Pese a que el presidente Nayib Bukele no es candidato a cargo alguno en las elecciones legislativas y municipales de este domingo 28 de febrero, en realidad estos comicios están siendo presentados como una suerte de plebiscito por el mandatario, que aspira a ampliar su influencia en otras instituciones de El Salvador.
La fotografía previa que muestran las encuestas es la de un triunfo amplio de los dos partidos de Bukele, Nuevas Ideas y GANA, con lo cual el mandatario pasaría a contar —posiblemente— con una mayoría calificada de 56 diputados sobre un total de 84 en el seno de la Asamblea Legislativa que será electa este 28 de febrero.
"Con un perfil moderno en redes sociales y una estrategia política agresiva, Bukele y su Gobierno han mermado el estado de derecho y los contrapesos democráticos", sostiene Valeria Vásquez, analista internacional salvadoreña.
Por su parte, la consultora en comunicación política Andrea Cristancho teme que un triunfo arrollador de Bukele profundice el modelo mesiánico del presidente y haga tambalearse al pluralismo político, que hace vida de forma natural en el Parlamento.
"Hasta ahora el Poder Legislativo había sido un contrapeso ante el Poder Ejecutivo. Ese contrapeso podría desaparecer, con una concentración de poder hasta ahora no conocida en el líder mesiánico. Si este escenario se cumple, la frágil democracia salvadoreña quedaría sin duda en cuidados intensivos", asevera Cristancho, desde San Salvador, al ser consultada por DIARIO DE CUBA.
La consigna hoy es "Sacar a los corruptos de la Asamblea" y sustituirlos por esos candidatos enfundados en la bandera de la N de Nayib, cuya promesa de campaña se reduce a votar por las iniciativas del presidente, a pesar de que no las conocen aún, apunta por su parte el periodista Carlos Dada, fundador del medio digital El Faro.
A juicio de Dada, el mensaje electoral, sin que Bukele sea candidato propiamente, ha enfatizado "la necesidad de que los salvadoreños voten por diputados que trabajen con el presidente, porque el presidente no puede trabajar con nadie que sea de otros partidos".
Nuevas Ideas, cuya tendencia política no está clara, fue la primera alternativa de Bukele para competir en las elecciones presidenciales de 2019, pero su retraso en la inscripción en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), lo llevaron a usar como vehículo para llegar al poder a la derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA).
Si bien todo apunta a la consolidación de Nuevas Ideas y GANA tanto en el Parlamento unicameral como en las alcaldías, incluyendo la de San Salvador, la capital, el futuro parece incierto para las dos agrupaciones políticas que fueron la referencia en este pequeño país tras la firma de los acuerdos de paz en 1992.
Se trata del conservador Arena y del antiguamente procastrista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
"Se producirá un gran cambio en el tablero político. Bukele lo dice y es cierto, se está ante el fin de un ciclo que pasará por sepultar a los partidos que surgieron tras los acuerdos de paz", acota Andrea Cristancho, quien es profesora en la Universidad Centroamericana (UCA) de El Salvador.
El FMLN y Arena, recuerda la analista, ocuparon un lugar central en la política salvadoreña durante casi tres décadas, pero no supieron dar respuestas a una crisis de confianza y credibilidad.
"Lo que ocurra este domingo será resultado de una crisis que vive el sistema de partidos. Más que la fortaleza de Bukele, lo que deja en claro este escenario es que resulta de la enorme debilidad de los dos partidos, FMLN y Arena", puntualiza.
Dos cercanos colaboradores de Bukele son aspirantes en las elecciones de este domingo. El exministro de Gobernación, Mario Durán, es candidato a alcalde de San Salvador, mientras que Suecy Callejas, exministra de Cultura, es candidata a diputada y su nombre se baraja como eventual presidenta de la Asamblea Legislativa que resulte de los comicios de este 28 de febrero.
Este artículo de DDC está completamente erróneo y debe haber tomado como referencia las declaraciones de los dos partidos que llevan controlado el país por más de tres décadas,ARENA y FMLN,dos partidos que no han hecho absolutamente nada por el país,los dos ladrones y corruptos,tres exguerrrilleros presidentes andan huyendo por ladrones,se robaron millones,uno buscó refugio en Nicaragüa,otro en Cuba y el último en Mexico.El señor Bukele en su año de presidencia ha tenido que luchar contra esos bandidos en la asamblea que han tratado de boicotearle todos sus proyectos.Si al final el partido del presidente gana la mayor cantidad de representantes en la asamblea es porque el pueblo está cansado de la corrupción de los exguerrileros que se han hecho millonarios robando lo mismo que han hecho los de derecha.