Los ministros de Exteriores de China y Rusia hicieron una demostración de unidad este martes durante una reunión realizada en la ciudad de Nanning en la que condenaron las críticas y sanciones occidentales en su contra por las violaciones de derechos humanos.
Wang Yi y Sergey Lavrov rechazaron las objeciones externas a sus sistemas políticos autoritarios y dijeron estar trabajando para avanzar el progreso global en asuntos como el cambio climático y la pandemia del coronavirus, reportó AP.
En la reunión Wang y Lavrov acusaron a Estados Unidos de interferir en los asuntos de otros países y le instaron a regresar al acuerdo nuclear con Irán, algo que el nuevo Gobierno del presidente Joe Biden abordó con cautela.
Los dos diplomáticos reiteraron el mensaje en una conferencia de prensa, donde Wang criticó duramente las sanciones coordinadas de la Unión Europea, Gran Bretaña, Canadá y Estados Unidos contra funcionarios chinos por violaciones contra los derechos humanos en la remota región occidental china de Xinjiang.
"Los países deberían unirse para oponerse a todas las formas de sanciones unilaterales", dijo Wang. "Estas medidas no serán acogidas por la comunidad internacional".
Lavrov dijo que las sanciones han acercado a Rusia y China y acusó a Occidente de "imponer sus normas a todos los demás, algo que creen debería regir el orden mundial".
"Si Europa rompe esas relaciones, sencillamente destruyendo todos los mecanismos que se han creado durante muchos años (...) entonces, probablemente, objetivamente, esto lleva al hecho de que nuestras relaciones con China se están desarrollando más rápido que lo que queda de relación con los países europeos", agregó el canciller ruso.
En un comunicado conjunto difundido tras la reunión, los dos ministros dijeron que ningún país debería imponer su forma de democracia a otros. "La interferencia en los asuntos internos de una nación soberana con la excusa de ‘avanzar la democracia’ es inaceptable", agregaron.
¿Regreso a la Guerra Fría?
Esta reacción fue calificada por un alto cargo de la Unión Europea como un posible reinicio de la Guerra Fría, pues en su opinión marca "el inicio concreto de una dinámica de confrontación" que "se venía venir" y que se materializa en un frente común entre China y Rusia.
"Honestamente", dijo el político, cuyo nombre no fue revelado por la Agencia EFE, en Bruselas causó sorpresa la "rapidez", "intensidad" y "contundencia" de la respuesta China, que contraatacó con restricciones similares a diez europeos, la mitad eurodiputados críticos con Pekín, y cuatro entidades, entre ellas un comité de la Eurocámara, en un "ataque a la libertad de expresión".
En cualquier caso, la piña hecha por Moscú y Pekín marca un "desencuentro importante" entre el bloque democrático y el autoritario, que básicamente son los antiguos comunistas, según el político, cuya lectura es que se está concretando una dinámica que se veía venir, pero que las recientes sanciones europeas a funcionarios chinos, pero también a rusos, han acelerado, al actuar como la gota que provoca el "desbordamiento que moja el tablero" geopolítico.
Y "no son pequeños reajustes" a escala global, advirtió el funcionario europeo, a quien que no le entusiasma esta "dinámica confrontacional" en la que "vamos las democracias por un lado y los autoritarios por otro enseñándonos los dientes", ya que es "peligrosa".
Por último, el político agregó que el acercamiento de Moscú y Pekín se venía "incubando" desde hace tiempo, ya que Rusia cada vez está más en manos de China, pues los estándares tecnológicos son cada vez más los chinos los que se imponen y Rusia sabe que Europa dejará de comprarle gas a medio plazo, por lo que tiene que buscarse un cliente alternativo y el único que hay con entidad suficiente es China.
China niega violaciones de derechos humanos en Xinjiang
China afirma que los miembros de la comunidad uigur y otras minorías musulmanas en Xinjiang han participado de forma voluntaria en cursos de formación profesional y desrradicalización, y niega las acusaciones de que más de un millón de personas han sido retenidas en campos de reeducación similares a prisiones, donde son obligadas a rechazar su cultura y jurar lealtad al Partido Comunista y su líder, Xi Jinping.
Medios de comunicación, gobiernos extranjeros y grupos activistas afirman que los abusos, que incluyen trabajos forzosos y control de natalidad impuesto, siguen produciéndose.
China respondió de inmediato el lunes a las medidas de la UE al imponer sanciones contra 10 ciudadanos y cuatros instituciones europeas acusadas de perjudicar los intereses del país y "difundir de forma maliciosa mentiras y desinformación".
Xinjiang registró incidentes violentos contra el Gobierno, pero Beijing afirma que su gran campaña de seguridad llevó paz a la región en los últimos años.
China y Rusia compitieron por el liderazgo del mundo comunista durante la Guerra Fría, pero han establecido una fuerte relación en los últimos años impulsada por la oposición a Estados Unidos y la cooperación en asuntos militares, tecnológicos y de comercio de recursos naturales.
Que se los crea quien no los conozca ... la desconfianza es muta, aquí quienes llevan las de ganar son Gazprom y Rosneft ...
El colosal y genetico nacionalismo chino impide que Pekin haga alianzas verdaderas con nadie en este mudo si claramente ellos no salen ganando con dicha alianza. Hasta principkios del siglo XX los mapas de China tenían a ese país como el centro del planeta. Moscú se equivoca si piensa que va a ganar algo con ellos.