Entre un sexteto de candidatos presidenciales, sin que ninguno sume más de diez puntos de preferencias por sí solo, se definirá este domingo 11 de abril en Perú cuáles son los dos aspirantes que pasarán al balotaje, previsto para el 6 de junio.
Este domingo están llamados a votar unos 25 millones de peruanos. Sin embargo, se espera una alta abstención por la combinación de dos factores. Por un lado, el descontento de la ciudadanía con la clase política envuelta en diversas tramas de corrupción y beneficios personales del poder, junto al temor de contagiarse de Covid-19, en un momento en el cual Perú registra un pico de contagios y fallecimientos.
"Son unas elecciones atípicas. Hay un desinterés muy grande sobre lo que va a pasar. Una razón de peso está relacionada con la pandemia. La otra razón es el desencanto con la política", de esa forma sintetiza el clima previo a las votaciones la periodista alemana Hildegard Willer, al ser consultada por DIARIO DE CUBA.
Dado que las leyes electorales del Perú contemplan una segunda vuelta electoral, en caso que ningún candidato presidencial alcance más del 50% de los votos válidos en la primera vuelta, se da por descontado que la definición presidencial tendrá lugar, en realidad, el 6 de junio.
Los analistas hablan de "minicandidatos" para retratar esta particularidad. Ninguno sobrepasa el 10% de preferencias del electorado. Se prevé una votación fragmentada entre las diversas fuerzas y movimientos políticos, y eso tendrá un impacto en el Congreso, dado que este 11 de abril se eligen los 130 congresistas del Parlamento peruano.
Desde Lima, donde reside largamente, Willer acota que otro factor que rodea de incertidumbre a estas votaciones, sin posibilidades de hacer un pronóstico claro, está también en el alto número de peruanos que se dicen indecisos a escasas horas de las votaciones. Un 30%, según las últimas encuestas.
Yonhy Lescano, Hernando De Soto, Verónika Mendoza, George Forsyth, Keiko Fujimori y Pedro Castillo, son los seis candidatos que aun con números chicos tienen más preferencias.
Para Willer resulta llamativo el ascenso que ha tenido en las últimas semanas el candidato Pedro Castillo, con posiciones de izquierda, la promesa de acabar la corrupción y de promulgar una nueva constitución.
Según las firmas encuestadoras, Keiko Fujimori, quien enfrenta a la justicia y es la hija del exdictador peruano Alberto Fujimori, actualmente en prisión, también ha tenido una leve mejoría en la recta final.
Ninguna encuestadora o analista, sin embargo, se atreve a pronosticar cuáles serían los dos candidatos más votados para ir a una segunda y decisiva vuelta, en junio.
Durante algunas semanas de marzo, el excongresista Lescano llegó a tener algo más de 12% de respaldo, pero luego descendió, sin que se vea claramente que pueda quedar al frente de las votaciones.
Para Willer, el factor pandemia tendrá un peso entre los votantes, posiblemente para profundizar la abstención, que ya tiene una raíz más política por el desprestigio que tienen las figuras del poder político en Perú.
Perú, según explica la periodista alemana, ha tenido dos mesetas grandes en el número de contagios, una fue en agosto, y la otra es de ahora. Entre los peruanos hay mucho temor al ver las noticias cotidianas: la expansión del Covid-19 encuentra a este país en una situación sanitaria delicada, falta el oxígeno en los hospitales, no hay suficientes camas de cuidados intensivos, etc.
Según los datos de la Universidad John Hopkins de EEUU, Perú tiene 1,6 millones de casos confirmados y casi 54.000 muertes. En marzo se registraron 237.841 casos, la segunda peor cifra desde agosto de 2020 cuando se registraron 239.674 contagios.
Por otro lado, la vacunación avanza de forma lenta y con repercusiones negativas dado el escándalo llamado Vacunagate. Apenas el 1% de la población, según la Universidad John Hopkins, ha sido vacunada con ambas dosis en Perú.
Tal como lo reseñó en su momento DIARIO DE CUBA, el escándalo de las vacunas salpicó al expresidente Martín Vizcarra, quien junto a su familia recibió dosis de vacunas contra el Covid-19 y lo mantuvo en secreto. Este escándalo acabó con su imagen respetable.
Asimismo, ministros y otros altos funcionarios se aprovecharon de su posición de poder para ganar favores y acceder a la inmunización antes de que la población en riesgo (adultos mayores, personal de salud).
De acuerdo con Willer, "el desencanto de la gente con la elite política no es nuevo, ciertamente, pero se ha llegado a un tope de desencanto y hartazgo".
A juicio de esta periodista, el Gobierno que emerja de las urnas el 6 de junio tendrá una difícil tarea, ya que no tendrá una sólida legitimidad y además deberá gobernar junto a un congreso, que electo este 11 de abril, será un Parlamento "fragmentado, con gran dispersión de las fuerzas políticas".
"Son las elecciones más fragmentadas de la historia", aseveró por su parte el presidente de la empresa de estudios de opinión pública Ipsos, Alfredo Torres.