Los gobiernos de Reino Unido, Canadá y Estados Unidos emitieron un comunicado conjunto en el que acusan a espías rusos de intentar robar la propiedad intelectual de los laboratorios y universidades que trabajan en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus.
Desde el número 10 de Downing Street, sede de la Administración británica, también mostraron la certeza "casi absoluta" de que se produjeron injerencias rusas durante la campaña de las elecciones generales de 2019, según informó el diario español El País.
"Es completamente inaceptable que los servicios de inteligencia de Rusia tengan como objetivo a aquellos que intentan combatir la pandemia del coronavirus. El Reino Unido seguirá respondiendo a estos ciberataques y trabajará con sus aliados para que los culpables de estos actos respondan ante la justicia", expresó el ministro británico de Exteriores, Dominic Raab.
El Gobierno británico se centra en el grupo conocido como APT29, que "parte del espionaje ruso con una certeza del 95%" por emprender una serie de ataques desde febrero enfocados en las instalaciones que desarrollan la investigación sobre una vacuna para combatir el Covid-19. Informaciones preliminares señalan a la Universidad de Oxford y el Imperial College de Londres como algunos de los objetivos.
El grupo APT29, al cual los servicios de inteligencia occidentales relacionan con el Servicio Federal de Seguridad ruso, subordinado directamente a Vladimir Putin, ha sido vinculado también con los hackeos contra el Partido Demócrata en EEUU durante las elecciones de 2016.
El Centro Nacional para la Ciberseguridad británico (NCSC) no ha revelado hasta el momento el número de ataques ni el éxito de estos, pero indicó que el propósito estaba más relacionado con sustraer información que con boicotear las investigaciones.
"APT29 está utilizando un malware [software maligno] conocido como WellMess y WellMail para apuntar globalmente a varias organizaciones. Entre ellas se incluyen algunas envueltas en el desarrollo de una vacuna contra el Covid-19. WellMess y WellMaill no se habían vinculado hasta la fecha con APT29", dijo el comunicado del NCSC.
El Reino Unido tiene una posición avanzada en la carrera por la vacuna contra el coronavirus debido al proyecto ejecutado por la Universidad de Oxford con el laboratorio anglo-sueco Astrazeneca, quien ha mostrado optimismo acerca de los resultados de la investigación.
Por otra parte, Raab reveló que el Gobierno británico ha iniciado investigaciones sobre la posible injerencia rusa en las pasadas elecciones, que presuntamente se basó en la filtración de documentos privados sobre las negociaciones del país europeo con los Estados Unidos.
"Sobre la base de un extenso análisis, el Gobierno ha llegado a la conclusión de que es prácticamente cierto que actores rusos buscaron interferir en las elecciones generales de 2019 a través de la difusión amplificada online de documentos gubernamentales adquiridos ilegalmente y posteriormente filtrados", dijo el ministro de Exteriores en un documento remitido a la Cámara de los Comunes.
Rusia y Reino Unido han tenido fuertes tensiones diplomáticas recientemente debido al espionaje del país euroasiático, que fue acusado en 2018 de envenenar a un exespía asilado en Gran Bretaña con un agente químico que ataca al sistema nervioso.
Tampoco fue el primer caso de un exiliado ruso envenenado en el Reino Unido: antes fueron Alexander Litvinenko (2006) y Alexander Perepilichni (2012).
En el caso de Litvinenko, enemigo del presidente Vladimir Putin, fue asesinado con una sustancia altamente radiactiva (polonio 210) puesta en su té en un lujoso hotel de Londres por dos agentes rusos.