En el trasfondo parece estar lo que será la carrera presidencial de Brasil en 2022. Por un lado, el presidente Jair Bolsonaro relativiza el impacto del Covid-19 y desdeña a la vacuna china producida por el laboratorio Sinovac. Del otro lado, João Doria, el gobernador del estado de San Pablo, el más poderoso del país y casi seguro candidato opositor, defiende una vacunación obligatoria con este inmunizador en su territorio.
San Pablo, la región más poblada del país y donde habitan unos 46 millones de personas, es el estado brasileño más afectado por la pandemia, con cerca de 40.000 muertos y más de 1,1 millones de contagios.
El gobernador Doria ha anunciado que planea adquirir 46 millones de dosis de la vacuna Coronavac, del laboratorio chino Sinovac. El plan incluye la vacunación masiva y obligatoria en el Estado a partir del 15 de diciembre.
Este domingo 1 de noviembre, en las calles de la ciudad de San Pablo se congregaron varias decenas de seguidores de Bolsonaro para manifestarse en contra de la vacunación obligatoria contra el Covid-19, usando el producto chino.
Inicialmente el Gobierno federal le había dado el visto bueno a la aplicación de pruebas con la Coronavac en territorio brasileño y se había dejado abierta la posibilidad de que esta vacuna se aplicara en todo el país. Bolsonaro luego dejó sin efecto tal decisión y le ha hecho la guerra a la vacuna.
El tema de la vacuna se inscribe, por otro lado, en lo que viene siendo la alineación de Brasilia con la Administración Trump, cuestionando no solo al inmunizador sino restándole importancia al impacto del Covid-19 en suelo brasileño.
"Estoy seguro de que otras vacunas que están en estudio se pueden probar científicamente (pero) China, lamentablemente, tiene mucho descrédito por parte de la población, sobre todo porque, como muchos dicen, este virus habría nacido allí", dijo Bolsonaro.
Contrario a la vacuna producida en China, Bolsonaro ha apoyado abiertamente el tratamiento con cloroquina, que no está probado de forma científica como eficaz ante el coronavirus.
Bolsonaro sí es favorable a una vacunación voluntaria con el producto generado por la Universidad de Oxford con el laboratorio Astra-Zeneca. A juicio del presidente, en su país se podrían aplicar 100 millones de dosis. La farmacéutica estima que su vacuna pueda aplicarse masivamente a finales de marzo de 2021.
Desde mediados del mes de octubre, las autoridades de salud de la ciudad de Jiaxing, en la provincia oriental china de Zhejiang, están ofreciendo una vacunación extendida (no pruebas) con la vacuna de Sinovac a trabajadores esenciales y otros grupos de alto riesgo.
"Mi ministro de Salud ya ha dicho claramente que esta vacuna no será obligatoria, punto", aseveró Bolsonaro días atrás.
Sin embargo, las leyes brasileñas, entre ellas la Constitución, prevén que pueda imponerse de manera obligatoria el uso de las vacunas en algunos casos como manera preventiva en situaciones de "emergencia de salud pública".
Algunos analistas prevén que las diatribas entre Bolsonaro y Doria en torno a la obligatoriedad o no de vacunarse en el estado de San Pablo, pueda devenir en un conflicto judicial que deberá dirimir el Tribunal Supremo Federal.
De acuerdo con versiones periodísticas, en el seno del Supremo brasileño hay una posición favorable a que la vacunación sea obligatoria, como respuesta a los estragos que ha provocado el Covid-19 en el país sudamericano.
Con 5,5 millones de contagios, Brasil es el tercer país en todo el mundo con mayor número de casos, solo por detrás de EEUU e India. Brasil registra 162.000 fallecidos, con lo cual es el segundo país con más decesos por coronavirus, solo superado por EEUU que registra 231.000 fallecidos. Estas cifras las proporciona la Universidad John Hopkins.
