Luis Arce fue investido este domingo como nuevo presidente de Bolivia ante varios presidentes latinoamericanos y figuras de la izquierda iberoamericana, que aprovecharon para firmar una declaración contra "el golpismo de la ultraderecha y la amenaza que representa en el siglo XXI".
Entre los firmantes del documento se encuentran el actual vicepresidente del Gobierno de España, Pablo Iglesias, promotor del manifiesto, y el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
"La crisis vinculada a la grave pandemia que golpea a la humanidad ha puesto en evidencia las principales debilidades de nuestras formas de organización social: la fragilidad de los sistemas de salud y de los servicios públicos; la erosión, resultado de años de neoliberalismo, de los mecanismos de protección social con los que cuentan los Estados; la insostenibilidad social, económica y ecológica de los modelos dominantes de extracción para exclusivo beneficio empresarial(…)", sostiene la declaración titulada "En defensa de la democracia".
"Hoy la democracia está amenazada y basta con analizar los acontecimientos políticos de los últimos meses en Bolivia, país anfitrión de esta Declaración, para constatar que la principal amenaza a la democracia y la paz social en el siglo XXI es el golpismo de la ultraderecha", prosigue, según recogió el diario 20Minutos.
Acusa a "una ultraderecha que se expande a nivel global" de propagar "la mentira y la difamación sistemática de los adversarios como instrumentos políticos, apelando a la persecución y la violencia política en distintos países" y de "promover desestabilizaciones y formas antidemocráticas de acceso al poder".
"Esta acción antidemocrática se potencia allí donde encuentra poderes comunicacionales a su servicio, que acumulando un inmenso poder de influencia, pretenden manipular y tutelar las democracias en defensa de sus intereses políticos y económicos", sigue el manifiesto.
"Reunidos en La Paz con motivo de la toma de posesión de Luis Arce como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, país que se ha convertido en referencia internacional de la respuesta ciudadana al golpismo, los firmantes de esta Declaración, gobernantes, expresidentes y líderes progresistas en nuestros respectivos países de Iberoamérica y Europa, afirmamos nuestro compromiso histórico de trabajar conjuntamente por la defensa de la democracia, la paz, los derechos humanos y la justicia social frente a la amenaza que representa el golpismo de la ultraderecha", concluye.
El documento lo firman además de Evo Morales el presidente electo, Alberto Fernández (actual presidente) por Argentina; Dilma Rousseff (expresidenta) por Brasil; Rafael Correa (expresidente) y Andrés Arauz (candidato a la presidencia) por Ecuador; Alexis Tsipras (expresidente) por Grecia; Daniel Jadue (candidato a la presidencia) por Chile; Gustavo Petro (candidato a la presidencia) por Colombia; Verónica Mendoza (candidata a la presidencia) por Perú; Jean Luc Melenchon (líder de Francia Insumisa) por Francia; y Caterina Martins (líder del Bloco de Esquerda) por Portugal.
Los mandatarios que suscribieron el manifiesto han coincidido todos este domingo en La Paz, en una ceremonia a la que no asistió ninguna representación del Gobierno de Cuba.
En un mensaje en Twitter, el ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, justificó la ausencia.
"Saludamos la toma de posesión del presidente electo de #Bolivia Luis Arce y su vicepresidente David Choquehuanca. Al no poder asistir por razones ajenas a nuestra voluntad, enviamos nuestra solidaridad al hermano pueblo boliviano y apoyo al Gobierno elegido por voluntad popular".
Previamente al acto de investidura, el aimara David Choquehuanca juró como vicepresidente de Bolivia, cargo que también conlleva la Presidencia del Parlamento, en el que el Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente Morales tiene la mayoría, pero no los dos tercios de la anterior gestión, precisó un reporte de EFE.
Vestido con un traje oscuro, con camisa clara y sin corbata, Arce juró su cargo con la mano derecha en el corazón, mientras que Choquehuanca lo hizo con el puño izquierdo en alto, la señal que identifica al MAS.
La investidura estuvo precedida por un ritual ancestral de agradecimiento a la "Pachamama" o Madre Tierra, para pedir también a esa deidad andina que dé fuerza a los nuevos gobernantes.
El economista, a quien Choquehuanca impuso la banda y medalla presidenciales, inicia en esta jornada un mandato hasta 2025, cuando Bolivia celebrará el bicentenario de su independencia.
El exministro de Economía de Evo Morales ganó las elecciones generales del pasado 18 de octubre en Bolivia con el 55,1% de los votos al frente del MAS. Su investidura supone el retorno al poder de este partido justo casi un año después de que la crisis política rompiese una hegemonía de casi 14 años consecutivos de Morales como presidente.
Al evento también asistieron el rey Felipe VI, los presidentes de Colombia, Iván Duque; y de Paraguay, Mario Abdo Benítez, además de representantes de otros países de América, principalmente, de Europa y de Asia.
