En enero de 2022 se cumplen tres años del establecimiento de sanciones de EEUU contra Petróleos de Venezuela (PDVSA), y después de año y medio del peor momento de producción de crudo, el chavismo ha logrado retomar los niveles previos a las restricciones de Washington gracias a la sinergia con Irán junto a exportaciones a China, según ha confirmado un experto a DIARIO DE CUBA.
El chavismo ha comenzado 2022 con aire triunfalista. El mismo 1 de enero, en una entrevista que concedió a Ignacio Ramonet y que transmitió la televisión gubernamental de Venezuela, Nicolás Maduro aseveró que se llegó —de nuevo, tras el impacto de las sanciones de EEUU— a un millón de barriles de petróleo por día.
La cifra, que apenas representa un tercio de la producción que tenía Venezuela antes de que el chavismo llegara al poder en 1999, representa sin embargo una victoria económica y simbólica para el régimen de Maduro. Lo peor parece haber pasado para el gobernante venezolano, al menos en materia de presión internacional y aplicación de sanciones por parte de EEUU.
Francisco Monaldi, director del programa de energía de América Latina de Rice University, en Houston, si bien pone en duda de que se haya alcanzado la cifra de un millón de barriles por día por parte de PDVSA, reconoce que en 2021 el chavismo logró revertir el impacto negativo que tuvieron las sanciones.
Atrás ha quedado junio de 2020, el peor momento para la producción y exportación de petróleo en Venezuela, cuando se agudizó el cerco comercial que impuso en enero de 2019 la Administración Trump. Hace año y medio el entonces presidente estadounidense logró —tras presiones directas— que la rusa Rosneft dejase de transportar y comercializar crudo y derivados venezolanos.
Según las cifras de PDVSA, en junio de 2020 la producción apenas fue de 392.000 barriles por día. Una cifra que colocó a Venezuela en sus niveles de producción de ocho décadas atrás.
"La caída abrupta de 2020 no fue por una disminución del potencial o capacidad de producción, sino por la incapacidad de vender el crudo a los precios (que habían bajado) y evadir las sanciones. La subida se debe a que subió significativamente el precio y PDVSA fue capaz, con la ayuda de Irán, de crear una estructura de evasión de sanciones sustituyendo a Rosneft. Además, Irán empezó a suplir los diluyentes que antes traían los rusos", explica Monaldi a DIARIO DE CUBA.
Los altos precios, y una política no declarada de flexibilización de sanciones por parte de EEUU, han permitido al chavismo comercializar con un poco más de comodidad su petróleo. Irán ha pasado a tener un papel clave, como han venido señalando analistas y expertos en el tema petrolero desde 2021.
"Casi todo el petróleo venezolano termina por los caminos oscuros en China, a descuento, y una porción menor va a Cuba. En esencia, no hubo incremento del potencial de producción, al cierre de 2021, sino que se recuperó la producción que habían tenido que cerrar porque no podían vender", sostiene Monaldi.
Un mercado petrolero de precios altos, junto a una agenda internacional complicada, que le coloca a EEUU otras prioridades antes que demandar el regreso de la democracia a Venezuela, parecen jugar a favor del chavismo, al iniciarse 2022.
El economista venezolano Asdrúbal Oliveros, por ejemplo, citando pronósticos de Bank of America, ha indicado que los precios del petróleo podrían alcanzar los 120 dólares por barril en la primera mitad del año, ya que la demanda de crudo sigue por encima de la oferta disponible.
La combinación de precios altos y mayor producción presentan un escenario favorable a las finanzas del régimen de Maduro. En 2021, el precio promedio de la cesta de crudos venezolanos estuvo ligeramente por encima de los 51 dólares por barril.
Rafael Quiroz, economista especializado en la materia y profesor de posgrado de la Universidad Central de Venezuela, sostiene que en diciembre último se produjeron 800.000 barriles diarios, y no el millón que anunciara Maduro.
Coincide Quiroz con lo señalado por otros expertos de que esta recuperación se explica, en parte, por el nuevo papel que ha pasado a jugar Irán, que ha proporcionado a Venezuela nafta y diluyentes para reactivar los pozos de crudo extrapesado de la zona de producción de la Faja del Orinoco.
Asimismo, Irán ha tenido también un papel para lograr normalizar el suministro de gasolina, tras largos meses con escasez intermitente en diversas regiones, especialmente fuera de Caracas y las grandes ciudades del país.
"Desde mediados de 2020 no hay ningún taladro de perforación operando, por tanto, no se han perforado nuevos pozos", señala Monaldi, quien pone en duda de que pueda alcanzarse una cifra diaria de producción muy por encima de un millón de barriles diarios.
Al iniciarse 2022, el ministro de Petróleo, Tarek El Aissami, quien estuvo largamente al frente de los servicios de inteligencia y cuyo nombramiento en el sector energético fue sorpresivo, anunció que Venezuela alcanzaría dos millones diarios de producción al cierre de 2022.
Con la energía solar ganando terreno Venezuela no sabrá que hacer con el petróleo.
Con tal que baje el precio de la gasolina me da igual, el litro hoy a mas de 1.40 es un robo.
Mas dinero para el foro de puebla. Ay mama.
les cayó comején a los arrechos