El día previo a la manifestación "Toda Venezuela despierta", convocada por la oposición al Gobierno de Nicolás Maduro, miembros de las Fuerzas Especiales de la Policía del régimen allanaron la sede del partido Voluntad Popular en Caracas.
Las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), con capuchas y armas largas, irrumpieron en las oficinas de la organización política opositora, mantuvieron retenidos a los trabajadores y se llevaron teléfonos celulares y computadores, aseguró el portal Infobae.
A partir de diversas denuncias en redes sociales, se conoció que los asaltantes también robaron dinero y destruyeron cámaras de seguridad. Voluntad Popular es una de los principales convocantes a la manifestación del 16 de noviembre en toda Venezuela.
Juan Guaidó, presidente interino y líder de la formación, repudió a través de un vídeo el asalto. "Ya basta de que sigan amenazando a nuestra gente. (...) Esto lo que refleja es el miedo de la dictadura. El miedo de gente que se quedó aislada", dijo.
Según el diputado opositor Freddy Guevara, perseguido por el régimen y asilado en la Embajada de Chile en Caracas, a la sede del partido "no entró ningún 'cuerpo de seguridad'. Ninguno identificado. Entraron armados, encapuchados, secuestraron a 43 personas y las robaron. La gente, los medios libres y las redes los sacaron. Y ahora todos gritan: ¡con fuerza al 16N!", anunció.
Los venezolanos enfrentan este sábado un nuevo llamamiento a salir a la calle que empezó como una convocatoria opositora y en las últimas horas se transformó en otra pugna con la invitación oficialista a defender la revolución el mismo día, reportó EFE.
Juan Guaidó lleva meses sin conseguir una muestra masiva de respaldo popular y espera revertir esa tendencia con la cita del sábado. La única vez que el opositor había convocado una actividad con tanta antelación había sido para intentar ingresar ayuda humanitaria al país el pasado 23 de febrero.
En los últimos días la propaganda antichavista se ha intensificado en redes sociales y medios independientes bajo la consigna de que el resultado de la protesta y una eventual salida del poder de Maduro "depende de todos".
La renuncia del presidente boliviano Evo Morales tras 18 días de protestas ha reavivado los ánimos, después de que Guaidó asegurara que cerca del 80% de los militares están descontentos con el Ejecutivo y que en Venezuela habrá cambio político en un plazo no muy lejano, "sin duda".
Maduro y sus más fieles portavoces han repudiado el "golpe de Estado" en Bolivia e, indignados, piden a la oposición venezolana "no hacer cálculos equivocados" entre lo ocurrido con Morales y lo que pudiera suceder este sábado en el país.
Como cabía esperar, el oficialismo llamó a una contramarcha para el mismo día en "defensa de la revolución" y a "ver qué ocurre en las calles", tal como dijo en tono desafiante Diosdado Cabello, número dos del chavismo.
Guaidó, por su parte, vaticina "una gran victoria, una gran demostración de calle, de fuerza política" este sábado para pedir elecciones presidenciales "libres".
