La Policía de Guatemala atacó con gas lacrimógeno este domingo a una caravana compuesta por miles de migrantes hondureños que se dirige a Estados Unidos, según confirmó la agencia AFP.
Varios contingentes policiales y militares cercaron a los migrantes en una carretera del poblado de Vado Hondo, en el departamento de Chiquimula, en la frontera con Honduras, pero tras observar que los aproximadamente nueve mil migrantes insistían en avanzar los agentes policiales arremetieron con gas lacrimógeno, informó el diario guatemalteco Prensa Libre.
Las autoridades migratorias de Guatemala, por su parte, informaron el sábado que unos mil hondureños habían sido devueltos a su país en los últimos tres días tras penetrar ilegalmente a su territorio con la intención de avanzar a EEUU.
El Instituto Guatemalteco de Migración indicó a la prensa que de las 992 personas retornadas a Honduras 163 eran menores de edad, quienes fueron devueltos por miembros de su personal y en algunos casos por las fuerzas de seguridad.
La caravana se encuentra dividida en tres grupos de aproximadamente tres mil personas cada uno, los cuales lograron penetrar durante el fin de semana por el puesto fronterizo El Florido, Chiquimula, a 200 kilómetros al oeste de la Ciudad de Guatemala.
Tras sobrepasar la frontera, varios reportes de prensa indicaron que el grupo continúa su camino hacia México, sin embargo, las fuerzas de seguridad guatemaltecas continúan con sus intentos de detener a la multitud.
"No pueden pasar y no van a pasar", afirmó el director del Instituto Guatemalteco de Migración, Guillermo Díaz, a una parte de la caravana.
De acuerdo con Díaz, las autoridades del país han colocado más de 20 puestos de control en la carretera que conduce a los migrantes a la frontera con México.
"Es imposible que puedan continuar su ruta. Ya pudieron probar y no fue posible pasar. Las personas que pasaron ya fueron detenidas. Los invitamos a que regresen a su lugar de origen", añadió.
La secretaria de comunicación social de la presidencia de Guatemala, Patricia Letona, indicó a periodistas que las autoridades "no dejamos entrar" a los hondureños, pero los migrantes "violentaron las fronteras y disposiciones legales vigentes".
Los hondureños desean llegar a Estados Unidos para cambiar sus condiciones de vida, marcadas por la pobreza y la violencia que azota al país centroamericano, especialmente después de la pandemia y el paso de las tormentas Iota y Eta.