Olas de tsunami causadas por una gigantesca erupción volcánica golpearon el sábado la isla de Tonga, en el océano Pacífico, y pusieron en alerta a Chile, Japón y Estados Unidos, reportó BBC Mundo.
La erupción del volcán submarino Hunga-Tonga-Hunga-Ha'apai desencadenó poderosas olas en el Pacífico Sur que se temió pudieran tener repercusiones en varios países.
Estados Unidos aconsejó a quienes viven cerca de la costa oeste del país que se alejaran de la playa como medida de precaución. Japón también emitió una alerta, que levantó este domingo, y pidió a sus ciudadanos que se alejaran de la costa del Pacífico. Un mini-tsunami llegó al país después de la erupción del sábado y dañó barcos en Muroto, en la prefectura de Kochi. Se registraron olas de 1,2 metros.
La Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI) de Chile alertó inicialmente sobre la posibilidad de que un "tsunami menor" llegara a la Isla de Pascua y pidió a la población que abandonara la zona de playa.
Aunque en la noche del sábado no habían llegado grandes oleajes a las costas chilenas, en redes sociales fueron difundidas imágenes del recogimiento del mar en los populares balnearios de Bíobio y Valparaíso.
"En principio, estos recogimientos podrían ser anecdóticos, aunque también es posible que el mar regrese con más fuerza. Todo lo que va, vuelve", explicó Aldea.
Sin embargo, EFE reportó que las costas chilenas fueron azotadas en la tarde del sábado por un tsunami con olas de casi dos metros en la zona norte.
Las olas más grandes se sintieron en algunas ciudades del norte del país como Iquique y Atacama, donde se produjeron inundaciones leves, según confirmó el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), citado por la agencia española.
Preocupación por Tonga
Estados Unidos expresó su "profunda preocupación" por la población de Tonga. El secretario de Estado, Antony Blinken, prometió ayuda de su país a la nación isleña.
Por su parte, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo este domingo que Tonga ha sufrido importantes daños, pero que hasta el momento no hay reportes de víctimas mortales.
La comunicación con la isla continúa siendo difícil, los teléfonos celulares no funcionan y Ardern señaló que no ha podido contactar con su homólogo en Tonga.
La primera ministra se comprometió a ayudar a reparar el cable submarino, si fuera necesario, y anunció el despliegue de la Marina neozelandesa.
¿Qué ocurrió?
Videos en redes sociales mostraron la irrupción del agua en Tonga a través de una iglesia y varias casas. Los testigos también describieron la caída de cenizas sobre la capital, Nukualofa.
La alerta de tsunami hizo que los residentes de este país se pusieran a salvo en zonas más elevadas.
La capital de Tonga se sitúa apenas 65 kilómetros al norte del volcán. De acuerdo a los Servicios Geológicos de Tonga, las columnas de gas, humo y cenizas expulsadas por el volcán alcanzaron 20 kilómetros en el cielo.
El profesor Shane Cronin. vulcanólogo de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), dijo que la erupción era una de las más grandes de Tonga en los últimos 30 años.
"Es un evento bastante grande, al menos una de las erupciones más significativas de la última década", dijo Cronin a la BBC.
"Lo más destacable es lo rápido y violento que se expande. Este fue más grande, más amplio y produjo mucha más ceniza. Auguro que habrá muchos centímetros de ceniza depositados sobre Tonga", añadió el experto.
La erupción de ocho minutos fue tan violenta que podía escucharse como "fuertes truenos" en Fiji, a más de 800 kilómetros, según funcionarios en Suva, la capital.
Otras alertas gubernamentales
El gobierno de Fiji ha emitido avisos de tsunami y ha abierto centros de evacuación para los residentes de zonas costeras bajas.
Vanuatu, otra nación insular del Pacífico, emitió una advertencia similar.
Un portavoz del Gobierno australiano dijo que el primer ministro y el ministro de Relaciones Exteriores están monitoreando la situación y listos para brindar apoyo.
La alerta de tsunami también fue emitida para zonas en la costa este de Australia y Tasmania.
Las autoridades australianas pidieron a la población en el estado oriental de Nueva Gales del Sur que salieran del mar y se mantuvieran alejados de la orilla.
En Nueva Zelanda, que está a más de 2.300 kilómetros, los funcionarios han advertido sobre posibles tormentas.
La Agencia Nacional de Gestión de Emergencias dijo que las zonas costeras en el norte y este de la Isla Norte podían experimentar "fuertes e inusuales corrientes e impredecibles marejadas en la orilla".