La Moncloa devuelve el gesto a La Paz y expulsa a tres diplomáticos bolivianos de España

Tras la decisión de Bolivia de declarar personas "non gratas" a dos diplomáticos españoles en La Paz, España respondió con reciprocidad este lunes al Gobierno de Jeanine Áñez y expulsó a tres funcionarios bolivianos radicados en Madrid, informó Europa Press. 

La respuesta añade otro escalón a la crisis diplomática entre ambas naciones: en la mañana de este lunes el Gobierno interino de Bolivia, encabezado por la senadora Jeanine Áñez, había declarado personas "non gratas" a dos funcionarios españoles, que tendrían que abandonar la nación en un plazo de 72 horas.

Tras el anuncio, el Gobierno español también exigió a Áñez que "recondujera" y "desescalara" los contenidos de sus afirmaciones.

Pocas horas antes de que La Moncloa anunciara su decisión de expulsar a los tres diplomáticos bolivianos, Áñez había afirmado que los representantes españoles en su país habían "lesionado gravemente la soberanía del pueblo y del Gobierno constitucional de Bolivia". 

"Bolivia, señores, ya no es colonia de nadie (...) El Gobierno constitucional de Bolivia se respeta", dijo la senadora, investida como presidenta interina de la nación tras la salida de Evo Morales.

Bolivia expulsó a Cristina Borreguero, encargada de Negocios en la Embajada en La Paz, y a Álvaro Fernández, cónsul de España en la nación andina. Según las declaraciones del Gobierno de Áñez, ambos diplomáticos y la embajadora mexicana en la Paz, María Teresa Mercado, se involucraron en un reciente "incidente" denunciado por Bolivia el 27 de este mes.

La Paz dijo el viernes que funcionarios de la Embajada española habían acudido acompañados de "encapuchados" a la residencia de Mercado, que acoge a algunos antiguos ministros de la etapa del expresidente Evo Morales, a quienes las autoridades acusan de varios delitos, incluyendo terrorismo.

"Lo que no podemos tolerar es el abuso y la prepotencia de sus gobernantes, que claramente tratan de encubrir y proteger a criminales que han cometido delitos de sedición, alzamiento armado y terrorismo", afirmó Áñez al respecto, durante una comparecencia en Palacio de Gobierno de la Paz, reportó EFE.

Por su parte, España dijo que la visita de ambos diplomáticos a la residencia de la embajadora mexicana era una "visita de cortesía", y negó "rotundamente" que esa visita fuera para "facilitar la salida de las personas que se encuentran asiladas en aquellas dependencias". 

La Moncloa también rechazó "tajantemente" cualquier "insinuación sobre una supuesta voluntad de injerencia en los asuntos políticos internos de Bolivia".

"Para España cualquier afirmación en este sentido constituye una calumnia dirigida a dañar nuestras relaciones bilaterales con falsas teorías conspiratorias", expresó en un comunicado el Gobierno español.

El Gobierno mexicano, por su parte, pidió a su embajadora en La Paz regresar de inmediato a su país para "resguardar su seguridad e integridad". 

La Cancillería señaló en un comunicado que la embajadora "siempre cumplió con los principios de política exterior consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en el Derecho Internacional, por lo que considera que esta decisión es de carácter político", indicó Reuters.