La compañía Boeing vive la mayor crisis de su historia, y no solamente por la pandemia y la disminución del turismo. Luego de ser acusada por su responsabilidad por dos accidentes mortales en los últimos años y otros problemas más presentados por sus naves en pleno vuelo, el pasado sábado fallaron los motores de otros dos de sus aviones, según informó el diario El País.
El primero de estos incidentes se produjo al caerse varias piezas del fuselaje de un vuelo comercial en Denver, EEUU. El segundo fue por la pérdida de palas de turbina en un avión de carga en Maastricht, en Holanda. Por suerte, estos incidentes no provocaron ninguna muerte. Solo dos personas resultaron heridas por la caída de pequeñas piezas de metal en Maastricht.
Debido a esto, la empresa Boeing anunció la inmovilización de sus 128 aviones modelo 777 con motor Pratt & Whitney (PW). Hasta que las autoridades holandesas no investiguen el segundo incidente, no se tomarán medidas con los modelos 747-400 Jumbo.
La felicidad a Boeing le ha durado poco. Recientemente fue que recibió permiso para poner en circulación su modelo 737 MAX, paralizado durante dos años por los accidentes en Indonesia y Etiopía de 2018 y 2019, los cuales dejaron un saldo total de 346 víctimas mortales. Los sucesos del pasado sábado hicieron que la compañía abriera esta semana con un 4% de caída en sus acciones en la bolsa de Wall Street.
Japón, que junto a EEUU y Corea del Sur opera con el modelo 777, desde hace algún tiempo investiga problemas en estos aviones, luego de que un vuelo de Tokio a Naha sufriera problemas similares en diciembre de 2020. Reino Unido, por su parte, prohibió temporalmente la entrada a su espacio aéreo de este modelo.