Los helicópteros, que fueron un símbolo armamentístico de la extinta Unión Soviética, se reinventan bajo el gobierno de Vladimir Putin. América Latina se proyecta como escenario para la combinación de negocios e influencia geopolítica de Rusia, según advierten expertos consultados sobre este tema por DIARIO DE CUBA.
En un reportaje publicado por el diario español El País se comenta la visita de periodistas a una repotenciada fábrica de la firma Russian Helicopters en la región de Buriatia, cercana a la frontera con Mongolia. Algunos países de América Latina figuran ahora en la lista de clientes de unos aparatos que no solo se presentan para uso militar, sino que también son funcionales para situaciones de emergencia, por ejemplo, con la pandemia de Covid-19, o para el traslado de personalidades.
La reinvención rusa con sus helicópteros, como carta de presentación en la región parece tener éxito, dado que incluso países con fuerte financiamiento de EEUU, tales como México y Colombia, también han comprado estas aeronaves, advierte a DIARIO DE CUBA Andrei Serbin Pont, analista de Seguridad y Defensa.
Moscú, según este analista, quien tiene la posición de director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), con sede en Buenos Aires, está logrando dos objetivos. Por un lado, hace negocios, dado que el margen de ganancias es significativo, y al mismo tiempo establece nexos de largo plazo con los estamentos militares y políticos de la región, más allá de las clásicas alianzas de Rusia con Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Ha sido, a juicio de Serbin Pont, una persistente aspiración de Rusia. "Claramente es un rubro con buenos márgenes de ganancia, pero a la vez la adquisición de equipamiento militar implica el fortalecimiento de lazos bilaterales en el plano estratégico", precisa desde Buenos Aires.
En América Latina ya están registradas 350 aeronaves rusas. El relanzamiento de Russian Helicopters impulsa nuevos y grandes contratos, sobre todo civiles, con Argentina, Colombia o México.
Históricamente, como herencia del poderío militar que tuvo la Unión Soviética, los helicópteros han formado parte del pilar tradicional del catálogo de exportación de armas por parte de Moscú, junto con los aviones, vehículos blindados, buques y submarinos de guerra.
"En el rubro de helicópteros, específicamente, Rusia se ha posicionado bien con helicópteros versátiles, accesibles y relativamente baratos de operar, por ende, ideales para las condiciones presupuestarias de los países de la región, que cada vez tienen mayores dificultades para acceder a sistemas estadounidenses y europeos", explica el analista.
Los contratos, que suelen ser por largo plazo, relacionados con mantenimiento y operatividad, le permitirán a Moscú construir relaciones que —a juicio de Serbin— podrían extenderse por décadas, con lo cual se gana influencia en términos geopolíticos.
Tras la reducción del presupuesto oficial de Rusia para el sector de defensa, comenzando este siglo XXI, Russian Helicopters buscó fórmulas para reducir su dependencia de los pedidos militares internos y se diversificó.
En 2017, su matriz, la poderosa corporación estatal de defensa Rostec (que posee, entre otras, parte de la marca Kaláshnikov), vendió un 12,5% de la compañía de aeronaves a un consorcio de inversores de países árabes liderado por el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, el mismo que ha financiado la vacuna Sputnik V contra el Covid-19 y coordina los esfuerzos para exportarla).
Según la compañía, el modelo más popular en la región es la serie Mi-8C17, del que se venden versiones para uso tanto civil como militar. Mientras tanto, la serie Mi-8/17 y Mi-24/35, en sus versiones militares tienen una gran demanda entre países como Brasil, Cuba, Colombia, México, Nicaragua y Venezuela.
En Brasil, por ejemplo, la fuerza aérea usa helicópteros de combate rusos Mi-35M para patrullar las regiones fronterizas del país. Ahora, Argentina negocia la compra de un lote de helicópteros rusos para sumar a los que emplea para su programa de exploración antártica con fines científicos.
El año pasado, Argentina acordó con Rusia el mantenimiento técnico de los helicópteros rusos Mi-171E adquiridos en 2010.
Los rusos siempre pensando como imperio ya sea socialista o capitalista,lo único que cambia es el sistema.