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Perú

El 'Vacunagate' ahonda el descrédito de la clase política peruana a siete semanas de las elecciones

Todos los expresidentes vivos de Perú enfrentan juicios, están en prisión o estuvieron encarcelados. Ahora toca el turno de Martín Vizcarra.

Lima
El expresidente Martín Vizcarra responde a la prensa.
El expresidente Martín Vizcarra responde a la prensa. AFP

Todos los expresidentes peruanos que aún viven enfrentan juicios, están en prisión o estuvieron encarcelados. El escándalo generado por la administración de vacunas contra el Covid-19 entre altas figuras políticas, saltándose la fila de prioridades, salpica ahora a Martín Vizcarra, el único exmandatario que gozaba de credibilidad.

Corrupción, violaciones a derechos humanos, uso del poder para privilegios personales, entre otras anomalías, son etiquetas con las cuales se pueden identificar a los exmandatarios peruanos Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski. Incluso está el caso dramático de Alán García, quien se suicidó hace dos años cuando iba a ser requerido por la Justicia a propósito de la trama de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht.

La clase política peruana en su conjunto está desprestigiada entre los ciudadanos, y eso —apuntan analistas— tendrá efecto en las elecciones generales del próximo 11 de abril. A dos meses de estas elecciones no hay un candidato favorito y sobre muchos de los aspirantes pesan señalamientos.

Vizcarra, quien asumió la presidencia tras la renuncia de Kuczynski en 2018, ejerció la presidencia durante dos años hasta que fue destituido en una jugada política del fujimorismo en el Congreso. En sus últimos días en el poder, según el escándalo conocido este 16 de febrero, fue vacunado contra el Covid-19, así como parte de su familia.

En total 487 altos cargos, familiares y colaboradores fueron inmunizados de forma secreta en Perú, en procedimientos que se saltaron las recomendaciones especializadas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que apunta a priorizar al personal de salud y los adultos mayores.

El exmandatario alegó que fue "voluntario" en el ensayo de la vacuna china Sinovac, antes de que la misma recibiera la luz verde el 31 de diciembre, pero la Universidad Cayetano Heredia lo desmintió. Vizcarra, que dejó el poder con un alto nivel de aprobación, pidió "disculpas" a la ciudadanía "por no haber informado de ese hecho en ese momento", pero insistió en que fue voluntario del ensayo, igual que su esposa y un hermano.

El propio presidente de Perú, Francisco Sagasti, confirmó que 487 personas aprovecharon sus posiciones públicas para vacunarse de forma privilegiada. Entre las personas que recibieron la inoculación sin que les correspondiera se encuentran la exministra de Salud Pilar Mazzetti, quien había negado días atrás haberla recibido, y la canciller Elizabeth Astete, que renunció este miércoles al cargo tras admitir que se había vacunado.

El "Vacunagate", como se la ha bautizado a este escándalo, es la antesala de unas elecciones de por sí deslucidas.

"Los candidatos presidenciales no inspiran confianza, el principal asunto es la corrupción. Dos candidatos han pasado tiempo en la cárcel, uno está siendo enjuiciado en este momento y varios otros que tienen problemas judiciales. Todo esto no inspira confianza", comenta desde Lima a DIARIO DE CUBA el periodista y analista Lucien Chauvin.

El descrédito que pesa sobre la clase política peruana en su conjunto provoca un hecho bastante inusual. A siete semanas de las elecciones, "el candidato número uno en las encuestas apenas tiene el 12% de popularidad", sostiene Chauvin.

Esto añade un escenario de incertidumbre en el Perú, que también transita por una severa crisis económica, producida por la pandemia, tras largos años de crecimiento económico. A juicio de Chauvin, para los peruanos la crisis sanitaria ha dejado al desnudo también la falta de inversión social en salud y educación, en un país que tuvo 21 años de crecimiento continuo del Producto Interno Bruto. Este hecho incide en el clima de apatía que rodea al proceso político-electoral del país andino.

Entretanto, el Gobierno de Sagasti anunció que enviará el listado de beneficiados con la vacunación a los órganos de Justicia y a la Contraloría para que tomen las acciones que correspondan. A pesar de las críticas a los vacunados, no hay consenso entre los juristas de si cometieron algún delito o solo una falta ética.

El presidente Sagasti, de 76 años, se vacunó en público el primer día de inmunización al personal sanitario, este 16 de febrero.

Con 33 millones de habitantes, Perú acumula más de 44.000 fallecidos por la pandemia y tiene algo más de 1,2 millones de casos confirmados.

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