Por primera vez desde que Alberto Fernández asumió la presidencia de Argentina, una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) evalúa la economía del país y en particular analiza el peso de la deuda externa.
La visita de la misión de alto nivel, ha estado precedida de la posición de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, quien desde La Habana planteó la necesidad de que el FMI le haga "una quita", una rebaja, al monto que Argentina debe devolverle, bajo el argumento de que se hizo un préstamo ilegal al entonces mandatario Mauricio Macri, en 2018.
De visita en Cuba, para visitar a su hija, Cristina Fernández de Kirchner aprovechó una presentación de su libro para plantear la tesis peronista: "por lo menos debería establecer una quita sustancial" de los fondos que la Argentina debe devolverle al FMI porque, argumentó, "se hizo un préstamo por afuera de la historia del Fondo, comprometiendo el 60% de la capacidad prestable del organismo y, por el otro lado, se hizo violando las obligaciones del FMI".
A Buenos Aires, en tanto, arribaron la directora adjunta del departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack, y el jefe de la misión para Argentina, Luis Cubeddu, al frente de la misión del FMI.
Es el primer viaje del FMI desde que Alberto Fernández llegó al poder en diciembre pasado. La última visita fue en agosto de 2019, tras la abrupta devaluación del peso y la inestabilidad de los mercados por los resultados de las elecciones primarias de ese mes. Tras la debacle política de Macri, el FMI puso en pausa los desembolsos ya acordados y todo ello contribuyó con un clima de inestabilidad que terminó envolviendo los últimos meses de Macri en el poder.
La misión del FMI estará en Argentina hasta el 19 de febrero. La misión se encontrará con funcionarios del Ministerio de Economía, el Banco Central y otros entes económicos gubernamentales. También buscará conocer la estrategia de las autoridades para abordar la situación de la deuda argentina.
Según los últimos datos que dio el Ministerio de Economía, el 31 de diciembre pasado, la deuda pública total argentina ascendía a 323.177 millones de dólares. De acuerdo con el anterior Ejecutivo, para 2015 era de 240.000 millones de dólares, de la que 142.807 millones estaban bajo legislación extranjera.
En 2018, la fuerte depreciación del peso que generó fuertes desequilibrios en la economía nacional llevó al Gobierno de Macri a pedir un préstamo al FMI. El mismo ascendió a 56.300 millones de dólares, de los que hasta ahora el país ha recibido unos 44.000.
En este momento, el Gobierno de Fernández ha dicho que no aceptará más dinero del FMI.
"Puedo asegurarles absolutamente a todos que no hubo violación de las reglas del FMI. Estamos absolutamente comprometidos a ayudar y apoyar al Gobierno argentino y al pueblo argentino tanto como sea posible. Creemos que hasta ahora las discusiones han sido constructivas", aseguró el director de comunicaciones del FMI, Gerry Rice.
