Joe Biden anunció este jueves que los pasajeros que viajen a Estados Unidos deberán pasar por una cuarentena a su llegada al país, como parte de una serie de decretos para contener la pandemia del nuevo coronavirus.
"Además del uso de nasobuco, todos aquellos que viajen a Estados Unidos desde otro país deberán realizarse una prueba antes de subirse al avión y realizar una cuarentena cuando lleguen", informó Biden en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, reportó AP.
La exigencia de una prueba ya había sido ordenada por el Gobierno de Donald Trump, pero el aislamiento era solo una recomendación.
En su segundo día en el cargo, Biden reveló además sus otras medidas como parte del plan para abordar la pandemia, mediante la creación de centros de vacunación en estadios, gimnasios y centros de conferencias con miles de trabajadores adicionales, algunos de ellos de agencias federales y militares, así como socorristas.
El anuncio de Biden llega después que Estados Unidos registrara un récord de 4.131 muertes por Covid-19 en las últimas 24 horas, mientras la pandemia continúa propagándose por la nación.
Más de 61.000 personas han muerto de Covid-19 desde principios de enero, lo que convierte este mes en el segundo más mortífero de toda la pandemia, después de diciembre pasado.
Las nuevas muertes diarias han aumentado más del 30% en las últimas dos semanas.
"Cien millones de vacunados en cien días"
"Vamos a tener que movilizar todos los recursos del sector público y privado. Y necesitamos que el Congreso actúe rápido, esto es una emergencia nacional”, dijo Jeff Zients, el funcionario recién designado por Biden a cargo de la ofensiva anti Covid.
En un encuentro virtual con un grupo de periodistas, Zients explicó en detalle la nueva estrategia de la Casa Blanca ante una pandemia que ya le costó 400.000 vidas al país, y que se resume en una frase: cien millones de vacunados en cien días. Y la mayor cantidad posible de gente usando nasobuco durante ese tiempo.
"Es una meta ambiciosa, pero alcanzable", dijo el funcionario, quien admitió que el país, con 330 millones de habitantes, necesita mucho más que cien millones de vacunados.
"Déjeme ser claro, no va a ser fácil, cada estadounidense deberá hacer lo suyo. Pero por primera vez desde que se inició la pandemia existe un plan, aunque esto es solo el comienzo", comentó.
El equipo de Biden describió un panorama oscuro: no hay aún suficientes vacunas, tampoco la cantidad de centros de vacunación necesarios. El país no tiene datos confiables de la pandemia y no hay coordinación a nivel nacional. El Gobierno quiere abrir las escuelas, pero las condiciones no están dadas aún. El plazo que se fija para recuperar las clases presenciales en la mayoría de las escuelas es de cien días.
"Tenemos que vacunar a la mayor parte de la población, pero no tenemos la infraestructura necesaria para hacer eso. Por eso necesitamos que el Congreso apruebe los fondos. No tenemos la capacidad para hacer todos los test necesarios, los que nos permitan abrir escuelas y comercios", reconoció Zients.
El regreso a la OMS
El nuevo Gobierno de Biden pretende también que Estados Unidos juegue un papel de liderazgo en la lucha contra la pandemia a nivel global y de asistencia a otros países. El primer paso, regresar a la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya fue dado.
"Volvemos a la OMS para ser parte de un esfuerzo coordinado global", dijo Zients.
La estrategia de Washington es "fortalecer y reformar" la organización. Al retirarse del organismo multilateral, Trump dejó todo el espacio libre para Beijing, con gran influencia en el liderazgo de la organización. Con el regreso de EEUU, la nueva Administración quiere hacer del país un líder en las "respuestas humanitarias, apoyará la distribución global de vacunas, la investigación y el desarrollo de tratamientos, controles y vacunas", afirmó el funcionario.
Washington se sumará también al Fondo de Acceso Global para Vacunas (COVAX), un mecanismo que busca garantizar que los países más pobres o de desarrollo mediano dispongan de suficientes dosis para inmunizar a su población.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) será el escenario en el que Estados Unidos buscará fortalecer los esfuerzos multilaterales en salud pública y la cooperación humanitaria a nivel global. Y Biden mira más allá del Covid: la Casa Blanca vuelve a tener un Consejo de Seguridad Global para la Salud y Biodefensa: "El objetivo es monitorear riesgos biológicos emergentes y prepararse para ellos", afirmó Zients.
