargo, tanto SAS Automotriz SA, la compañía que adquirió esas autopartes, como la empresa Volkswagen Argentina, emitieron comunicados en los que se desvinculaban del vuelo de Emtrasur, según reseñaron medios de prensa en Buenos Aires.
Poco después, medios de prensa argentinos confirmaron que el FBI estadounidense hizo entrega de información a las autoridades en Buenos Aires confirmando la identidad del piloto y su vinculación con diversas acciones terroristas. Esta información fue usada por la Fiscalía para activar el caso judicialmente.
Junto a la línea judicial enfocada en si se realizaban o no actividades terroristas con la aeronave, en este mes de agosto EEUU puso sobre el tapete otra arista que augura una larga estadía del avión en territorio argentino. Se trata de la política de sanciones de Washington en contra el régimen de Irán.
En 2008, el Departamento de Comercio estadounidense emitió una orden que prohíbe a Mahan Air participar en transacciones con productos exportados desde EEUU.
"Como se alega en la orden de incautación (dada por EEUU) Mahan Air violó la Orden de Denegación Temporal y las leyes de control de exportaciones de EEUU al transferir la custodia y el control de la aeronave Boeing a Emtrasur sin la autorización del Gobierno de EEUU", afirmó el Departamento de Justicia en un comunicado el pasado 2 de agosto.
"Pido el apoyo a los movimientos sociales, sindicales y políticos de la Argentina patriótica, de la Argentina peronista, para Venezuela, para el rescate del avión, para la liberación de los pilotos secuestrados. Pido el apoyo de Argentina", clamó Maduro la noche del 8 de agosto en un congreso con movimientos sociales venezolanos, que fue transmitido al país por la estación estatal de televisión VTV.
A propósito de las acciones estadounidenses para incautar el avión, Maduro de forma irónica se preguntó si ahora en Argentina las decisiones judiciales las tomaba EEUU. Este discurso del gobernante rompe con los dos meses previos en los que el chavismo había optado por mantener un perfil bajo, en espera de decisiones de Argentina, cuyo gobierno considera aliado.
Tras los anuncios del Departamento del Tesoro de EEUU de hace una semana el chavismo ha optado por una estrategia harto conocida, subir el costo político de cualquier decisión, con una campaña de propaganda y además involucrar a las organizaciones sociales argentinas, en aras de complicar cualquier decisión.