Comandante del ELN refugiado en Cuba califica al Gobierno de Colombia como 'una dictadura'

El comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN) colombiano, Pablo Beltrán, quien se encuentra refugiado en Cuba como parte de las negociaciones de paz iniciadas en 2017, calificó al Gobierno actual de su país como "una dictadura" en una entrevista brindada al medio de prensa oficial Cubadebate.

El guerrillero, sobre el que pesa una orden de extradición, emitida por el Gobierno de Colombia tras el atentado realizado por el ELN el 17 de enero de 2019 en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander de Bogotá, donde murieron 22 estudiantes, dijo que "el fiscal [de Colombia] es un empleado del presidente… Eso es una dictadura".

"Cuando hubo el ataque (…)[al Gobierno colombiano] se le ocurrió decir que la delegación, aun estando aquí en La Habana, era responsable. Algo traído de los cabellos, ¿no es cierto? Porque nosotros estamos acá y, además, yo soy miembro de la dirección nacional del ELN, pero eso no quiere decir que esté al tanto o esté comandando operaciones militares en Colombia", se quitó responsabilidad.

Beltrán explicó que el ELN está estructurado mediante una dirección nacional con alrededor de 20 miembros, un comando central, al que pertenece, junto a otras cuatro personas y un Estado Mayor encargado de las operaciones militares.

Para muchos especialistas el hecho de que en efecto el comandante no sea el jefe militar del ELN no lo libera de la responsabilidad por los actos violentos cometidos por la organización, aunque el medio estatal cubano, a pesar de pertenecer a un país garante del proceso, se posicionó visiblemente a favor de Beltrán.

Al día siguiente de asumir la presidencia el mandatario colombiano Iván Duque comunicó su intención de revisar y continuar con la labor de paz iniciada por Manuel Santos, reconoce Beltrán en la entrevista, pero "nunca lo hicieron, ni siquiera se dignaron a recibir los acuerdos".

Tras el comienzo de la pandemia del coronavirus el ELN declaró el cese unilateral del fuego, que suspendió poco después al no ocurrir lo mismo por parte del Ejército colombiano. "En muchas regiones donde nosotros estamos se incrementó la persecución y el asesinato de líderes sociales y comunitarios", declaró el líder guerrillero.

Iván Duque pidió la liberación de los prisioneros en manos del ELN como condición para mantener las conversaciones de paz, lo que no fue aceptado por los guerrilleros.

Ahora Beltrán dice que el actual mandatario es "parte de una coalición de extrema derecha muy violenta que hay en Colombia, que dirige el expresidente Uribe y que se mueve con una consigna: 'Hacer trizas la paz'".

Acerca de la posibilidad de retomar los diálogos de paz, dijo que tienen "indicios de que todos los gobiernos quieren pasar a la historia porque hicieron algo por la paz, pues eso da réditos políticos".

"Este Gobierno no debe de ser la excepción y, además, sigue creciendo la presión de la sociedad colombiana y la comunidad internacional por el respeto a los acuerdos de paz y la reanudación de los diálogos", añadió.

Por otra parte, mostró desconfianza acerca del Ejecutivo colombiano, pues dijo que "enfrentamos un adversario que no cumple, ni la palabra ni los escritos. ¿Cuántos son los miembros de la ONU? ¿Cerca de 200? Eso para ellos no vale. Lo mismo hace el Gobierno con todos los pactos que hace después de cada protesta social".

En la opinión de Beltrán hay dos oportunidades para retomar los diálogos de paz: "En el corto plazo, el Gobierno, mientras más profundo esté en una situación de ilegitimidad, podría recurrir a la mesa de negociación como para tomar un aire", expresó.

"En el mediano plazo, y es lo que nosotros pensamos que va a ser algo más serio, la situación de Colombia está madurando para que en el 2022 haya un gobierno de corte progresista", añadió.

Sobre la consecución de la paz dijo que "hay que lucharla", y que no van a abandonar la búsqueda de una solución política, "pero siempre nos vamos a defender. No tenemos vocación de mártires. Uno escoge estas cosas porque considera que vale la pena vivir y morir por ellas; si no, no escogía este camino".